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La política diplomática de Karzai y de los aliados para la construcción de la paz en Afganistán

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Foto: Roberto Forin, delegado de Pr otección del CICR, hablando con mie mbros de la comunidad Fuente: ©ICRC /M. Kokic/ht-e-00541

Por Francesco Maria Autolino

En vista de la Conferencia Internacional de Londres sobre Afganistán, prevista para el día 28 de febrero de 2010, los principales actores del conflicto diseñaron, ayer, las líneas directrices de la nueva política diplomática, para llegar a la firma de un acuerdo de paz con los talibanes. Unos de los primeros en pronunciarse, fue el general de las fuerzas de la OTAN Stanley McChrystal que remarcó la necesidad de poner fin al conflicto e iniciar un diálogo de paz con la otra parte contemplando la posibilidad de la participación de líderes talibanes en el gobierno. También Petraeus, jefe del Comando Central de Estados Unidos, se mostró favorable al diálogo y a la reintegración de los talibanes, alegando que hoy en día ya existen combatientes dispuestos a dejar las armas. Al mismo tiempo el Presidente afgano Hamid Karzai participó en Estambul en otra Conferencia Internacional, intentando solucionar, con el apoyo sobre todo de Estados Unidos, los problemas del País. Karzai ejercitó presiones para que los nombres de los talibanes, para una futura reconciliación, se retiren de la lista negra de la ONU y en vísperas de la Conferencia Internacional, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha borrado ya a cinco personas sospechosas por de terrorismo que formaron parte del régimen talibán derrotado en el 2001. Un gesto hacia la paz agradecido por el ex Ministro talibán Abdul Wakil Mutawakil, aunque afirmando pero que hay aún muchos nombres en la lista que deberían ser retirados. La lista negra de la ONU esta compuesta por nombres de 144 talibanes y 257 miembros de Al Qaeda, incluidos cuando la guerra en Afganistán empezó, tras los ataques del 11- S. La esperanza del presidente afgano es que Occidente ponga a punto un plan para ofrecer dinero y trabajo a los talibanes para con el fin de que dejen las armas y se reintegren en la sociedad afgana, mediante una coordinación tanto civil como militar. Una vía diplomática que cambia drásticamente la línea dura del presidente estadunidense Obama presentada el pasado año y que, tras el elevado número de víctimas y consciente de sus límites, presupone la fundamental presencia de los talibanes para la reconstrucción de la paz en el país. Una significativa respuesta llegó así de la ministra británica Angela Merkel que anunció la disponibilidad, por parte de la Comunidad Internacional, de constituir un fondo de 350 millones de euros para cumplir los proyectos de Karzai y reintegrar a los talibanes en la sociedad. Un acuerdo político sería el objetivo de los ministros de los distintos países europeos, en primis el secretario de asuntos exteriores británico David Miliband y el nuevo jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, que se basado basara en la necesidad de una integración de los talibanes y de sus aliados para la construcción de la paz y la estabilización de la región. Además, el Secretario General de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, tras la reunión con Miliband para desarrollar los temas que debatirán en la Conferencia de Londres observó que, si la nueva estrategia llegara a buen fin, la fase de transición para la transferencia de responsabilidades en el ámbito de la seguridad a las fuerzas armadas podría empezar ya a finales del año y concluyó afirmando que el pueblo afgano necesita, a día de hoy y tras años de violentos conflictos, resultados concretos.

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