«Son los derechos de las personas afectadas por desastres o conflictos los que nos unen»
(Proyecto Esfera)
Erik Johnson es presidente de la Mesa Directiva del Proyecto Esfera, iniciativa voluntaria que reúne un amplio abanico de organizaciones humanitarias en torno a un objetivo común: mejorar la calidad de la asistencia humanitaria y la rendición de cuentas de los actores humanitarios frente a sus miembros, a los donantes y a la población afectada.
Johnson nos habla en esta entrevista sobre los desarrollos recientes en el Proyecto y adelanta algunas novedades. También explica cómo y por qué se trata de lograr «mayor coherencia» en las normas humanitarias.
Usted se desempeña como presidente de la Mesa Directiva del Proyecto Esfera desde junio de 2011. Después de casi un año en el cargo, ¿puede hacer un balance de la situación actual del Proyecto y de su evolución probable?
El Proyecto Esfera avanza satisfactoriamente e inicia una etapa nueva y apasionante. Hace un año, publicamos la tercera edición de la Carta Humanitaria y normas mínimas para la respuesta humanitaria, más conocida como Manual Esfera, que fue acogida con satisfacción por la comunidad humanitaria de todo el mundo.
El número de traducciones disponibles, las cifras de ventas, el número de descargas del sitio web muestran que hay una importante demanda del Manual. Al mismo tiempo, vemos que se imparten seminarios de formación en todo el mundo.
Éstos son signos muy alentadores. Sin embargo, de lo que estamos más orgullosos es del aporte de organizaciones e individuos que han contribuido al nuevo Manual.
La nueva versión de la Carta Humanitaria llega en un momento particularmente importante en la historia de la acción humanitaria, un momento en que los principios que en ella se defienden son más necesarios que nunca.
Al mismo tiempo, la salud institucional del Proyecto Esfera se refleja en los acuerdos de colaboración con otras organizaciones que elaboran normas humanitarias complementarias a las nuestras en los ámbitos de la educación, la gestión de la ganadería y la recuperación económica.
¿Se han registrado nuevos avances? ¿Qué novedades se prevén?
Sí. La oficina del Proyecto Esfera está trabajando en la elaboración de un curso de enseñanza virtual que permitirá llevar a cabo, de forma autónoma, un ambicioso programa de formación en los principios y las normas del Proyecto Esfera.
Este curso virtual será complementario a los métodos tradicionales de formación como talleres y seminarios. De esta forma, los trabajadores humanitarios y los voluntarios podrán aprender a través de una experiencia interactiva, con entornos y dilemas complejos y difíciles como los que enfrentan los trabajadores en el terreno.
Estamos muy entusiasmados y prevemos una gran demanda para este nuevo instrumento de aprendizaje, que estará disponible a fin de año en el sitio web del Proyecto Esfera en inglés, francés y español.
En cuanto a las nuevas tecnologías, el Manual Esfera contará pronto con un minisitio web, y estará disponible en forma de libro electrónico. También hemos dado los primeros pasos, junto con otras cinco organizaciones humanitarias que trabajan en el establecimiento de normas, para examinar la eventual accessibilidad de las normas por medio de teléfonos inteligentes y dispositivos portátiles.
El año pasado, el Proyecto Esfera, junto con People In Aid y la Asociación Internacional para la Responsabilidad Humanitaria (HAP) pusieron en marcha la Iniciativa sobre normas conjuntas. ¿En qué consiste esta iniciativa?
El Proyecto Esfera nació hace 15 años en un panorama humanitario en el que apenas había normas de calidad y rendición de cuentas. Ahora, todo eso ha cambiado. El número y la complejidad de las normas ha contribuido a lograr un nivel de profesionalidad de los actores humanitarios mucho más elevado.
Las normas por sí solas no pueden aportar la calidad y la rendición de cuentas, pero constituyen la base de esa labor. Sin ellas, no es posible acordar una definición de calidad y rendición de cuentas en la acción humanitaria.
La Iniciativa sobre normas conjuntas tiene un objetivo sencillo: facilitar el aprendizaje de las normas y su puesta en práctica por los trabajadores humanitarios, en beneficio de las personas afectadas por desastres o conflictos. En eso consiste la iniciativa.
Creemos que, juntos, podemos conseguir una mayor coherencia en las normas humanitarias. Desde julio de 2011, cuando los representantes de las tres iniciativas nos reunimos con el fin de fortalecer la colaboración, estamos embarcados en un diálogo para alcanzar este objetivo sencillo pero ambicioso.
Hasta ahora, hemos enviado un equipo conjunto para apoyar las actividades sobre calidad y rendición de cuentas en el Cuerno de África y hemos puesto en marcha el portal web JointStandards.org, donde los trabajadores humanitarios pueden encontrar todas nuestras normas en un solo lugar.
Las mesas directivas de las tres organizaciones se reunieron por primera vez a fines de abril de 2012 y estamos ultimando los detalles de un proceso que comprende una amplia consulta de las partes interesadas. Los resultados de esta consulta y las propuestas para lograr «mayor coherencia» se presentarán en un foro sobre normas humanitarias que tendrá lugar en la primavera (boreal) de 2013.
¿Cómo podría materializarse esta «mayor coherencia»?
No podemos prever los aspectos concretos o qué cambios serán necesarios. Un elemento fundamental del proceso consiste en consultar y escuchar a las principales partes interesadas, incluidos los trabajadores humanitarios en el terreno. Esto se basa en los principios que han dado solidez al Proyecto Esfera: un diálogo fundamentado entre expertos y un enfoque basado en pruebas.
Estamos convencidos de que normas coherentes, fáciles de usar y sencillas tienen mayores probabilidades de ser aplicadas y, si son aplicadas, tienen más probabilidades de mejorar decisivamente la vida de las personas afectadas por conflictos o desastres. Por esa razón pusimos en marcha la Iniciativa sobre normas conjuntas.
¿Por qué este proceso tiene lugar ahora?
Nunca olvidaré la experiencia de estar sentado en la sala de formación de una organización no gubernamental birmana, poco después del ciclón Nargis en 2008, donde docenas de trabajadores humanitarios nuevos e inexpertos, empapados por la lluvia, participaban por primera vez en un taller sobre normas humanitarias.
Más tarde, cuando pregunté a uno de los participantes lo que pensaba de la formación, me dijo que el sistema era confuso y que hubiera preferido pasar el día distribuyendo alimentos. No pude dejar de sentir que le habíamos fallado.
El número de normas humanitarias ha aumentado notablemente desde que comenzó el Proyecto Esfera. Muchas de ellas se encuentran ahora en su segunda o tercera revisión, y cada nueva versión se fundamenta en una mayor experiencia y pruebas, reflejando cambios en el sector. Como resultado, el sistema humanitario ofrece una mejor rendición de cuentas y presta una asistencia de más calidad.
Por consiguiente, la necesidad de contar con normas y principios, así como con enfoques dinámicos y flexibles para hacer frente a los nuevos desafíos, se manifestan y demandan nuestra atención al mismo tiempo. Este es el reto que nos ocupa, convencidos como estamos de que el mundo necesita más que nunca normas humanitarias, así como los principios en los que estas se sustentan.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias para el Proyecto Esfera en este proceso?
Sin perjuicio del resultado del proceso en el que nos hemos embarcado como Iniciativa sobre normas conjuntas, estimo que los principales elementos sobre los que se asienta el éxito del Proyecto Esfera tienen futuro, cualquiera sea la forma adopte la «mayor coherencia» que buscamos.
La Carta Humanitaria se ha ganado un lugar propio en la conciencia de la comunidad humanitaria. Las normas mínimas relacionadas con el agua, los alimentos, el alojamiento y la salud reflejan la sabiduría colectiva de todo el sector humanitario, al igual que los principios de protección y las normas esenciales relacionadas con los procesos y las personas. El proceso de consulta y el enfoque basado en pruebas, que son aspectos distintivos del Proyecto Esfera, se han convertido en una característica de casi todas las normas del sector.
Más allá de esto, sería prematuro hacer conjeturas sobre el futuro.
La Iniciativa sobre normas conjuntas representa una variedad de perspectivas, pero todos juntos afirmamos que el objetivo de este proceso es mejorar el cumplimiento de los derechos de las personas afectadas por desastres o conflictos. De acuerdo con la Carta Humanitaria, esas personas tienen derecho a vivir con dignidad, a recibir asistencia humanitaria y a la seguridad y protección. Esto es lo que nos une.
¿Hay novedades con respecto a la oficina del Proyecto Esfera?
En su última reunión, que tuvo lugar en Ginebra a fines de abril de 2012, la Mesa Directiva reafirmó el papel central desempeñado por la oficina del Proyecto Esfera y expresó su satisfacción por el trabajo realizado.
Al final de este año, finalizará el actual acuerdo suscrito entre el Proyecto Esfera y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en virtud del cual esta última acoge la oficina del Proyecto Esfera. Por lo tanto, la Mesa Directiva está tratando de concertar un nuevo acuerdo con otra organización de la Mesa directiva con sede en Ginebra.
Eso significa que la condición jurídica y la ubicación de la oficina del Proyecto Esfera no van a cambiar. La organización anfitriona proporcionará el marco jurídico, así como los servicios financieros y de otro tipo que son necesarios para el funcionamiento de la oficina.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha acogido la oficina del Proyecto Esfera durante 15 años, por lo que todas las organizaciones de la Mesa Directiva están profundamente agradecidas. El compromiso de la Federación Internacional con el Proyecto Esfera se mantiene inalterado, y esperamos continuar nuestra labor conjunta.