La formación e información son las principales demandas para aumentar la seguridad y protección de los médicos cooperantes
La formación e información de los profesionales sanitarios son las principales demandas para aumentar la seguridad y protección de los médicos cooperantes y pacientes en el terreno durante las misiones sanitarias en países con conflictos, según se puso de manifiesto en la conferencia «Protección de la misión médica y seguridad en terreno», organizada por Fundación Red de Colegios Médicos Solidarios (FRCOMS)
Madrid, 30 de junio de 2014 (medicosypacientes.com)
La Fundación Red de Colegios Médicos Solidarios (FRCOMS) organizó una conferencia sobre la «Protección de la misión médica y seguridad en terreno» para abordar la seguridad de los profesionales sanitarios humanitarios en países con conflicto, que contó con la participación del Dr. Serafín Romero, Secretario General de la Fundación y del Consejo General de Colegios Médicos y de los expertos, Francisco Rey Marcos, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) e Íñigo Torres Estévez miembro del roster de Senior Protection Officers de NRC/UN y Ex Delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La violencia contra los pacientes y los trabajadores sanitarios cooperantes o voluntarios en situaciones de conflicto armado o catástrofes naturales, se ha convertido, en los últimos años, en motivo de preocupación para la Comunidad Internacional. El ataque a profesionales de la salud, que prestan su servicio a la población, así como a las instalaciones e infraestructuras sanitarias, ha derivado en un problema humanitario de gravedad.
Por este motivo, en la actualidad, tanto desde la Asociación Médica Mundial, como desde organizaciones internacionales humanitarias, como el Comité Internacional de la Cruz Roja, se están llevando a cabo campañas de denuncia y sensibilización, con la finalidad de hacer respetar el derecho a la atención sanitaria y la asistencia imparcial a los heridos, en contextos bélicos, de violencia y/o de emergencia.
El Secretario General de la Fundación y del Consejo General de Colegios Médicos, el Dr. Serafín Romero, inauguró la conferencia haciendo referencia a los numerosos médicos cooperantes y voluntarios que han estado viajando sin seguro médico ni acreditación. Por ello, puso en valor la creación del Registro Nacional de Médicos Cooperantes y Voluntarios de la Fundación como una forma de protección de la misión médica en las acciones humanitaria en países con conflictos y de los derechos de este colectivo.
«El problema ?dijo- no es ir a cooperar; el problema es llegar a hacerlo, y para ello es necesario que el médico conozca a dónde va y se forme para emprender la vía de la cooperación» explicó el secretario.
Por su parte, Francisco Rey Marcos, miembro fundador y Codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), coordinador del Observatorio de Acción Humanitaria, experto en cooperación para el desarrollo y acción humanitaria, fue el encargado de introducir las claves del contexto internacional actual, los nuevos retos y amenazas en la labor humanitaria, así como de las características y modus operandi de los actores en los conflictos internacionales actualmente.
Para el experto, las guerras hoy en día han cambiado aumentando su complejidad, lo que se denomina como «emergencias humanitarias complejas», situaciones muy complicadas de ayuda humanitaria y de gran dificultad para ser atendidas, por lo que es necesario «analizar muy a fondo los conflictos en los que se interviene previamente para evitar visiones erróneas y riesgos» según explicó-
Rey Marcos consideró que el análisis previo es primordial, teniendo en cuenta el hecho de que en determinados países se recurre a la protección de las fuerzas armadas para desarrollar el trabajo humanitario. Sin embargo, según afirmó, esta acción «hace vulnerable al profesional sanitario y con ello a los pacientes», porque al contar con presencia militar son percibidos como enemigos internacionales que quieren controlar el país al servicio de intereses estatales. Y añadió que «en países como Filipinas o Colombia es necesario poner de manifiesto la independencia de los profesionales de la salud, de los intereses estatales para evitar una acción de riesgo y garantizar su seguridad.
Para garantizar la seguridad de los profesionales hay que conseguir, según Rey Marcos, primeramente el respeto del espacio humanitario en el terreno, «un espacio físico o simbólico donde el profesional sanitario pueda trabajar en función a unos principios éticos y deontológicos con criterios profesionales de calidad y poder evaluar su trabajo». A su juicio, ello solo es posible con la protección y seguridad de la labor humanitaria, no solo entendiéndola «como una ayuda asistencial, sino con criterios humanos y códigos deontológicos, ayudando a quien más lo necesite» defendió Rey Marcos.
Íñigo Torres Estévez, miembro del roster de Senior Protection Officers de NRC/UN, Ex Delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y consultor independiente especializado en gestión de la acción humanitaria en zonas afectadas por conflictos armados abordó el tema de la protección de la misión médica y la seguridad en terreno, los factores a tener en cuenta, la identificación de los actores armados, la protección del personal en misiones humanitarias y de cooperación.
Para Torres, en España hay un retraso en materia de gestión de seguridad y riesgos debido a la «incorporación tardía» de nuestro país a las acciones humanitarias. «Los cambios y tendencias de los conflictos actuales han provocado mucha vulnerabilidad del personal sanitario y los pacientes en los conflictos armados» explicó. Concretamente, dijo que ha habido un aumento del 98% de los incidentes críticos en el terreno, en los que destacan los secuestros. Por ello se está produciendo un incremento en seguridad para la cooperación actualmente, «aunque queda mucho por hacer en este campo».
Este experto detalló cuales son las principales incidencias en el terreno tales como ataques contra las instalaciones de salud, el robo y pillaje de material sanitario, el uso abusivo de las instalaciones sanitarias, ataques de transportes sanitarios o limitación al acceso de pacientes al hospital. Y destacó como las de más relevancia la violencia a pacientes y al personal sanitario, que según Íñigo Torres «ambos están muy amenazados en determinados países».
«La violencia de los profesionales de salud se sitúo en 400 incidentes el año pasado entre secuestros, homicidios y amenazas en América Latina, África y Asia» concretó.
En la lucha para prevenir la violencia el experto desgranó las pautas de seguridad en el terreno que hay que tener en cuenta para evitar riesgos. Primeramente la aceptación, una estrategia que basa la seguridad de las organizaciones en función a la confianza que desarrolla con los actores de su entorno: población, civil, autoridades, actores armados…»Aunque se acerca al ideal humanitario no siempre es posible conseguir la plena aceptación por lo que en ocasiones esta estrategia es insuficiente» señaló el experto.
Para ello, abogó por la necesidad de protección, medidas físicas que reduzcan la posibilidad de que se materialice una amenaza y la disuasión, una estrategia que busca «disuadir las agresiones potenciales identificadas mediante una demostración de fuerza o de potencia».
Para Íñigo Torres, «la reducción de riesgo incide no solo en mejorar los mecanismos de protección, sino también en el diálogo con el actor del conflicto» explicó el experto quien aconsejó que «hay que hacer esfuerzos especiales de transparencia para hacer valer la neutralidad de la organización».
A su juicio, en materia de seguridad aún queda mucho por hacer en España, «la acción humanitaria no se improvisa; los cooperantes tienen que tener la información y formación adecuada antes de salir al terreno, tienen que saber a los riesgos a los que se exponen para poder prevenirlos y hay que trabajar en la profesionalización del sector» concluyó Torres.