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CICR Comunicado de prensa n.º 10/68. 26 de abril 2010

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Foto: víctimas del conflicto armado en Colombia. Fuente: Radio Santa F e

Colombia: escasa información acerca de la situación de las víctimas del conflicto

Ginebra (CICR) – Con el desplazamiento del conflicto armado de zonas densamente pobladas a regiones más remotas, la difícil situación de decenas de miles de personas que siguen sufriendo las consecuencias de los enfrentamientos es ahora prácticamente invisible, dijo hoy el Comité Internacional de la Cruz Roja.

«El sur y la costa pacífica del país son las zonas más afectadas por el conflicto armado», dijo el jefe de la delegación del CICR en Colombia, Christophe Beney. Las comunidades indígenas y afrodescendientes son las más afectadas. Muchas tienen que huir por temor a perder la vida. Otros resultan muertos o heridos o son víctimas de violencia sexual. No obstante, poco se sabe de la mayoría de estas tragedias.

En el último año, los delegados del CICR han tomado nota de unas 800 presuntas violaciones del derecho internacional humanitario, que comprenden 28 casos de homicidio, 61 ataques directos contra los civiles y 84 casos de personas desaparecidas por motivos relacionados con el conflicto armado. Las amenazas de muerte son una de las razones por las que la gente se ve obligada a abandonar sus lugares de residencia. El año pasado, el CICR pagó el traslado a regiones más seguras de unas 400 personas que habían recibido ese tipo de amenazas.

«Estábamos en casa y de repente oímos tiros», explicó María, que hace poco huyó del sur del país. «Cuando miramos al patio, vimos a mi hermano que yacía muerto en el suelo. Nos dejaron enterrarlo, pero después nos obligaron a dejar el pueblo. ¡Quién sabe lo que hubiera sido de nosotros si nos hubiéramos quedado! Cuando la gente como María tiene que abandonar su vivienda, generalmente lo pierde todo.

«Limitar el número de violaciones contra el derecho internacional humanitario significa que menos gente tiene que huir en busca de seguridad», dijo Christophe Beney. El número de desplazados en Colombia ha ido aumentando cada año y, oficialmente, asciende a más de de 3,3 millones, uno de los más elevados del mundo». Muy pocos se atreven a volver a sus pueblos porque se sienten amenazados por los combates. En 2009, el CICR proporcionó a más de 50.000 desplazados paquetes de víveres o vales para comestibles, artículos de primera necesidad y material de aseo.

Para atender a las necesidades más apremiantes, el CICR ha limitado su asistencia a unas 20 regiones del país especialmente afectadas por el conflicto armado, donde los entes gubernamentales y otras organizaciones de asistencia están poco presentes. Mediante proyectos de generación de ingresos, el CICR ayuda a comunidades que viven en lugares apartados a conseguir medios de subsistencia estables. También les ayuda a conseguir un mejor acceso a servicios esenciales como la asistencia de salud, la educación, el agua y el saneamiento.

En los últimos años, los dispositivos explosivos de fabricación artesanal y los restos explosivos de guerra en las proximidades de asentamientos y tierras de cultivo también han significado un peligro cada vez mayor para miles de personas, pues han causado la muerte, heridas graves y una difícil situación económica. En 2009, el CICR realizó obras de refacción en lugares de recogida de agua, dormitorios escolares y otras instalaciones esenciales en zonas seguras para que la gente se mantenga a distancia de los lugares plagados de dispositivos explosivos. Ayudó también a los agricultores a desarrollar nuevas actividades agrícolas en esas zonas.

Para más información:

Pascal Jequier, CICR, Bogotá, tel.: +57 1 313 86 30 ó +57 311 491 07 89

Marçal Izard, CICR, Ginebra, tel.: +41 22 730 24 58 ó +41 79 217 32 24

Sitio Web: www.cicr.org/spa

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