Israel ataca Yemen pensando en Irán
Para elDiario.es
Yemen se ha convertido hace tiempo en uno de los ejemplos más notorios de Estado fallido. Identificado como el más empobrecido de los 22 países árabes, la caída del dictador Ali Abdullah Saleh (febrero de 2012) lo ha llevado a ser el escenario de una de las crisis humanitarias más graves del planeta, con el 80% de la población malviviendo por debajo de la línea de pobreza, y el campo de batalla de actores muy diversos. Entre ellos destaca el grupo Ansar Allah, brazo armado del movimiento hutí liderado por Abdelmalik al Houthi desde 2004. Desde 2023, sin abandonar su intento de consolidar su poder en Saná, ha añadido un creciente activismo militar en apoyo (supuesto) a la causa palestina, lo que ha provocado inmediatamente ataques cada vez más numerosos y más amplios por parte de Israel.
Ansar Allah es, al mismo tiempo, un actor con agenda propia, que originalmente representaba a la minoría de los zaidíes chiíes marginados en las zonas montañosas del norte de Yemen, y un peón de Irán en su afán por contar con bazas de retorsión ante la amenaza que Teherán siente por parte de Tel Aviv (y de Washington, a través de Arabia Saudí). En el plano interno ha sabido sumar a muchos yemeníes que se han sentido maltratados tanto por Saleh como por su sucesor, Abdrabbo Mansur al Hadi, traspasando así las fronteras identitarias que lo definían como un grupo marginal en la escena política nacional.