Día de la Justicia Internacional ¿algo que festejar?
(Para Radio Nederland)
El 17 de julio se conmemoró, con más pena que gloria, todo hay que decirlo, el Día de la Justicia Internacional.
En esta fecha, en el año 1998, se aprobó, de modo sorprendente, el Estatuto de Roma que creaba la Corte Penal Internacional (CPI) que, tras numerosas vicisitudes, entraba en vigor el 1 de julio del año 2002. Se consolidaba así un proceso que sigue topando con grandes dificultades para su plasmación, pero que sigue siendo uno de los grandes avances de la comunidad internacional en las últimas décadas. Por mucho que algunos países traten de boicotearlo.
Innumerables problemas
La aprobación del Estatuto de Roma fue un acontecimiento histórico ya que, tras numerosas iniciativas y tras la puesta en marcha de algunos Tribunales Penales Internacionales ad hoc (Ex Yugoslavia, Ruanda,…), se intentaba por vez primera dar a la justicia universal un carácter permanente y superador de la inevitable lógica de ganadores contra perdedores de los tribunales ad hoc.
Sin embargo, desde su creación la CPI ha debido superar innumerables problemas que han hecho que las expectativas iniciales se hayan ido enfriando, incluso para algunos que apoyaron su creación desde el principio. Y esta misma semana, la CPI se ha visto enfrentada a su primer gran problema de carácter procesal, al ser más que probable la puesta en libertad de Thomas Lubanga, ex líder hema congoleño implicado en crímenes de guerra como el uso de niños soldado en su grupo insurgente. Y si eso sucediera, se pondría aún más en cuestión la ya de por si maltrecha reputación de la CPI.
Estatuto sin ratificar?
Pero siendo el caso Lubanga la piedra de toque fundamental en el día de hoy, otros factores han contribuido a un cierto desgaste de la CPI, aún antes de poder cumplir con sus funciones. En primer lugar, el hecho de que el Estatuto de Roma no haya sido ratificado por algunos importantes estados. Conviene recordar que algunos países como Estados Unidos firmaron el Estatuto, estando próximo a dejar el cargo el presidente Bill Clinton, pero finalmente no ratificaron el mismo.? La llegada a la presidencia estadounidense de Barack Obama hizo concebir esperanzas, pues así había sido insinuado por él mismo y por algunos de sus asesores, pero hasta la fecha la situación no ha cambiado. En otros casos como el de China o Rusia, la situación es similar, con el agravante de que el tema ha desaparecido de la agenda y la falta de avances de la CPI ha dado argumentos a sus opositores para justificar su posición opuesta. Sería, por tanto, que los Estados firmantes y la propia CPI incrementara sus intentos de que otros países se sumen al Tratado.
Continente africano?
En segundo lugar, ciertas decisiones de la CPI en el sentido de iniciar procesos exclusivamente en casos que afectan a ciudadanos del continente africano, le ha hecho perder su imagen de universalidad y de búsqueda de una justicia merecedora de ese nombre.
Solo así puede entenderse que tras la orden de arresto decretada por la Corte contra el presidente sudanés Omar al-Bashir, se haya producido de facto un incumplimiento de lo allí dispuesto por parte de numerosos líderes y países africanos. Bashir ha viajado a numerosos países, ha asistido incluso a las Cumbres de la Unión Africana o la Liga Árabe, y lo ha hecho con total tranquilidad, e incluso apoyo de sus colegas. Es decir, con total impunidad. Y hay algunos países africanos que firmaron y ratificaron el Tratado de Roma que han estado pensando retirarse del mismo.
Ruanda y España?
Y en este contexto de avances y retrocesos en materia de justicia universal, otros hechos nos han recordado estos últimos días la complejidad del tema y la tendencia a la amnesia y el olvido de muchos mandatarios. La visita a España del presidente ruandés Paul Kagame para participar en una reunión sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cuyo grupo de impulsores preside junto al presidente español José Luis Rodriguez Zapatero, ha dado lugar a un incidente diplomático que se ha saldado con la inasistencia del mandatario español a las reuniones en las que participaba Kagame. Gesto más de cara a la galería y al intento de preservar algo de su imagen pública, que verdadero compromiso con la justicia universal, ya que España cambió su legislación para limitar el ejercicio de la jurisdicción universal.
El actual presidente ruandés tiene abierta una causa en la Audiencia Nacional desde el año 2008 por delitos de genocidio y delitos de lesa humanidad cometidos también contra ciudadanos españoles que fueron asesinados.
En este caso, la inmunidad de la que goza el presidente ruandés hizo inviable cualquier acción legal contra él. Pero no lo olvidemos, la presencia de Kagame en el grupo de impulsores de los ODM contó desde el inicio con el apoyo de la ONU y muy especialmente de su Secretario General Ban Ki-moon, que reiteró en Madrid su apoyo al líder ruandés y elogió el compromiso de su país en la lucha contra la pobreza. Así son las cosas.