Ucrania ante sus límites
En general procuramos presentarnos ante los demás con nuestra mejor cara, tratando de aparentar que todo va bien. Pero hay momentos en los que es imposible disimular los achaques y el efecto de los reveses que nos depara la vida, sujeta a innumerables factores que escapan a nuestro control. Algo así le ocurre a Volodímir Zelenski en su desesperado intento de mantener la moral de resistencia de los suyos y de convencer a sus aliados de que la victoria contra Rusia está al alcance de la mano.
En esa línea, Zelenski puede argumentar que desde el inicio de la invasión rusa sus Fuerzas Armadas ya han provocado (según los datos que maneja el Departamento de Defensa estadounidense) la muerte o heridas de consideración a unos 600.000 enemigos, destruyendo unos 3.500 carros de combate, más de 6.500 blindados, 270 aeronaves tripuladas, 145 helicópteros y 28 buques de guerra. Son cifras relevantes, a las que cabe añadir un creciente castigo a instalaciones petrolíferas y diversas infraestructuras en pleno territorio ruso gracias al uso de drones de fabricación propia. Kyiv también puede sumar a ese balance aparentemente positivo la incursión terrestre en la región rusa de Kurks iniciada el pasado verano. E incluso, en el terreno político, puede declarar que su país ya es candidato a la Unión Europea (UE) y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).