En ruta hacia la Cumbre Mundial Humanitaria de Estambul de 2016. Primera parte
La semana pasada, del 13 al 16 de Octubre, se ha celebrado en Ginebra, organizada por Naciones Unidas, la Consulta Global, último paso relevante en el proceso hacia la Cumbre Mundial Humanitaria del año 2016 en Turquía. Más de 900 personas representantes de los Estados y de las agencias de Naciones Unidas, pero también de ONG tanto del Norte como del Sur, organizaciones de las diásporas, sector empresarial, académicos y muchos otros, han participado en la consulta que supone, sin duda, un paso importante en el camino hacia la primera cumbre humanitaria de la historia.
El documento de síntesis de los debates previos a la Consulta titulado «Restaurando la humanidad: voces globales llaman a la acción» supone un gran cambio respecto a los anteriores y concede mayor importancia a aspectos vinculados con los principios humanitarios, la protección, la dignidad y la acción en los conflictos armados. Y mantiene y profundiza los temas de resiliencia y de partenariado entre diversos actores.
Algunas cuestiones relevantes, de modo muy rápido, sobre la Consulta serían:
– Se empieza a reconocer el peso de las organizaciones del llamado Sur global en la asistencia humanitaria. Frente a los enfoques clásicos de la ayuda humanitaria como algo del Norte occidental y de concepciones asistencialistas periclitadas, se abre paso el reconocimiento del papel de lo local. En términos anglosajones se ha popularizado el término «localization». Eso tendría, al menos dos vertientes. Una muy positiva, a mi juicio, de compromiso en el apoyo a las organizaciones de la sociedad civil (OSC) del Sur, incluso con un compromiso financiero de al menos un 20% de los fondos humanitarios en el año 2020. Propuesta hecha por muchas organizaciones y que gana peso. La llamada Charter 4 Change realizada por numerosas organizaciones recoge estos compromisos de apoyo a las OSC del Sur global.
Sin embargo, este reconocimiento del Sur está siendo aprovechado por algunos países para volver a anticuadas concepciones de la soberanía estatal que pueden suponer restricciones al trabajo humanitario. Nadie niega que el papel de los Estados es fundamental pero en situaciones de violencia y de conflicto armado esto tiene límites y el derecho internacional humanitario (DIH) y los derechos humanos deben primar.
– Necesidad de cambios en el «sistema humanitario». Esto se ha tratado de un modo algo contradictorio. Todas las agencias de la ONU, por ejemplo, hablan de eso, pero nadie propone cuales serían esos cambios y cómo les afectarían. De hecho, la percepción de que muchas agencias y la ONU en general tienen grandes reticencias a los radicales cambios que serían necesarios es generalizada. Desde la Resolución 46/182 de la Asamblea General de 1991 la ONU ha desarrollado de modo muy importante su papel humanitario y las agencias no parecen muy interesadas en revisar su cuota de poder.
– En esta línea, fue muy significativo el no plantear de modo abierto y claro cuestiones de actualidad como las contradicciones de la Unión Europea en su respuesta a la crisis de refugiados. Parece que muchos Estados y la propia Dirección General de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (DG-ECHO) se encuentra cómodos con un modelo de «la ayuda humanitaria es para fuera y lo que suceda en el interior de la UE es otra cosa» y no tiene por qué seguir principios humanitarios.
– Reconocimiento explícito y claro de las brechas de género y la necesidad de incluir esos temas en la acción humanitaria con más decisión. Sin duda, este tema ha avanzado mucho y tanto en lo declarativo como en lo práctico supone un cambio esencial.
– Financiación. Junto a la constitución de un Grupo de alto nivel sobre financiación humanitaria, que aún no ha concluido sus trabajos, se han hecho muchas propuestas para conseguir fondos adicionales. Las más desarrolladas, las vinculadas con la utilización de los mecanismos de financiación social islámica que ya funcionan en ciertos países. El tema fue presentado con fuerza por las organizaciones islámicas pero plantea problemas desde el punto de vista del posible sesgo de la ayuda y el mantenimiento de los principios humanitarios.
– Soluciones coherentes e integradas a las crisis y sus causas. Este tema fue tratado en diversos grupos de trabajo con alguna confusión. Nadie niega que hay que trabajar con otros actores en la búsqueda de soluciones duraderas a las crisis humanitarias y en el combate a las causas que las originan. Pero si eso supone «integración» con planteamientos militares o, peor aún, mera utilización de lo humanitario como herramienta al servicio de otros fines, las cosas se complican. Los planteamientos de cooperación cívico militar (CIMIC) o de utilización de lo humanitario en estrategias de largo plazo de construcción de la paz, deben ser aún depurados pues muchas de las propuestas cuestionan los enfoques humanitarios. Lo mismo sucede con las cuestiones de vinculación con el desarrollo que sigue viéndose de un modo lineal y de «continuum» poco adecuados al mundo actual. Fue perceptible en la Consulta una cierta frustración al no haber conseguido incluir en los recién aprobados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) más referencias a riesgos globales, más allá de las retóricas alusiones a la resiliencia.
– Escaso peso de América Latina. Trataremos más en profundidad este tema en posteriores artículos pero queremos al menos enunciarlo. Como indicador muy visible, en el plenario no hubo ninguna intervención en lengua española y los tres ponentes previstos procedentes de Perú, Honduras y México… no acudieron a la Consulta.
Como hemos dicho en anteriores artículos, desde el IECAH hemos participado desde el inicio en el proceso hacia Estambul y en colaboración con la Oficina de Acción Humanitaria (OAH) de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) organizamos hace algunos meses el foro español para la Cumbre que elaboró propuestas que se hicieron llegar a la Consulta. Pese a ello, desde nuestro Instituto seguimos con cierto escepticismo algunos planteamientos que se llevan a la Consulta por parte de algunos países que confunden la acción humanitaria basada en principios con la mera prestación de asistencia en desastres. El escaso peso que parecen dar estos países a los temas de derechos, cuando vemos como cada día se viola el derecho internacional humanitario en los conflictos armados, es un factor de preocupación que compartimos con muchas ONG y otros actores.
En la web del IECAH iremos informando de los avances de la Consulta y, en general, en el proceso hacia Estambul.
Todos los documentos de la Cumbre y la Consulta pueden encontrarse en https://www.worldhumanitariansummit.org/whs_global