Desafíos para el sector y los actores humanitarios: incidente crítico de MSF en Camerún (Detención de personal humanitario)
A finales de 2021 y principios de 2022, en el suroeste de Camerún, cuatro personas trabajadoras de Médicos Sin Fronteras (MSF) fueron detenidas, mantenidas en prisión preventiva durante casi un año y posteriormente absueltas. Los cargos presentados no eran claros y parecía que tenían más que ver con la presencia humanitaria en la región anglófona que con cualquier acción criminal llevada a cabo por alguno de estos compañeros y compañeras.
Desde el momento de las primeras detenciones, y a lo largo del proceso que condujo a la exoneración de nuestros colegas, MSF insistió en su inocencia y criticó la lógica de las acusaciones, que en gran medida asociaban la atención médico-humanitaria a la comisión de un delito.
Este artículo revela un ejemplo concreto de criminalización de la ayuda humanitaria, que, a su vez, es un problema planteado de manera recurrente desde hace décadas con pocos avances para proteger realmente la acción humanitaria.
Por el momento, y afortunadamente, este tipo de casos no son frecuentes. Sin embargo, la experiencia de estas detenciones ha enfrentado a MSF a varios retos inesperados, y no solo en el ámbito legal. Durante meses estuvimos confrontados ante el dilema de proteger el espacio humanitario para las poblaciones necesitadas o proteger a nuestro personal cuando hay tensiones con las autoridades sobre la prestación de asistencia a las poblaciones necesitadas.
Son cuestiones para las que la mayoría de las organizaciones no están preparadas, desestabilizan la acción humanitaria y no se ajustan a los principios del derecho internacional humanitario (DIH). Al compartir nuestra experiencia y los retos que supuso, esperamos aportar una perspectiva útil.