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Somalia: una profunda crisis humanitaria

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Familias somalíes en los abarrotado s campos de refugiados de Dadaab. Fuente: EACNUR

Somalia es uno de los estados más pobres del planeta. Muchos la definen como un estado fallido, que vive en una situación de colapso político y social desde hace décadas. Su población está sometida a una profunda crisis humanitaria, causada no sólo por el conflicto armado, sino también por la sequía que viene azotando al país durante los últimos años, padeciendo hambrunas y viéndose obligada a realizar desplazamientos masivos. Es un caso paradigmático de emergencia política compleja: una crisis olvidada.

Desde 1991, la violencia continua, la permanente condición de pobreza y las repetidas sequías e inundaciones, junto con la hiperinflación de los precios de los cereales, la devaluación del chelín, y el incremento de la piratería, han conducido a una pérdida de los medios de sustento y ha deteriorado aún más la ya precaria situación de millones de personas. La vulnerabilidad a la que está expuesta la población somalí es enorme, y es debido principalmente a la falta de acceso a agua potable, a servicios de saneamiento y salud, y a la inseguridad alimentaria,  la cual está provocando una elevada malnutrición.

El 21 de agosto de 2009, la Unidad de Análisis de Nutrición y Seguridad Alimentaria (FSNAU) de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) declaró que cerca de 3,8 millones de personas requieren ayuda humanitaria en Somalia, representando un incremento del 17% respecto a enero de 20091.

La malnutrición es un problema grave en Somalia, sobre todo en las regiones  que más han sido afectadas por la sequía, donde en varias de ellas el índice de malnutrición aguda es superior al 20%. Además, la media del país es superior al 15%, lo que coloca a ambos resultados en valores superiores al umbral de emergencia2.

Desde enero de este año, los niveles de malnutrición en varias regiones del país se han deteriorado. Actualmente se estima que 1 de cada 5 niños sufre de malnutrición aguda y que 1 de cada 20 padece malnutrición severa: 285.000 niños menores de cinco años padecen malnutrición aguda, de los cuales, 70.000 padecen malnutrición severa y tienen un gran riesgo de morir si no se les suministra la apropiada atención sanitaria. Más de 2/3 de estos niños se encuentran en la región central y sur del país3.

El número de desplazados internos se ha duplicado desde 2006, llegando a alcanzar el número de casi 1,3 millones de personas4.

Esto se ha debido principalmente a la inseguridad de la población civil en los enfrentamientos armados, que últimamente se están recrudeciendo. Pero también hay otros motivos como las sequías e inundaciones. Como consecuencia de este hecho, no sólo hay desplazados, sino también hay un elevado número de refugiados que busca cobijo en otros países como Etiopía, Yemen y Kenia, y un gran número de solicitantes de asilo. Los refugiados y desplazados, muchas veces están en campos sobresaturados, donde tienen que vivir en unas condiciones muy precarias.

A todo esto, además, debemos añadirle el gran problema de la seguridad y el acceso humanitario en Somalia. En el terreno, muchos trabajadores humanitarios son blanco de milicias armadas, ya sea secuestrándolos para obtener un rescate, o incluso asesinándolos; también, los bienes humanitarios son objeto de saqueos. Estos hechos están produciendo que la presencia de agencias internacionales y de ONG vayan disminuyendo en el país, al igual que muchas actividades humanitarias sean interrumpidas.

La región central y sur del país, que es donde más gente necesita asistencia, son las zonas donde no cesan los enfrentamientos armados, convirtiéndolas en las regiones más inaccesibles para las operaciones humanitarias.

Los mecanismos humanitarias que se están llevando a cabo en el país, como el Proceso de Llamamientos Consolidados (CAP) para Somalia y los de la Comisión Europea, no son suficientes. En los últimos años, los fondos requeridos  por el CAP han ido aumentando, pero nunca se ha llegado a recibir todo el dinero solicitado. Igualmente, los fondos destinados a Somalia por la Comisión Europea han aumentado, lo que se podría interpretar como una mayor implicación. Pero realmente, en los debates internacionales sobre Somalia, la población civil somalí se encuentra en un segundo plano, cuando tendrían que ser el centro de los mismos.

Parece que hay muchos intereses que prevalecen sobre el bienestar de la población.

Hay que señalar, que la intensificación de la piratería en las costas de Somalia está empeorando la situación, debido a que está produciendo la desviación de la atención de la comunidad internacional del verdadero problema somalí. Muchas empresas internacionales ven peligrar el transporte de sus mercancías, al igual que intereses nacionales de países occidentales están siendo afectados. De ahí que se haya desplegado una respuesta internacional con la operación Atlanta, destinando cuantiosos medios y fondos, sin embargo no parece que el objetivo primordial sea la protección de población somalí o que millones de personas se queden sin recibir la ayuda que necesitan cuando son secuestrados barcos con material humanitario. Esta operación está minimizando las consecuencias de la piratería en los intereses comerciales de los países afectados. Es acertado pensar que una de las principales causas de la piratería en Somalia es que se trata de un estado fallido y, por ello, la solución a este problema debería estar más encaminada a la reconstrucción del estado, objetivo que no está dentro de la operación Atlanta. Asimismo, otra de las críticas que recibe la operación Atlanta por parte de organizaciones humanitarias es la pasividad de los militares que participan en dicha operación ante barcos de refugiados en situación de peligro.

En lo que llevamos de año, ha habido nuevos enfrentamientos en Mogadiscio, entre los islamistas y las milicias. En enero, a la elección del nuevo presidente le siguieron graves enfrentamientos.

El ocurrido en mayo, provocó la huida de una buena parte de la población hacia Yemen en búsqueda de protección en los campos de refugiados. En agosto se produjeron tiroteos en Gaalkacyo entre las milicias y los predicadores islámicos. En el mismo mes, una base de las operaciones de mantenimiento de paz que estaba asentada en Mogadiscio fue atacada. Asimismo, grupos islamistas de al-Shabaad están secuestrando a occidentales para conseguir fondos de financiación, están robando equipamiento a Naciones Unidas y cruzando la frontera de Kenia para reclutar personas de los campos de refugiados. Todos estos hechos parecen indicar que el conflicto somalí en está lejos de solucionarse.

El pasado 23 de abril tuvo lugar ”La conferencia de donantes para Somalia” en Bruselas, donde se reunieron los donantes para recaudar fondos y buscar posiciones comunes de la comunidad internacional hacia Somalia. El resultado fue la recaudación de 164 millones de euros para intentar resolver los problemas de seguridad y piratería del país, cantidad a la que se sumarán 48 millones en materia de ayuda humanitaria que aportará la Unión Europea5. Las esperanzas puestas en esta conferencia se han visto truncadas, ya que se vuelve a demostrar una vez más que la población somalí no es el objetivo primordial de los debates internacionales.

Sin embargo, existen unos tenues intentos por parte de la comunidad internacional para tratar de resolver esta crisis. Francia y España han propuesto la celebración de una conferencia internacional sobre la situación de Somalia, a la cual todavía no se ha puesto fecha. Pero ciertamente, las declaraciones de uno de los dirigentes, “Se trataría de dar una respuesta a la situación de ese país que preserve nuestra seguridad\\\» , hacen mirar con bastante recelo los intereses de  dicha conferencia. El pasado mes de julio, la UE acordó el estudio de nuevas vías de apoyo al gobierno somalí . Dejemos que el tiempo nos muestre a que tipo de “apoyo” hacen referencia y si siguen quedando en un lejano segundo plano las condiciones precarias a las que sigue sometida la población somalí, en espera de una adecuada, definitiva e inminente actuación.

Notas:

1.- United States Agency for International Development (USAID), “ Somalia: Complex Emergency Situation Report nº8 (agosto 2009).
2.- www.fsnausomali.org/ nutritional analysis ( 18 de mayo 2009).
3.- FSNAU “FSNAU Post Gu 2009 Food Security and Nutrition Special Brief”
4.- www. unhcr.org
5.- www.lne.es, “La conferencia de donantes para Somalia recauda 164 millones para atajar la piratería”, 24 abril 2009.

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