La cumbre de Granada, un invento francés para visibilizar la soledad de Rusia
Para elDiario.es
El maremágnum de nombres y siglas que rodea a la Unión Europea (UE) puede acabar confundiendo sobre lo que se ha visto esta semana en Granada. En dos días sucesivos se ha celebrado la tercera reunión de la Comunidad Política Europea y un Consejo Europeo, todo ello con España como anfitriona al ostentar la Presidencia del Consejo de la UE.
Y la primera impresión que se extrae como balance de lo acontecido es que han sido reuniones con más continente que contenido, en el marco de una extraordinaria apuesta española por transmitir su imagen al mundo, haciendo marca España en el mejor sentido del término.
A partir de ahí, el análisis de lo visto nos lleva a entender que la Comunidad Política Europea (CPE) es un cascarón todavía por rellenar. Aparentemente, desde su arranque en mayo de 2022, es un reflejo de esa Europa que todavía está por definir en clave política y geográfica. En la práctica, es un invento francés para visibilizar la soledad de Rusia en el contexto de la guerra en Ucrania. Además de ese objetivo, su principal impulsor, Emmanuel Macron, buscaba también establecer una especie de alternativa a la integración en la UE para países que, como Turquía, difícilmente van a convertirse en miembros, pero con los que interesa mantener vínculos especiales.