investigar. formar. incidir.

Menú
Actualidad | Artículos en otros medios

Una mirada inquisitiva sobre «la primavera árabe», entre la cautela y la esperanza

(Para Razón y fe)

La opinión pública occidental acogió con alegría y satisfacción las movilizaciones ciudadanas que durante los primeros meses del invierno de 2011 desalojaron del poder a los dictadores de Túnez, Egipto, Libia y Yemen.

Quedan todavía, pese a la guerra civil que se está librando en Siria, dieciocho en pie.

Resulta extraño que más de 300 millones de personas tengan que vivir en la pobreza y sin los más mínimos derechos humanos en países potencialmente ricos pero muy mal administrados y gobernados.

Pocos asuntos de la agenda internacional han acaparado tanta atención este pasado año como el que se ha dado en llamar «la primavera árabe». Con alegría apenas contenida, en unos casos, y con notable aprensión, en muchos otros, han sido innumerables las reacciones que han provocado los acontecimientos registrados en algunos países árabes, sin que a día de hoy sea posible todavía establecer un balance sólido sobre sus resultados. Hablamos de unas movilizaciones ciudadanas que, por plantearse cambios estructurales, necesitan mucho más tiempo del transcurrido hasta ahora para poder cristalizar en algo que permita, finalmente, aventurar un juicio determinante.

Mientras tanto, conviene aclarar al menos un malentendido de partida, referido a la propia denominación de «primavera». Sin vínculo ninguno con la estación en la que comenzó el proceso de revueltas (Túnez, 17 de diciembre de 2011, a finales de otoño), esa ocurrencia mediática puede resultar sugestiva si lo que se busca es llamar la atención de la opinión pública y fijar un nombre fácilmente reconocible, bajo el que enmarcar todo lo que tenga conexión con los acontecimientos que se han ido sucediendo desde entonces. Pero resulta no solo incorrecta, sino incluso contraproducente si, como está sucediendo, el florecimiento de esa supuesta primavera se retrasa sine die o, peor aún, si se da por hecho que lo ocurrido hasta hoy ya puede interpretarse como un cambio sustancial con respecto a lo anterior…

Artículo completo en pdf aqui

 

 

 

 

Publicaciones relacionadas