La economía de la Paz
Noticia traducida de:
http://www.usip.org/publications/the-economics-peace
Hoy todo gira en torno a los números: costes, beneficios, déficits y gastos. Es una buena noticia para quienes trabajamos en el campo de la construcción de paz y prevención de conflictos: somos la mejor oferta en el mercado
Según Paul Collier, reputado experto y autor, El coste total –nacional y regional- de una simple guerra civil es de 64 mil millones de dólares.
Se estima que los conflictos violentos suponen miles de millones de dólares en costes para Estados Unidos y los países en que los mismos se desarrollan. Cerca de 5 mil millones de dólares gastó la Comunidad Internacional en los conflictos de Ruanda y Haití durante la década de los ´90. El conflicto bosnio costó alrededor de diez vece más. Sólo a Estados Unidos, según el economista Joe Stiglitz, la guerra de Irak le supondrá, al menos, 3 billones de dólares.
De aquí la conveniencia de la construcción de la paz. Para tener costes muy bajos y poca o casi nula pérdida de vidas humanas, la prevención de conflictos puede ahorrar miles de millones de dólares.
Tomemos como ejemplo Irak. En Mahmudiya, al sur de Bagdad, el conflicto tuvo su punto más álgido durante 2007. El Instituto de Paz de Estados Unidos (USIP, por sus siglas en inglés) tenía una oficina de mediación de conflictos para ayudar a los iraquíes. La embajada llamó a USIP para preguntar si podían ayudar a la X División de Montaña del Ejército de EEUU en una zona conocida como el «Triángulo de la Muerte» en Mahmoudiya, donde las tropas de EEUU estaban sufriendo bajas.
Por una cantidad equivalente a 25 mil dólares, el USIP logró reunir a los líderes tribales de dicha región iraquí durante tres días para realizar un duro trabajo de negociación en el conflicto. El resultado fue, según el General David Petraeus, «una historia sorprendentemente exitosa». Salvó vidas, ahorró dinero y se convirtió en un modelo para futuras estrategias de coste eficiente. Según Petraeus, «los esfuerzos de reconciliación continuados por parte del USIP a nivel comunitario, especialmente en Diyala y Ninewa, así como a nivel nacional en Bagdad, suponen una gran promesa de futuro».
La moraleja de la historia es la prevención. Según la Comisión Carnegie para la Prevención de Conflictos, «en todos los casos que hemos examinado, la prevención del conflicto cuesta o podría costar mucho menos a la Comunidad Internacional que los conflictos en sí. En algunos casos, la diferencia en el coste es verdaderamente sorprendente, por lo que la prevención del conflicto es rentable». Estados Unidos ya no puede permitirse quedarse al margen y mirar cómo emergen los conflictos. Tampoco podemos permitirnos el lujo de no invertir en la prevención de conflictos. El ahorro que se genera al detener la violencia a nivel mundial antes de que comience es demasiado grande y urgente.