Día Mundial del Refugiado
Cada minuto, 8 personas se ven forzadas a abandonar sus hogares. En 2011, 800.000 personas se han visto obligadas a huir cruzando fronteras. En el mundo hay 42,5 millones de personas en situación de refugiados (15,2 millones), desplazados internos (26,4 millones) o solicitantes de asilo (895.000).
Según el informe «Tendencias Goblales 2011», elaborado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el desplazamiento forzado está afectando a un número cada vez mayor de personas a nivel global, con la media anual sobrepasando los 42 millones en los últimos cinco años. Asimismo, el informe señala que una persona que se convierta en refugiado tiene muchas posibilidades de permanecer en esa situación por demasiados años, a menudo en un campo de refugiados o viviendo en situación de precariedad en algún barrio urbano. De los 10,4 millones de refugiados bajo el amparo de ACNUR, casi tres cuartas partes (7,1 millones) llevan viviendo en el exilio durante más de cinco años, a la espera de una solución a su situación.
Distribución mundial de refugiados
La cifra de nuevos desplazamientos forzados en 2011 fue de 4,3 millones de personas, de las cuales 800.000 huyeron de sus países cruzando fronteras y convirtiéndose en refugiadas.
Afganistán sigue siendo el mayor productor de refugiados (2,7 millones), seguido de Irak (1,4) Somalia (1,1), Sudán (500.000) y la República Democrática del Congo (491.000). Aproximadamente cuatro quintas partes de la población mundial de refugiados han huido hacia sus países vecinos y esto se refleja en las importantes bolsas de refugiados que hay, por ejemplo, en Pakistán (1,7 millones), Irán (886.000), Kenia (566.500) o Chad (366.500).
En cuanto a los países industrializados, Alemania encabeza la lista como el país que más refugiados acoge con 571.700. Por su parte, Sudáfrica fue el que tuvo mayor número de solicitantes de asilo (107.000), una situación que se ha venido manteniendo así desde hace cuatro años.
Los refugiados de Dadaab
Médicos Sin Fronteras ha querido destacar hoy la situación del medio millón de refugiados somalíes en los campos de Dadaab (Kenya), que, diseñados como una solución temporal para dar refugio a los somalíes que huían de la guerra civil en su país, suman ya 20 años y se han convertido en residencia permanente de la mayoría de aquellos que acudieron buscando refugio.
Dadaab es el mayor campo de refugiados del mundo. Sus cinco campos (Dagahaley, Hagadera, Ifo, Kambios e Ifo2) albergan a 465.611 refugiados registrados oficialmente y a decenas de miles más que no han podido registrarse. Tres cuartos de la población son menores de 12 años, mujeres y personas mayores.
En los últimos meses, las condiciones de inseguridad han estado amenazando aún más la ya precaria situación de este medio millón de personas.
Sobre dicha situación versa el informe «Dadaab un refugio incierto», que describe la situación de medio millón de refugiados que viven en condiciones cada vez más inseguras y en el que se reclama la búsqueda de alternativas a dichos campos.
Según MSF, «pasado el breve episodio mediático del verano de 2011, la crisis de Dadaab ha vuelto a quedar en la sombra, mientras la comunidad internacional centra su mirada en el problema de los piratas y en la consolidación de Somalia como Estado». Ante esta situación, la organización propone como posibles alternativas tales como llegar a un compromiso internacional para la obtención de cuotas más amplias para el reasentamiento en otros países, el traslado de la población refugiada a campos seguros de dimensiones más manejables y/o la creación de mecanismos que fomenten la autosuficiencia entre los refugiados.
España y los refugiados
Por su parte, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) presentó ayer su informe anual, en el que destaca cómo las peticiones de asilo se han reducido en un 65% en los últimos 10 años.
En 2011 se concedió protección internacional en España a un total de 1.010 personas –de ellas, a 340 se les reconoció como refugiados, 650 consiguieron protección subsidiaria y a 20 se les concedió por razones humanitarias-.
Medidas como el requerimiento del visado de tránsito para ciertas nacionalidades y la «externalización de fronteras» -de forma que se hace recaer la responsabilidad de gestionar estas peticiones en los países de origen, muchos de ellos no democráticos-, dificultan aún más el inicio del trámite.
Además, España no reconoce como condiciones para obtener el estatus de refugiado la persecución por motivos de orientación sexual o identidad de género, la que generan las maras y bandas de crimen organizado, o la pertenencia a redes de trata de personas.
Para denunciar esta realidad, y como conmemoración del Día Mundial del Refugiado, CEAR ha lanzado la campaña «No entran», que caricaturiza la falta de solidaridad y el mal trato que, en demasiadas ocasiones, reciben quienes llegan a nuestra frontera.