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Palestina, ¿paz o más guerra?

palestina8abril
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(Para Radio Nederland)

Aunque con un impacto mediático amortiguado por el sonoro eco que llega desde diferentes países árabes, donde la ciudadanía aspira a derribar a sus gobernantes e instaurar regímenes democráticos, Palestina lleva desde hace un mes en abierta escalada violenta.

A estas alturas resulta imposible determinar quién ha comenzado porque en realidad la violencia nunca ha dejado de estar presente y porque, como es bien sabido, en ambos bandos hay claros enemigos de la paz, empeñados obsesivamente en que solo la fuerza de las armas terminará por darles la razón. En estas circunstancias, la presentación de la Iniciativa de Paz Israelí nace con escasas posibilidades de modificar el rumbo de confrontación en el que ambas partes se encuentran sumidas.

Si no fuera trágica, la situación se quedaría en una mera repetición de procesos ya vistos en demasiadas ocasiones. Israel mantiene inalterable su asedio a la Franja de Gaza, castigando a su población a su antojo, mientras sigue despreciando la ley internacional con la ampliación ininterrumpida de asentamientos en Jerusalén y Cisjordania, amparado por Estados Unidos (como ha quedado demostrado con el veto ordenado por Barack Obama en febrero pasado para evitar una Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en contra de ese tipo de acciones).

Por su parte, los violentos palestinos que se mueven dentro de Gaza han vuelto a reactivar el lanzamiento de cohetes sobre territorio israelí, aun sabiendo que eso se traducirá no solo en posibles daños contra la población israelí sino también en represalias más duras contra los gazatíes. Se trata no solo de grupos adscritos a Hamas, sino también de otros en los que ya es posible detectar la influencia de actores exteriores (como Hezbolá, con Siria e Irán en las sombras).

La espiral de muerte sigue aumentando en una retroalimentación permanente que solo puede augurar más ataques de las fuerzas israelíes (tanto selectivos como indiscriminados) y de los grupos palestinos (tanto con atentados como con más lanzamientos de cohetes). Mientras tanto, la comunidad internacional (Estados Unidos incluido) sigue paralizada, el gobierno israelí no mueve ficha alguna y la Autoridad Palestina aguanta el chaparrón, sin abandonar su pretensión de que el próximo mes de septiembre la ONU termine por avalar la creación de un estado propio.

Precisamente es esta hipótesis (muy improbable, en todo caso) lo que ha llevado a un grupo de 53 importantes figuras israelíes a presentar el pasado día 6 la llamada Iniciativa de Paz Israelí. Entre sus promotores destacan Amnon Lipkin-Shahak, ex jefe del estado mayor israelí, Amram Mitzna, ex líder del partido laborista, Danny Yatom, Yaakov Perry y Ami Ayalon, ex jefes de diversas ramas de los servicios de inteligencia, y hasta Yuval Rabin, hijo del asesinado primer ministro Isaac Rabin. La propuesta plantea asuntos que ya han formado parte de iniciativas anteriores y que, en su día, ya fueron rechazadas frontalmente por anteriores gobernantes israelíes y/o por sus contrapartes palestinas.

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