Gira de Rice, con Irán al fondo
(Para Radio Nederland)
En su primer viaje del año a Oriente Próximo (Israel, Territorios Palestinos, Jordania y Egipto) y a Oriente Medio (Arabia Saudí y Kuwait), Condoleezza Rice se ha apresurado a rebajar el nivel de las expectativas levantadas por lo que algunos ven como un renovado intento de EE. UU. por ejercer su liderazgo en la búsqueda de soluciones a los diversos frentes de crisis abiertos en ambas regiones. En esa línea hay que interpretar su insistencia en que únicamente va a escuchar a los actores locales. No cabe esperar, por tanto, ni la presentación de un nuevo plan estadounidense para resolver el grave conflicto palestino-israelí, ni nada sustancial que añadir al gesto militarista de Bush hace unos días sobre un Iraq en pleno deterioro, ni una respuesta nítida al desafío de un envalentonado Irán.
En su primera etapa, en Jerusalén y Ramala, apenas se está escuchando más que una petición de que tanto Abbas y Haniya, por un lado, y Olmert, por el otro, vuelvan a tomar en consideración la Hoja de Ruta aprobada por el Cuarteto en 2003. Una insistencia que muestra por sí sólo hasta qué punto llega la falta de voluntad para explorar nuevos caminos que comprometan a los actores directamente implicados en el conflicto y a los que, como Washington, más pueden influir para modificar la situación. En las circunstancias actuales de choque directo entre palestinos y brutal deterioro de las opciones de Olmert, resulta improbable que arranque un nuevo proceso de negociación.
Iraq constituye el segundo tema importante de la agenda de la secretaria de Estado, en su intento por aunar voluntades alrededor del proyecto formulado por Bush de incrementar su apuesta militar. Es más de lo mismo, en la que debe ser considerada como la última baza de esta presidencia por abortar el colapso del país y evitar la pérdida de control de Washington en una región tan vital para los intereses occidentales. Una baza, en todo caso, condenada al fracaso, tanto por que la escasa entidad de las fuerzas militares ahora añadidas no permitirán doblegar a los insurgentes, como por el hecho de que la opción militar no es la solución para un país como Iraq.
Aunque sólo figure como trasfondo, Irán se impone como el asunto emergente en la agenda de Rice. El temor- estadounidense, israelí y de la práctica totalidad de los países árabes de identidad suní- al dominio regional iraní está provocando una movilización de gobiernos dispuestos a evitar por todos los medios que Teherán se convierta en potencia nuclear. Washington perfila actualmente su estrategia para liderar una respuesta que no descarta, aunque no la contemple de momento, la opción militar.
Una gira, en definitiva, de preparación para la toma de unas decisiones que sólo se harán visibles más adelante.
Escucha la entrevista, siguiendo los siguientes enlaces:
Entrevista en Radio Nederland: http://cgi.omroep.nl/cgi-bin/streams?/rnw/smac/2004/es_oriente_medio_20070115.wma
