Un ejército europeo: ¿maldición o necesidad?
Para elDiario.es
La percepción de las carencias existentes, con Ucrania como incentivo de última hora, parece haber acelerarado la dinámica comunitaria en el terreno de la política exterior, seguridad y defensa.
Para aquellos que piensan que nadie codicia lo ajeno y que nadie tiene ansias irrefrenables de dominio y poder sin ajustarse a las normas éticas y legales que nos hemos dado, la existencia misma de los ejércitos como instrumento de disuasión y de último recurso es inadmisible y hasta innecesaria. Para el resto, partiendo de la idea de que todos los Estados tienen derecho a la defensa para salvaguardar sus legítimos intereses, contar con unas fuerzas armadas encargadas de garantizar la seguridad de sus ciudadanos es un imperativo inexcusable.