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Bush-Olmert: cheque en blanco renovado

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(Para Radio Nederland)
Por segunda vez en el año Ehud Olmert visita Washington en su condición de aliado principal en Oriente Medio. Consciente de que cuenta con un respaldo inequívoco para mantener el rumbo de la estrategia heredada de su patrón, Ariel Sharon, Olmert busca renovar el cheque en blanco que la administración estadounidense le viene concediendo desde hace años para gestionar los problemas que tiene con sus vecinos.

En realidad, el primer ministro israelí apenas necesitaba realizar el viaje para constatar que el apoyo se mantiene. Para cualquier observador atento, bastaría con recordar como actuó su protector en el pasado verano, con ocasión del conflicto israelí con Hezbollah, retardando la presión para acordar un alto el fuego hasta que la lógica militar israelí no lo considero adecuado. Más recientemente, en concreto la pasada semana, Estados Unidos volvió a utilizar por enésima vez su poder de su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear una resolución crítica con el comportamiento de Israel en la matanza de 19 civiles palestinos en Beit Hanun. Este comportamiento, que le otorga a Israel un grado de impunidad internacional sin igual, facilita a los gobernantes israelíes un inmenso margen de maniobra para empecinarse en el error que supone creer que puede resolver sus problemas vecinales por la fuerza bruta.

Ahora, después del tropiezo republicano en las elecciones legislativas del pasado martes, Olmert necesitaba de algún modo constatar en directo que nada sustancial ha variado con la resurrección del partido demócrata en la política nacional estadounidense. Cuenta para ello con que el presidente Bush sigue manteniendo un amplio poder ejecutivo en la dirección de la política exterior, así como con el tradicional apoyo demócrata a la causa israelí. En definitiva, puede volver a casa con la percepción de que podrá seguir actuando del mismo modo contra los intereses palestinos, sin que haya en el horizonte ninguna sombra que oscurezca el camino (sea en forma de un reconocimiento formal del nuevo gobierno palestino que se está gestando en los Territorios Ocupados, que echaría por tierra el bloqueo total que pretende colapsar Gaza y Cisjordania; de un renovado proceso de paz, inexistente hoy; o de una conferencia internacional que le obligara a modificar su orientación actual). En todo caso, si Olmert regresa con alguna duda en la maleta, será en relación con Irán. No tanto porque Washington vaya a impedir, si finalmente Tel Aviv llegara a la conclusión de que es preciso golpear militarmente a Teherán, una acción de esa naturaleza, como por el hecho de que cabe imaginar que Estados Unidos se vea forzado ahora a iniciar algún tipo de diálogo con el régimen iraní, aunque sólo sea para evitar un empeoramiento aún mayor del escenario iraquí.

“Sin novedad en el frente” (estadounidense), podrá comentar el primer ministro israelí a sus generales a modo de resumen del viaje.

Entrevista con Jesús A. Núñez Villaverde en Radio Nederland: http://cgi.omroep.nl/cgi-bin/streams?/rnw/smac/2004/jesus_nunez_20061114.wma

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