La amenaza terrorista hoy: Dáesh y más allá
Para Blog Elcano
Sorprende que haya quien se sorprenda al volver a oír el nombre de Dáesh (o el autoproclamado Estado Islámico), asumiendo su autoría del doble atentado registrado en la ciudad iraní de Kerman el pasado día 3. Centrados en la guerra en Ucrania desde hace casi dos años y ahora aún más en la masacre que Israel está cometiendo en Gaza, podría parecer que la simple mención de esa entidad yihadista es un error o un salto atrás en el tiempo, por considerar equivocadamente que, tras el colapso (hace ya cinco años) del pseudocalifato que su líder Abu Bakr al Bagdadi instauró en parte de Siria y de Irak en 2014, simplemente había desaparecido. Evidentemente, la realidad es muy distinta.
En primer lugar, tal como puntualmente recoge el Global Terrorism Index, en 2022 (no hay datos consolidados todavía del pasado año) Dáesh y sus distintas filiales (Wilaya Jorasán – ISK, Wilaya Sinaí-ISS y Estado Islámico del África Occidental – ISWA) volvieron a ocupar el primer lugar en la lista de grupos terroristas más activos por octavo año consecutivo. Un listado en el que figuraban a continuación Al Shabaab, el Ejército de Liberación de Baluchistán y Jamaat Nusrat Al-Islam wal Muslimeen (JNIM). Aun así, es cierto que durante dicho año el porcentaje de víctimas mortales provocado por el entramado Dáesh se redujo en un 16% con respecto al año precedente; un dato en todo caso en cuestión, dado que ha venido acompañado de un notable incremento de muertes en ataques no reivindicados por ningún grupo (precisamente en territorios donde Dáesh tiene mayor presencia). En resumen, a lo largo de dicho año un total de 18 países han registrado atentados perpetrados por alguna de sus facciones (20 un año antes).