De la satisfacción de Erdogan a la decepción de Zelenski: no llueve a gusto de todos en la cumbre de la OTAN
Para elDiario.es
El balance de la cumbre de Vilna genera sentimientos muy dispares entre los asistentes y los observadores interesados, con especial atención sobre Rusia, Turquía y Ucrania.
Al igual que ocurre con la lluvia, que raramente contenta a todos, el balance de la cumbre de la OTAN que acaba de celebrarse en Vilna genera sentimientos muy dispares entre los asistentes y los observadores más interesados. Más allá del obligado mensaje de optimismo y de éxito que toda organización trata de imponer urbi et orbi, no es lo mismo lo que extrae Suecia de lo acordado en la capital lituana –nada menos que su ingreso en la Alianza Atlántica– que lo que ha obtenido Ucrania –una meliflua “invitación” que queda muy por debajo de sus expectativas–.