Taiwán, el termómetro de la batalla por el dominio planetario entre China y EEUU
Para elDiario.es
Las declaraciones altisonantes y demostraciones militares en esta nueva crisis no suponen un cambio radical, pero aumentan la posibilidad de una escalada por accidente o mala interpretación y también queman etapas en un proceso de confrontación que no augura nada bueno.
No consta si Nancy Pelosi conoce el soneto cervantino que remata con el famoso “Y luego, incontinente, caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese, y no hubo nada”. En todo caso, se podría aplicar con ocasión de su polémica visita a Taiwán, con la que ha levantado una polvareda vacía de contenido, sobre todo para los intereses de los casi 24 millones de habitantes de la isla. Una isla que Pekín considera propia y que solo una quincena de países, entre los que irónicamente no figura Estados Unidos, reconocen como Estado.