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Obstáculos y redes de solidaridad con el movimiento zapatista

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Introducción

El movimiento zapatista, tras veinte años de historia, ha alcanzado tal complejidad que es imposible abarcarlo en un sólo artículo. El presente trabajo aborda el estudio de la solidaridad internacional, especialmente europea, con el movimiento. El reciente abandono de la dirección zapatista del subcomandante Marcos ha vuelto a poner de actualidad un movimiento del que apenas nos llegan noticias.

El movimiento zapatista se inició en el pueblo de Chiapas cuando un grupo de indígenas se alzaron en armas contra el gobierno mexicano el 1 de enero de 1994 reivindicando justicia, democracia y libertad, tres valores negados por el Estado durante décadas. Los zapatistas y el gobierno mexicano llegaron a los «Acuerdos de San Andrés Sacamch’en de los Pobres» en 1996 por los que se estableció la obligación del gobierno de reconocer y respetar los derechos de los zapatistas a la autodeterminación, a sus tierras y a su dignidad, empezando por modificar sus leyes para reflejar dicho reconocimiento y respeto y ofreciendo la posibilidad de presionar al gobierno utilizando su propio sistema jurídico. El movimiento zapatista se reconoce por su característica dialéctica revolucionaria de lucha contra la globalización y el neoliberalismo, pero no a través de la lucha violenta sino a partir de una declaración y recuperación de sus derechos desde un original corpus ideológico sobre cómo gobernar y manejar una comunidad justa, democrática y libre.

Desde aquel alzamiento, los zapatistas han trabajado por hacer reales esos derechos formando comunidades autónomas –los caracoles– en cinco zonas donde se autogobiernan y donde se han establecido escuelas y hospitales propios. Tienen comités que trabajan en diferentes aspectos del movimiento como las negociaciones con el gobierno mexicano, la colaboración con ayuda extranjera, organización interna, etc.

Obstáculos

El movimiento zapatista se ve cada día amenazado y atacado de diversas formas por el gobierno mexicano, que continúa violando los derechos de los pueblos indígenas a la autodeterminación y a sus tierras, apoyando, según todos los datos, intervenciones violentas tales como secuestros, violaciones de las mujeres indígenas, torturas o desapariciones forzadas, tanto a miembros de estas comunidades como a quienes les apoyan2. Mientras tanto, el Gobierno niega nacional e internacionalmente cualquier relación con estos delitos y sigue ignorado las demandas internacionales de esclarecimiento de estas prácticas. De hecho, el gobierno hasta se dedica a intervenir con las organizaciones internacionales tras actos semejantes a los que usa contra los zapatistas3. Estos incluyen «vigilancia, hostigamiento, amenazas y agresiones» que continúan hoy en día. De este modo, el acceso de cualquier tipo de ayuda internacional a las comunidades zapatistas se hace verdaderamente difícil.

Aun así, la ayuda internacional ha logrado durante años encontrar vías de escape al laberinto impuesto por el gobierno mexicano. Desde organizaciones no gubernamentales nacionales a grupos estudiantiles extranjeros, el apoyo internacional al movimiento zapatista ha llegado tanto en forma de ayuda financiera como en especie. Entre otros, se puede destacar la distribución de materiales y fondos para la construcción de escuelas y clínicas4; la visibilidad del movimiento internacionalmente a través de la difusión de información en redes sociales e internet; las demandas al gobierno mexicano para que asuma responsabilidades y termine con el uso de la violencia y la corrupción; las manifestaciones y marchas por Europa y Estados Unidos entre otros lugares5; la promoción del estudio sobre el movimiento en la escuela o la universidad organizando viajes a las comunidades zapatistas; y encuentros con grupos internacionales para compartir ideas y planificar estrategias6. En resumen, el apoyo internacional a los zapatistas se ha convertido en algo transnacional en donde diversos grupos como estudiantes, sindicatos, ONG, colectivos, etc. participan.

En respuesta a la atención que la comunidad internacional parecía prestar al movimiento zapatista, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) formó un comité llamado la Comisión Intergaláctica del EZLN en el 2005 para «la coordinación y el seguimiento de lo internacional de La Sexta,»7 que realiza reuniones en México con entidades internacionales y promueve la participación total de los participantes.

Adicionalmente, bajo este mismo comunicado del Comité Clandestino Revolucionario del EZLN se establece algo sumamente original e importante en la historia de los movimientos revolucionarios: el uso del internet como medio de comunicación y solidaridad «con el objetivo de promover la participación de organizaciones internacionales». Así, el EZLN creó un espacio en internet llamado la Zezta Internazional.8 Dentro de este espacio electrónico hay varias fuentes manejadas por los zapatistas como el Enlace Zapatista o la revista titulada Revista Rebeldía, en la que se documentan diversos eventos, diálogos, ideas o noticias del movimiento. Estos recursos se presentan como un escaparate al mundo del movimiento zapatista con los que fortalecer su voz internacionalmente.

También los zapatistas han construido «campamentos de paz» para activistas prozapatistas nacionales (de México) e internacionales donde estos documentan las actividades del ejército federal mexicano y apoyan a las comunidades zapatistas9.

Pero el apoyo al movimiento tiene también sus desventajas. Uno de los problemas más grandes con los que se enfrenta la ayuda internacional –además de las barricadas que levanta el gobierno mexicano– es la irregularidad e insuficiencia en el financiamiento a los pueblos zapatistas que «no permiten asegurar la planificación de inversiones a mediano y largo plazo.10» Por eso los zapatistas han hecho esfuerzos por mejorar la organización de la ayuda internacional, mientras siguen apoyando su propio desarrollo interno. Por ejemplo, una de las maneras en las que las comunidades zapatistas se sostienen es a través de la venta de café y maíz a Europa y los Estados Unidos. Acerca de la asistencia internacional para la venta de café y otros aspectos económicos, la Junta de Buen Gobierno (JBG) asegura que «eso sí, no lo estamos solicitando. Simplemente las personas vienen y llegan.»11  Los zapatistas aceptan la ayuda internacional pero mantienen sus principios de autogobierno y democracia. Incluso tienen una colaboración organizada con estudiantes y educadores que vienen a apoyar a los zapatistas. Éstos colaboran con los promotores de los Consejos Autónomos en dispensar talleres y a su vez reciben una o dos semanas de entrenamiento cada trimestre12. Este significativo proyecto también refleja las ideas practicada por los zapatistas de compartir el conocimiento, que va mano a mano con la frase popular, «la conciencia es poder.»

La ideología zapatista de la democracia se refleja muy claramente en la forma de administrar los fondos exteriores que reciben sus comunidades. Como explica Bruno Baronnet en su artículo, «son los municipios los que establecen la destinación de las inversiones derivadas del apoyo solidario externo.» Las autoridades de los Consejos Autónomos revisan, negocian y sancionan la ayuda que viene del exterior, por lo tanto, si un donante determinado trata de intervenir con políticas que puedan entrar en pugna con las reglas o ideología zapatistas, éstos pueden rechazarlos o hacer las modificaciones que consideren oportunas. Al mantener autonomía en la agenda transnacional de solidaridad, los zapatistas están defendiéndose de la recolonización derivada de la dependencia de apoyo financiero exterior como puede ser, por ejemplo, el caso de Cuba, que aun habiendo logrado independizarse de los Estados Unidos, todavía se ve afectada por la presencia prevalente del capitalismo mundial y su situación económica no tiene más remedio que depender de la ayuda externa para sostenerse más allá de lo que ella misma puede.

Por lo tanto, el apoyo internacional al movimiento zapatista se convierte en cierto modo en una forma de resistencia al neoliberalismo. Aunque tenga sus riesgos y complicaciones, la ayuda sirve para que los pueblos zapatistas puedan ejercer sus prácticas comunitarias de la democracia, justicia y libertad.

Notas de referencias

Baronnet, Bruno. «Educación autónoma y solidaridad nacional e internacional en los municipios

zapatistas del Caracol de la zona Selva Tseltal, Chiapas, México.» Bulletin 70, 2008, pp. 62-68. http://www.ssa-sag.ch/bssa/pdf/bssa70_09.pdf

Colectivo Rebeldía. «Miles de rabias, un corazón: ¡vivan las comunidades zapatistas!» Revista Rebeldía. 16 de diciembre, 2010. http://revistarebeldia.org/revistas/numero75/05Rabias.pdf

Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del

Ejército Zapatista de Liberación Nacional. «Sobre lo internacional y el intergaláctico.» Revista Rebeldía 37, 28 de noviembre, 2005. http://revistarebeldia.org/revistas/numero37/03comunicadoccricgezlnnoviembre2005internacional.pdf

«Continúa la movilización internacional.» Revista Rebeldía 43. 28 de junio, 2006.

http://revistarebeldia.org/revistas/numero43/13continualamovilizacioninternacional.pdf

«Defensores y Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas en riesgo en el estado de Chiapas.» Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: 25 de junio, 2014.

http://www.frayba.org.mx/archivo/boletines/140625_defensores_dh_en_riesgo_red_tdt.pdf

«Desde la Europa solidaria: los zapatistas no están solos.» Revista Rebeldía 59. 8 de junio, 2008.

http://revistarebeldia.org/revistas/numero59/europa.pdf

«Desplazados por el conflicto armado en Chiapas.» Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: 12 de junio, 2003.

http://www.frayba.org.mx/archivo/informes/030612_desplazados_por_el_conflicto_armado_frayba.pdf

«La red internacional se moviliza por Atenco.» Revista Rebeldía 42. 28 de mayo, 2006. Asesado 20 de junio, 2014.

http://revistarebeldia.org/revistas/numero42/13laredinternazional.pdf

Navarro, Luis Hernández y Ramón Vera Herrera. «Acuerdos de San Andrés.» Ediciones Era. México: 1998. Libro.

http://books.google.es/books?hl=en&lr=&id=orZ521biXCkC&oi=fnd&pg=PA9&dq=Acuerdos+de+San+Andr%C3%A9s+Sacamch%E2%80%99en+de+los+Pobres&ots=4KrrUWmFMN&sig=iI6fcuR3oIZj14lRDNwABKqkMwg&redir_esc=y#v=onepage&q=Acuerdos%20de%20San%20Andr%C3%A9s%20Sacamch%E2%80%99en%20de%20los%20Pobres&f=false

Vassallo, Miguel. «¡Los zapatistas no están solos! Jornada Nacional e Internacional en Apoyo a las Comunidades Zapatistas.» Revista Rebeldía 70. México: 27 de abril, 2010.

actos de solidaridad por europa/»los zapatistas no están solos»

http://revistarebeldia.org/revistas/numero70/04dislocada.pdf

Zaragoza Ramírez, Mario. «Zapatistas sin fronteras. Las redes de solidaridad con Chiapas y el altermundismo.» Guiomar Rovira. México: 2009.

http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/polis/cont/20102/rse/rse9.pdf


[1] Luis Hernández Navarro y Ramón Vera Herrera, “Acuerdos de San Andrés,” Ediciones Era, México: 1998.

[2] “Desplazados por el conflicto armado en Chiapas.” Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: 12 de junio, 2003, p. 2.

[3] “Defensores y Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas en riesgo en el estado de Chiapas,” Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: 24 de junio, 2014.

[4] Bruno Baronnet, “Educación autónoma y solidaridad nacional e internacional en los municipios

zapatistas del Caracol de la zona Selva Tseltal, Chiapas, México,” Bulletin 70, 2008, p. 63.

[5] Vassallo, Miguel. “¡Los zapatistas no están solos! Jornada Nacional e Internacional en Apoyo a las Comunidades Zapatistas” Revista Rebeldía. 27 de abril, 2010.

[6] “Desde la Europa solidaria: los zapatistas no están solos.” Revista Rebeldía 59. 8 de junio, 2008.

[7] Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, “Sobre lo internacional y el intergaláctico,” Revista Rebeldía 37, 28 de noviembre, 2005.

[8] “Continúa la movilización internacional,” Revista Rebeldía 43, 28 de junio, 2006.

[9] Baronnet, “Educación autónoma,” p. 63.

[10] Ibídem,  p. 65.

[12] Ibidem, p. 63.

[13] Ibídem, pp. 63-64.

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