Una mirada humanitaria: Juan Bartolomé

20 años de cooperación española resumidos en una colección de 125 fotografías
Una mirada humanitaria: Juan Bartolomé, no es un simple catálogo de fotos, sino el testimonio de una persona cuya contribución a la ayuda humanitaria española de las pasadas décadas ha sido decisiva. Su vocación de servicio a los demás ha sido una constante en su vida profesional y ha conocido sus manifestaciones más visibles desde el Instituto Social de la Marina y desde la Agencia Española de Cooperación Internacional. Pero si algo caracteriza a Juan es su magia en las distancias cortas, en las que no caben reservas ni dobleces. Y eso se valora, aunque no sea fácil explicarlo. En estos tiempos en los que el reloj constriñe nuestras vidas, él es de esa rara especie que no le importa dedicar el tiempo que sea preciso si detrás de él hay una persona. Y no piensen que esa actitud es únicamente para con los enfermos o víctimas de catástrofes, así es con todos. Y tan rara virtud tiene su merecido castigo con el cariño unánime de jefes, subordinados y compañeros que en él vemos, ante todo, un amigo.
En el Instituto Social de la Marina fue el arquitecto y primer director del Centro Radio Médico Español, que este año ha cumplido 27 de servicio, siendo una referencia mundial en la atención sanitaria a tripulaciones. En la Agencia ha sido el principal exponente de la ayuda de emergencia en los pasados catorce años. Es difícil no haberlo visto subiendo a los aviones que partían hacia Ruanda, Centroamérica, Iraq, Indonesia, Pakistán….tras cada catástrofe natural. Son tantos los países donde ha desplegado su ayuda «humanizada» que sería más fácil enumerar a los que no ha tenido que viajar. Y aquí se sugiere otra cualidad característica de Juan, su lealtad. Lealtad a la institución a la que se debe, a sus superiores, a sus compañeros y a su país, España.
En estos años muchas cosas han sucedido. En los últimos dos la ayuda humanitaria de la AECI ha experimentado un impulso como nunca antes había tenido, pero lo esencial, la dimensión humana de la respuesta estaba asegurada con el querido «Doctor».Y ha creado escuela. En la actualidad son muchos los compañeros que hacen suyas las prioridades y los sacrificios que Juan siempre respetó y fielmente asumió.
Los que hemos tenido la suerte de viajar con Juan podemos afirmar en calidad de testigos que dondequiera que haya estado anteriormente, Juan Bartolomé ha dejado a su paso un reguero de amigos y un testimonio perdurable de rigor profesional.
La publicación de este libro ha sido posible gracias a la implicación y colaboración de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), en la cual Juan Bartolomé fue el jefe del Servicio de Emergencias durante casi 15 años.