Palestina, sí; pero el Sahara Occidental, no: cuando los principios se topan con los intereses
Para elDiario.es
El Gobierno español no encuentra la manera de esconder su incoherencia ante la indiscutible doble vara de medida que emplea cuando se refiere al Territorio Ocupado Palestino y cuando lo hace sobre el Sahara Occidental.
De partida, todos aspiramos a la plena coherencia entre nuestros actos y los valores y principios que decimos que nos definen y alumbran nuestro comportamiento. Pero cuando se entrecruzan los intereses que defendemos, tanto los legítimos como los que no lo son tanto, la cuestión se suele complicar sin remedio. Y eso es lo que parece estar ocurriéndole al Gobierno español cuando no encuentra la manera de esconder su incoherencia ante la indiscutible doble vara de medida que emplea cuando se refiere al Territorio Ocupado Palestino y cuando lo hace sobre el Sahara Occidental.
Por supuesto, siempre se puede aducir, con razón, que se trata de asuntos distintos y con particularidades que es necesario tener muy en cuenta. En el primer caso se trata de un territorio ocupado por Israel desde 1967, con el derecho internacional reconociendo al pueblo que lo habita el derecho a la resistencia armada contra la potencia ocupante y su legítima aspiración de tener algún día un Estado propio (tal como ya recogía el incumplido Plan de Partición de la ONU de 1947).