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Naciones Unidas fija la agenda humanitaria para 2011: salvar más vidas, más rápido

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Con un contexto de fondo caracterizado por el cambio climático que provoca desastres de cada vez mayor magnitud, los ataques que sufren algunos trabajadores humanitarios en áreas de conflicto…

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Photographers during a protest in Manila condemning the killings of journalists in Maguindanao province . The Christian Science Monitor. ht tp://features.csmonitor.com/globaln ews/2009/11/24/philippines-massacre -the-story-behind-the-accused-ampat uan-clan/

Con un contexto de fondo caracterizado por el cambio climático que provoca desastres de cada vez mayor magnitud, los ataques que sufren algunos trabajadores humanitarios en áreas de conflicto y la crisis económica que está dificultando cada vez más el acceso a los recursos, la ONU ha anunciado su agenda humanitaria para el año 2011: salvar más vidas, más rápido, con menos lagunas y menos duplicación.

Teniendo en cuenta que 2010 ha sido un año sin precedentes con más de 250 desastres naturales, en 2011, la estructura de la OCHA, tanto en el terreno como en las oficinas centrales, tratará de estar más adaptada a la naturaleza cambiante de las crisis. Asimismo, a finales de 2011, cuando se cumplen 20 años de su creación, la OCHA se propone ser una organización más concentrada: mejorará la gestión de sus recursos humanos y habrá más claridad entre el terreno y las oficinas centrales en cuanto a quién hace qué.

Desde la OCHA se hace hincapié en la necesidad de aprender de las lecciones de Haití y Pakistán, donde los retrasos, la logística y otros aspectos impidieron que las intervenciones iniciales se desarrollaran de forma eficaz. Teniendo en cuenta el incremento en la frecuencia e intensidad de los desastres naturales (los imprevisibles patrones climáticos sin precedentes que han cruzado África, América Central y el Sudeste Asiático han desplazado a decenas de millones de personas), las megacrisis como las inundaciones en Pakistán pueden servir para repensar la rapidez, magnitud y eficacia de su respuesta.

El trabajo humanitario también se ha vuelto más peligroso. El nivel de amenazas y el número de ataques deliberados a organizaciones humanitarias –personal, equipos e instalaciones- han crecido drásticamente. Por ello, llegar a las necesidades humanitarias de las personas para proveerles los servicios básicos cada vez está siendo más difícil, teniendo en cuenta que en 2010 fueron asesinados 63 trabajadores humanitarios.

A esto se suma la creciente presión económica a la que tiene que hacer frente la comunidad humanitaria. Según la OCHA, cada vez disponen de menos dinero para hacer más, no sólo debido a la crisis económica, sino porque también sus países donantes deben rendir cuentas a su población sobre el dinero que han invertido.

La OCHA se ha fijado una lista de tareas para este año: coordinar la respuestas, movilizar recursos a través de llamamiento internacionales, gestionar fondos de respuesta rápida, ser la voz de las víctimas, negociar el acceso a las víctimas y proveer información y análisis críticos cuando surge una crisis. Y todo esto, mientras se hace frente a retos globales como el cambio climático, el incremento de los precios de los alimentos y la energía, y el crecimiento de la población y la urbanización.

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