Itinerario político de Guinea Conakry después de la represión de septiembre de 2009
La situación de inestabilidad y represión por las fuerzas de seguridad que caracteriza al país en los últimos meses requiere tanto un firme escrutinio interno y externo de la Junta Militar que gobierna el país – previo golpe de estado, desde el fallecimiento del anterior presidente, Lansana Conté, en diciembre de 2008 – como la adopción de diversas acciones que tracen la senda de transición y democrática a la que aspira el pueblo guineano.
Una vez que las proclamas en dicho sentido del líder golpista dieron paso a la intención de éste para presentarse como candidato a las elecciones presidenciales (previstas inicialmente para enero de 2010), la consiguiente manifestación popular de protesta, en septiembre de 2009, se cerró con un saldo de 150 muertos y numerosas violaciones a mujeres. En esta cuestión, no hay ninguna diferencia entre el antiguo régimen (cuya última represión, por las mismas fuerzas de seguridad, de una protesta pacífica, produjo 180 muertes, en enero de 2007) con el actual, presidido por Dadis Camara a través del denominado Consejo Nacional para la Democracia y el Desarrollo.
Algunos de los acontecimientos políticos más significativos que han jalonado los últimos meses han sido los siguientes:
– En octubre de 2009 los líderes políticos de los Estados subsaharianos de África Occidental, a través de una reunión del organismos regional (ECOWAS, por sus siglas en inglés), impusieron un embargo de armas al país.
– En ese mismo mes, Dadis Camara incumple el plazo impuesto por la Unión Africana para que comunicase su renuncia a participar en las elecciones presidenciales.
. El 20 de noviembre la sociedad civi guineana y una coalición de partidos políticos rechaza un plan de transición propuesto por quien ejerce actualmente de mediador, el presidente de Burkina Fasso, Blaise Compaoré.
– El 3 de diciembre el ayudante de campo de Dadis Camara descerraja varios disparos contra éste, quien, a raíz del atentado, pasa más de un mes en un hospital de Marruecos.
– El 13 de dicho mes, la ECOWAS y el Grupo Internacional de Contacto sobre Guinea reiteran su llamamiento para el establecimiento en el país de una fuerza de seguridad y observación, con el fin de proteger a la población y facilitar ayuda humanitaria.
– Cuatro días después, el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon recibe el informe de la comisión de investigación sobre la represión de la manifestación del mes de septiembre. Dicho informe imputa la responsabilidad de los asesinatos y violaciones cometidas al líder de la Junta, Dadis Camara, y otros oficiales.
– El 15 de enero de 2010 los oficiales de la Junta firman un acuerdo en el que se señala que Dadis Camara permanecerá en Burkina Fasso, donde en la actualidad pasa un período de convalecencia, y se designa al líder interino de la misma, Sékouba Konaté, como responsable para la organización de las elecciones y la transición hacia un gobierno civil.
A día de hoy las espadas permanecen, por tanto, en alto, sin que los riesgos de desbordamiento – con evidentes implicaciones regionales – se hayan reducido un ápice. Mientras tanto, la población continúan bajo mínimos, sufriendo las consecuencias de la suspensión de la ayuda internacional por parte de los donantes; las redes del narcotráfico de cocaína procedentes de la vecina Guinea-Bissau continúan su progresión en el país, y sobre los recursos minerales (son muchos los que detenta Guinea Conakry, entre ellos, la bauxita; con una de las mayores reservas mundiales) planea una opacidad total tras la suspensión de todos los contratos después del golpe de estado. Lo que no ha impedido la filtración de informaciones que indican que existen acuerdos, de un volumen ingente, sucritos entre militares y una empresa china, en condiciones muy ventajosas para esta última.