Oriente Medio a la espera de Trump
Sólo el paso del tiempo confirmará o desmentirá lo que ahora mismo únicamente son expectativas acerca del efecto que tendrá en Oriente Medio el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Un Oriente Medio que, a sus constantes estructurales de inestabilidad política, sectarismo, autoritarismo y falta de desarrollo económico añade ahora un conflicto abierto en Palestina y el Líbano, con Israel desarrollando una masacre en la que cuenta no sólo con la aprobación sino también con la complicidad de Washington, con un creciente riesgo de que la violencia acabe por escalar hasta un choque frontal de dimensiones regionales. Un territorio de reconocida importancia geopolítica y geoeconómica, en la que se concentran las dos terceras partes de las reservas de hidrocarburos a escala planetaria, tradicionalmente sometido al dictado de Estados Unidos (EEUU) –salvo Irán–, pero en el que se hace cada vez más visible tanto la dificultad para mantener un statu quo impuesto hace décadas por las potencias occidentales como el deterioro del liderazgo estadounidense.
Lo que creemos saber del que muy pronto se convertirá en el 47º presidente estadounidense apunta a que procurará mantener el statu quo vigente, del que tanto Washington como Tel Aviv son los principales beneficiarios. Eso significa, por encima de todo, evitar que Irán pueda trastocarlo, mantener a Israel como el principal aliado en la zona y reforzar los lazos con los regímenes autoritarios de esos países en la medida en que acepten el liderazgo estadounidense y contribuyan a frenar la penetración china y rusa en la región. De paso, cabe esperar un esfuerzo adicional potenciando las capacidades de los regímenes locales –empezando por Arabia Saudí– con la idea de que sean ellos quienes se encarguen de la gestión en primera línea de la seguridad en la zona, buscando con ello reducir la huella militar estadounidense, sin que eso signifique abandonar la región, dada la también previsible apuesta por aumentar la presencia en la región del Indo-Pacífico para hacer frente al desafío de China.