La guerra en irán hoy es la opción menos posible
¿En qué ha cambiado el mundo árabe desde que se produjeron las primeras revueltas?
Lo más relevante es que han desaparecido del panorama político cuatro dictadores: Mubarak, Ben Ali, Gadafi y Saleh. A destacar las movilizaciones pacíficas generalizadas al grito de «dignidad, libertad y trabajo» de una ciudadanía que quiere cambios estructurales después de la frustración por esos regímenes dictatoriales. Pero a día de hoy no se ha producido ningún cambio real de régimen, sino más bien un cambio de caras.
¿Los sucesos violentos en el campo de fútbol de Puerto Said, han sido fruto de una conspiración contra la revolución?
A quien le interesa ahora mismo que haya una situación de inestabilidad e inseguridad en el país es precisamente a los militares, ya que así les sirve para justificar su necesidad de seguir en el país hasta que consigan estabilizarlo. Esto no interesa a los partidos islamistas: el de los Hermanos Musulmanes y el salafista Nur, que próximos a tocar poder, pretenden que se culmine el proceso con las elecciones presidenciales antes de junio.
¿Ve probable que las fuerzas armadas egipcias entreguen el poder?
No. Imposible no lo es, ya que el pueblo egipcio se ha levantado contra la dictadura, sufre y soporta una dura represión desde hace un año, y no se va a rendir ahora ante el intento de los militares de mantenerse en el poder. Pero me temo que ante la falta de presión por la comunidad internacional, los militares retrasarán la entrega del poder porque son un actor económico de primera magnitud, con muchos privilegios que se resisten a ceder.
¿Qué salida ve al conflicto en Siria?
Creo que la solución tiene que venir desde dentro, aunque solo sea por convencimiento de que no va a ver una intervención militar. Creo que el régimen sirio da por hecho que no va a verla y, por ello, está jugando a resistir a toda costa y a ejercer la fuerza y represión contra su propia población. Tampoco tiene una oposición suficientemente cohesionada en el interior.
¿Qué solución tiene Libia?
Aunque yo partía de apoyar las resoluciones del Consejo de Seguridad que pretendían proteger a la población civil y hacer frente a la crisis humanitaria, al haberse manipulando y utilizando su aplicación para provocar un cambio de régimen, creo que ha sido un error. Con ello hemos visto que los responsables libios no se distinguen precisamente por su perfil democrático y por la defensa de los derechos humanos. Lo que vemos es una confrontación que no augura nada bueno. Tampoco ha habido un cambio de régimen. Además, con los interlocutores de hoy, es difícil imaginar que vaya a producirse una apuesta clara por un desarrollo democrático.
¿Ve probable una guerra en Irán con un ataque de Israel?
Frente a las noticias que plantean un escenario prebélico y un ataque probablemente a la altura de este verano, aprovechando el hecho de que Obama tiene campaña electoral, yo sigo pensando que la guerra en Irán hoy es la opción menos probable.
¿Por qué?
Porque Israel no puede atacar en solitario y hacerlo de manera sostenible, ya que no estamos hablando de un ataque quirúrgico, sino de la necesidad de hacer una campaña militar sostenida, y también porque Irán tiene muchas bazas de retorsión para hacérselo pensar dos veces a cualquiera que quiera atacarle. Tanto por sus propias capacidades militares y su posición en el Golfo Pérsico, como por tener una influencia enorme en Irak y Líbano, una influencia significativa en la Franja de Gaza y, además, con posibilidad de influir en las comunidades chiíes de Arabia Saudí, El Barein o Yemen. Todo eso frena las ansias belicistas, pero obviamente no cabe descartar la opción militar en la medida que Israel alimenta ese discurso.
¿Le sorprendió la no admisión de Palestina como nuevo Estado en la ONU?
Sorpresa ninguna, porque desgraciadamente las relaciones de fuerzas en la dinámica internacional daban que Palestina no iba a lograr ese reconocimiento de pleno derecho. Aunque muchos países reconozcan bilateralmente al Estado Palestino, en el marco de la ONU baste recordar que EE.UU es el principal valedor de Israel y tiene capacidad en el Consejo de Seguridad de vetar cualquier resolución que vaya contra los intereses de su principal aliado. Es imposible realmente que Palestina consiga ese objetivo.