Una visión panorámica sobre la actual situación iberoamericana
El pasado jueves 6 de mayo el Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado (IUGM) y la Revista Ateneo celebraron un encuentro que, bajo el título, «Una visión panorámica sobre la actual situación iberoamericana» trató de analizar los principales retos a los que se enfrenta América Latina tras las crisis económica que ha sacudido el planeta, así como los principales conflictos que pueden surgir en la región. También analizó la situación actual y las perspectivas de futuro de las relaciones iberoamericanas.
El Secretario General Iberoamericano, D. Enrique Iglesias, aprovechó su intervención para alertar sobre la importancia del momento que estamos viviendo a nivel mundial. En opinión de Iglesias, tras el colapso económico internacional estamos diseñando una nueva arquitectura financiera teniendo en cuenta el imparable proceso de globalización en el que nos encontramos inmersos. Resulta especialmente relevante trabajar en el desarrollo de una globalización que otorgue oportunidades a todos, y no una de corte asimétrico como la que hemos vivido estos últimos tiempos, así como también conciliar estas reformas económicas con la preservación del Estado del Bienestar. Esta será la clave para generar sociedades desarrolladas y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.
Posteriormente, el ponente analizó el impacto que la crisis económica ha tenido para América Latina, resaltando que esta vez, a diferencia de otras, la región afrontó la crisis con garantías. La salud de los bancos y las enormes reservas acumuladas durante estos años -gracias a la enorme demanda de materias primas- han hecho que los países no hayan sufrido especialmente la crisis económica. Sin embargo, el mundo que viene va a ser mucho más competitivo y América Latina va a enfrentarse a un reto importante a la hora de insertarse en la economía mundial, para lo que deberá reforzar aspectos como la economía del conocimiento, la disminución de la pobreza e introducir nuevas medidas para ahondar en la cooperación regional.
El Secretario concluyó su intervención resaltando lo especial de las relaciones iberoamericanas y animando al auditorio a reflexionar sobre la excepcionalidad de las relaciones entre España y América Latina.
Por su parte, Sonia Alda, del IUGM, habló sobre el grave problema de inseguridad ciudadana que afecta actualmente al continente. A su juicio, la inseguridad se ha incrementado de manera escandalosa en los últimos años y está determinando el día a día de los latinoamericanos.
La explicación de este fenómeno, según Alda, es multicausal, siendo la desigualdad social y la debilidad institucional de los Estados las dos principales. Además, el alto índice de población joven, el fácil acceso a las armas para la población civil, el hacinamiento urbano y las altas tasas de consumo de alcohol son otras de las causas determinantes a la hora de analizar la inseguridad ciudadana. Indicó que las soluciones, por el momento, están siendo únicamente de carácter represivo, y que, según parece, los resultados no están siendo los deseados. En su opinión, si se quiere tener éxito en la lucha contra la inseguridad debe aplicarse una estrategia a largo plazo combinando medidas represivas, fortalecimiento institucional y políticas encaminadas a reducir las diferencias sociales.
Rogelio Núñez, también del IUGM, abordó el tema del impacto del tráfico de drogas y el crimen organizado en la región. Aportó indicativos de que el crimen organizado es un problema global ante el que no hay una estrategia clara que haya tenido buenos resultados: las posturas del «Pacto» o la de la «Mano Dura» contra los delincuentes no han funcionado, por lo que será necesario innovar en las medidas a aplicar. Para él, las personas encargadas de luchar contra el crimen organizado y el tráfico de drogas deben asumir que nos encontramos ante una guerra global e integral y que debe atacarse en todos los eslabones: producción, distribución y consumo.
Para el Profesor Castor Díaz, de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, América Latina es un continente pacífico pero que sufre graves factores de inestabilidad. Cuestiones como la pobreza y la desigualdad abonan el campo para la aparición de conflictos. El único modo de garantizar la estabilidad y el desarrollo económico del continente es ahondar en los procesos de integración regional y, aunque hay muchos procesos en marcha, ninguno se está desarrollando adecuadamente. Las posiciones ideológicas y la obsesión de la mayoría de los países por no perder poder y cotas de soberanía están pudiendo más que el beneficio común.
Por último, Jorge Ortega, de la Revista Atenea, abordó el aspecto que a su juicio generará los mayores conflictos en América Latina: la seguridad energética.
Según expuso, los principales factores que debemos tener en consideración al hablar de la seguridad energética en América Latina son:
– La enorme capacidad energética de América Latina unida al bajo consumo de los ciudadanos de la región hacen que su capacidad exportadora sea y vaya a seguir siendo muy importante
– América Latina no puede permitirse el lujo de no profundizar en el proceso de integración regional, porque una política energética a ese nivel les otorgaría unas ventajas enormes respecto a otras zonas del planeta
– Los beneficios obtenidos de la energía y el petróleo deben ir destinados a solucionar los problemas internos y las enormes diferencias que existen en la región
América Latina se encuentra ante una oportunidad histórica de aprovechar todas las ventajas que puede otorgarle esta nueva etapa, pero debe ser capaz de hacer un uso eficiente de los recursos y tratar de mejorar la cooperación y cohesión regional, implementar medidas para reducir la pobreza y la desigualdad y aprovechar sus fortalezas para hacerse competitiva en la economía global. Además, debe poner en marcha medidas encaminadas a fortalecer las instituciones y a luchar de manera eficiente contra la inseguridad ciudadana y el crimen organizado.
