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Caso Duvalier: las dificultades de la justicia en Haití

(Para Radio Nederland)

La decisión del juez instructor de juzgar al ex dictador Jean-Claude Duvalier sólo por delitos de corrupción pone de manifiesto la imperiosa necesidad de una reforma de la justicia y el sistema judicial en Haití.

La decisión del juez instructor Carves Jean de proponer como cargos por los que juzgar al ex dictador haitiano Jean-Claude Duvalier tan solo los delitos de corrupción, ha despertado la indignación entre todos aquellos que confiaban en que se hiciera justicia con el tristemente célebre ‘Baby Doc’, y que eso fuera un avance en la difícil situación del país.

Los argumentos esgrimidos por el juez, prescripción de los delitos de lesa humanidad cometidos durante su mandato, no se sostienen, ya que, precisamente, este tipo de delitos se consideran imprescriptibles. Por ello, es previsible que la situación se demore y que se presenten apelaciones. Pero, en cualquier caso, esa decisión y otras noticias ocurridas en Haití en relación a este tema no auguran nada positivo y hacen ver que las necesidades de la reconstrucción del país van más allá de las infraestructuras.

Retorno anunciado

La vuelta a Haití de Jean-Claude Duvalier, tras más de 25 años en Francia, ocurrida hace ahora un año, fue presentada por algunos como una sorpresa. Sin embargo, visto lo sucedido después, parecería que fue un acto bien planificado con la connivencia del Gobierno de la época. Durante este último año, pese a que se había decretado para él arresto domiciliario, el ex dictador se ha movido a sus anchas por el país, ha organizado y alentado que se organizaran fiestas en su honor, e incluso ha sido elegido padrino de una promoción de alumnos de la Facultad de Derecho de una Universidad.

Pese a ello, tras su llegada se presentaron en los tribunales haitianos numerosas causas en su contra por delitos que van desde las violaciones graves de derechos humanos, hasta la malversación de fondos, el desvío de capitales y la corrupción. El juez Carves Jean ha estado, teóricamente, investigando esos delitos durante casi un año, y la decisión conocida ayer es, a todas luces, sorprendente. Las pruebas presentadas en su contra por numerosos ciudadanos individuales, algunos muy conocidos como el ex futbolista Robert Duval, pero también por organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, son bastante contundentes y parecían dejar poco espacio a la duda.

Una sentencia cuestionada y cuestionable

Curiosamente, las primeras reacciones en contra de la decisión han venido de los propios defensores de Duvalier, que alegan que los casos de corrupción ya fueron juzgados en Francia y que por tanto no pueden juzgarse otra vez. El abogado de Duvalier, Reynolds Georges, sostuvo que el caso debía desestimarse completamente, añadiendo que apelará la decisión en cuanto la reciba formalmente. «Vamos a apelar esa decisión… y arrojarla al cesto de la basura», declaró.

Por parte de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, las primeras reacciones han sido de indignación. «Los torturados durante Duvalier, aquellos cuyos seres queridos murieron o sencillamente desaparecieron, merecen algo mejor», ha declarado Reed Brody, asesor de la organización. Human Rights Watch, que contribuyó a solicitar el procesamiento de Duvalier, reclamando una apelación a la decisión del juez. La propia Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU ha declarado que Duvalier debe ser juzgado por los abusos y crímenes cometidos durante su mandato y se ha mostrado decepcionada por la decisión del juez.

Parece previsible, por tanto, que la situación del proceso se demore y que haya que esperar un tiempo hasta el veredicto final de este o estos casos. Pero sea cual sea el fin del proceso jurídico, las declaraciones dadas a conocer por el presidente Martelly el pasado lunes en el Foro Económico Mundial de Davos, insinuando que indultaría a Duvalier en el caso de que fuera condenado, son también preocupantes. En una entrevista concedida a Associated Press, trató de presentar el posible indulto como una medida de reconciliación que favoreciera la armonía en el país. «No podemos olvidar a los que sufrieron en esa época, pero creo realmente que necesitamos la reconciliación en Haití,» declaró el Presidente.

En cualquier caso, tanto la decisión del juez Jean como las declaraciones del presidente Martelly ponen de manifiesto la necesidad de una reforma de la justicia en general y del sistema judicial en particular para reconstruir el Estado democrático en Haití. En un informe presentado hace alguna fechas, el International Crisis Group pone de relieve este tema y enfatiza la necesidad de reformar el sistema judicial y, en concreto, el Código Penal que tiene más de 176 años.

Los caminos de la justicia, como bien se muestra estos días en los vergonzosos procesos contra el juez Garzón en España, son complicados, y en ocasiones arrojan resultados contradictorios. Pero la memoria de los más de 20.000 asesinatos que se cometieron por los ‘Tonton Macoute’ estando en el poder Jean-Claude Duvalier, merecen, como los crímenes del franquismo, mejor justicia.

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