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El Banco Mundial refuerza la asistencia para luchar contra la sequía y aumentar la seguridad alimentaria en el Cuerno de África

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(Comunicado del Banco Mundial)

El Banco aportará US$1880 millones para abordar las necesidades a corto plazo de millones de personas y financiar la recuperación a largo plazo.

El pasado 24 de septiembre el Banco Mundial aumentó de algo más de US$500 millones a US$1880 millones su respaldo a los países del Cuerno de África, que atraviesan una de las peores sequías de los últimos 50 años, a causa de la creciente malnutrición, la inseguridad alimentaria y el desplazamiento de personas.

El anuncio se realiza mientras la comunidad del desarrollo se reúne, avalada por las Naciones Unidas, con la intención de intensificar el apoyo a los países afectados.

«El Banco Mundial apoyará el llamado general presentado por los organismos de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas. Mientras hacemos frente a los desastres de hoy, nuestro deber es ayudar a construir la capacidad de adaptación del mañana. Una crisis humanitaria no puede y no debe convertirse en una crisis perpetua», dijo Robert B. Zoellick, presidente del Grupo del Banco Mundial.

Más de 13 millones de personas de esta subregión necesitan ayuda humanitaria sin demora. Las estimaciones de las Naciones Unidas demuestran que, para proporcionar asistencia inmediata y a corto plazo contra la sequía, serán necesarios US$2400 millones. Si bien los llamamientos internacionales han dado lugar a compromisos por valor de US$1400 millones, aún existe una brecha de US$1000 millones.

La asignación revisada del Banco Mundial equivale a casi el cuádruple de la cifra de algo más de US$500 millones que anunció inicialmente en julio. Esta asignación se basa en evaluaciones preliminares de las necesidades que realizaron expertos del Banco en desastres naturales en Djibouti, Etiopía, Kenya, campos de refugiados somalíes y Uganda.

Los recursos se asignarán durante un período de respuesta de tres etapas, a saber: respuesta rápida (US$288 millones), en el ejercicio de 2012 (que termina el 30 de junio); recuperación económica (US$384 millones), hasta el ejercicio de 2014, y capacidad de adaptación a la sequía (US$1200 millones), a largo plazo. Con el impulso general de esta respuesta del Banco se busca vincular la mitigación de la crisis a corto plazo con los objetivos de desarrollo a largo plazo, tanto en el ámbito nacional como regional.

El anuncio del pasado 24 de septiembre se produjo una semana después de que el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobara el desembolso rápido de US$30 millones a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, a fin de responder a las necesidades de salud, nutrición y saneamiento de la población somalí refugiada en Kenya y Etiopía.

El plan de respuesta del Banco se basa en la estrategia de la institución para África, destinada a reducir la vulnerabilidad y fortalecer la capacidad de adaptación a los desastres naturales y al cambio climático a través de asociaciones, financiamiento e intercambio de conocimientos.

«Al trabajar con una amplia variedad de asociados y complementar sus esfuerzos, nuestra prioridad más urgente es salvar vidas, restaurar las fuentes de ingresos y recuperar la capacidad productiva de las familias y las empresas», dijo Obiageli Ezekwesili, vicepresidenta del Banco Mundial para África. «Tenemos confianza en que este paquete de respuesta ayudará a prevenir la pérdida de los beneficios logrados hasta el momento y a colocar a los países afectados en la senda que los lleve a condiciones de vida sostenibles».

El Cuerno de África se enfrenta a sequías recurrentes, y el cambio climático las hace más intensas. Cuando se combinan con un aumento de la población y una alteración generalizada de la paz y la estabilidad, como en el caso de Somalia, estas condiciones suelen aumentar el riesgo de conflictos por el acceso al agua, la tierra y otros recursos. La crisis se intensifica con el aumento de los precios de los alimentos en todo el mundo, que ha llegado a un 26% en un año.

En toda África, el Banco Mundial ha incrementado sus inversiones en agricultura hasta llegar a un promedio de US$1000 millones anuales desde 2008. En el marco del Programa Integral para el Desarrollo de la Agricultura en África, el Banco trabaja con la Unión Africana para reforzar cada año la inversión pública en agricultura hasta alcanzar el 10% o más del presupuesto nacional en los países participantes.

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