Más tensiones a la vista entre España e Israel tras sumarse a la causa por genocidio de la Corte Internacional de Justicia
La decisión adoptada por el Gobierno español de sumarse a la causa que, gracias a Sudáfrica, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) está desarrollando contra Israel por un posible delito de genocidio es un paso inequívoco en la dirección correcta. Y lo es frente a todos los pesares y matices que se quieran plantear para rebajar su relevancia o para criticarla.
Por supuesto, lo que ha anunciado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, no va a poner fin a la masacre que Israel continúa sin tregua en Gaza, donde han muerto más de 36.600 palestinos. A estas alturas es muy evidente que el Gobierno liderado por Benjamín Netanyahu no se siente limitado por ninguna instancia internacional ni por ningún gobierno –salvo el de Estados Unidos, si Joe Biden se decidiera a pasar de las palabras a los hechos– para detener su deriva asesina.