Trabajo infantil: una realidad compleja
“El movimiento son miles de corazones que no cobramos salarios y estamos ahí dispuestos a ayudarles” Seynabou Pouyé, miembro del Movimiento de Niños, Niñas y Adolescentes de África.
De los 218 millones de niñas y niños, de entre cinco y diecisiete años, que trabajan en el mundo, 126 lo hacen en condiciones peligrosas y 8,5 en condiciones de esclavitud. El trabajo infantil existe en casi todos los países en desarrollo
Por Pepa Horno Goicoechea
“El movimiento son miles de corazones que no cobramos salarios y estamos ahí dispuestos a ayudarles” Seynabou Pouyé, miembro del Movimiento de Niños, Niñas y Adolescentes de África.
De los 218 millones de niñas y niños, de entre cinco y diecisiete años, que trabajan en el mundo, 126 lo hacen en condiciones peligrosas y 8,5 en condiciones de esclavitud. El trabajo infantil existe en casi todos los países en desarrollo, y también en muchos países industrializados. En los países en desarrollo el mayor porcentaje se concentra en las zonas rurales, pero también existen muchos niños y niñas que trabajan en las ciudades.
Save the Children define trabajo infantil como aquella actividad humana (remunerado monetariamente, remunerado en especie, apoyo en el hogar, en la familia) que dignifica al ser humano, a diferencia de la explotación infantil que se define como aquella actividad realizada (con o sin remuneración económica) que impida el cumplimiento de los derechos humanos, como el derecho a una educación, a la recreación, al no ser maltratados, etc. y que constituyen delitos a ser tipificados en el código penal.
Save the Children considera imprescindible diferenciar el trabajo infantil en condiciones dignas que contribuye al ejercicio de su derecho a la supervivencia, la educación y el pleno desarrollo de cualquier forma de explotación, que debe ser erradicada como actividad delictiva y que atenta contra los derechos de los niños, niñas y adolescentes implicados. Dentro de la explotación infantil incluimos fenómenos como la explotación sexual infantil en prostitución, la explotación laboral en mendicidad, trabajo forzoso en minas o el reclutamiento de niños y niñas soldado, entre otros fenómenos. La valoración crítica no considera al trabajo como una actividad negativa per se, si no las condiciones en las que los niños, niñas y adolescentes (igual que para los adultos) deben realizar su actividad productiva.
Save the Children concibe además a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos y actores sociales de su propio desarrollo tanto individual como colectivo. Los movimientos de niños, niñas y adolescentes trabajadores que han surgido en los últimos años en distintas regiones del mundo son para Save the Children uno de los agentes clave para el desarrollo de medidas políticas, legislativas y sociales sobre trabajo infantil. Ellos son la voz legítima sobre una problemática de la que son los protagonistas directos. Pueden y deben participar en la toma de decisiones que les afectan.
Los movimientos y organizaciones de NATs (Niños, niñas y adolescentes trabajadores) surgen a finales de la década de 1970 en primer lugar en Latinoamérica, y luego durante los años de1990 también en África y en Asia. Los movimientos de NATs declaran que:
“Insistimos que los adultos, las autoridades, las ONG´s, y las organizaciones regionales, internacionales y mundiales, y la sociedad entera:
• Reconozcan nuestro Movimiento.
• Nos apoyen a fortalecer nuestro Movimiento Mundial a nivel local, nacional, y mundial, asegurando nuestra participación en la toma de decisiones sobre los aspectos que nos conciernen.
• Garanticen el cumplimiento de nuestro derecho a la participación y a ser escuchados e insistimos que las personas de prensa nos den espacios en todos los medios para llevar nuestra voz a la sociedad en general.”
Los movimientos, algunos con más de 30 años de experiencia, están formados y organizados únicamente por niños y niñas. Una vez cumplidos los 18 años deben dejar el movimiento y pasan, si son elegidos por los NATs, a ser colaboradores o acompañantes. En general, cuentan con representantes nacionales, regionales, y en algunos casos por localidad.
La diferencia entre trabajo y explotación y el reconocimiento del papel de los Movimientos de Niños, niñas y adolescentes trabajadores son los dos presupuestos base de la postura de valoración crítica del trabajo infantil que apoya Save the Children como organización de promoción y defensa de los derechos del niño. El referente de nuestra actuación es la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas que en su artículo 32 establece que:
“Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”.
Así mismo en su artículo 12, establece el derecho a garantizar unas condiciones de vida dignas, dentro y fuera del trabajo, a los niños y niñas:
1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño.
2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado, en todo procedimiento judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de procedimiento de la ley nacional.
Desde una perspectiva de derechos de la infancia el trabajo digno es el que permite al niño o niña contribuir a la supervivencia y bienestar propio y de su familia, formarse como persona compatibilizándolo con la educación y el ocio, y realizarlo en condiciones de seguridad, higiene y sueldos adecuados, sin sufrir ninguna forma de maltrato. Por eso, desde este marco distinguir entre el trabajo digno y la explotación es fundamental. El primero ha de ser garantizado para todos aquellos niños, niñas y adolescentes que deseen o necesiten ejercerlo, la segunda ha de ser erradicada.
Sin embargo, dentro del marco legal internacional desarrollado sobre trabajo infantil, el Convenio 182 sobre las peores formas de trabajo infantil (1999) de la OIT abarca dentro de la expresión de “las peores formas de trabajo infantil” todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud (venta y tráfico de niños, servidumbre por deudas, trabajo forzoso, etc.), utilización, reclutamiento o oferta de niños y niñas para la prostitución, pornografía, actividades ilícitas (por ejemplo producción y tráfico de estupefacientes), o el trabajo que por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo es probable que dañe la salud, seguridad o moralidad de los niños.
Save the Children trabaja para que no se establezcan políticas únicas en un problema cuya complejidad no admite decisiones uniformes ni posicionamientos extremos, ni la abolición total del trabajo infantil ni su legitimización total tienen sentido. La prohibición total de cualquier forma de trabajo para menores de 18 años impide el ejercicio de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y puede además en determinadas situaciones llevarles a un riesgo de sufrir una mayor explotación, dado que ante la necesidad de supervivencia, puedan verse abocados a trabajar en condiciones de esclavitud, en vez de en condiciones dignas.
Save the Children exige que ninguna de las políticas que se desarrolle implique la criminalización de los niños, niñas y adolescentes trabajadores ni a aquellos que les posibilitan trabajar de forma digna, sino que persigan a quienes los someten a condiciones de explotación. para que éstos puedan gozar de sus derechos y no ser explotados, sean consultados para la elaboración de políticas que les conciernen y puedan hacer realidad su derecho a la educación y a la salud a través de sistemas educativos y sanitarios flexibles y adaptados a su realidad.
BIBLIOGRAFÍA
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Elisa Chuliá (2006?). «Voces a contracorriente». Entrevista Revista Panorama Social sobre la historia y el movimiento social de los NATs, los niños, niñas y adolescentes trabajadores en Latino América.
Exposiciónes
NATS – La voz de la Niñez trabajadora: Los niños, niñas y adolescentes trabajadores (NATs) explican su situación.
Hacemos girar el mundo: Una exposición interactiva para niños, niñas y adolescentes de edades 10-16. http://www.savethechildren.org.uk/eyetoeye/espanol/abouttheproject/exposition.htm