Siria, ¿salvación o caos?
Para ElPaís
La generalizada alegría en el país por la caída de El Asad va inevitablemente acompañada de cautelas sobre su futuro inmediato.
Nadie, y eso incluye a los llamados rebeldes y al propio Bashar el Asad, podía pronosticar que lo que comenzó el pasado 27 de noviembre iba a desembocar 11 días después en el colapso de un régimen que llevaba más de medio siglo explotando a su propia población. Por supuesto, se sabía que la situación económica era mala y que las condiciones de vida de la mayoría de la población no hacían más que empeorar. También era conocido el generalizado malestar social con