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Clima extremo, vulnerabilidad absoluta

 

Fuente foto: http://www.telesurtv.net/articulos/2012/02/27/ola-de-frio-causa-muerte-a-35-ninos-en-dos-dias-en-afganistan/afganistan.jpg/image_preview

Tras varias décadas de guerras civiles y conflictos, Afganistán tiene una de las mayores proporciones de desplazados internos del mundo. Esto es, según cálculos de ACNUR, 450.000 aunque lo cierto es que probablemente el número real sea mucho mayor. La mayoría de los desplazamientos son resultado de los combates entre fuerzas gubernamentales (y las tropas aliadas de Estados Unidos y de la OTAN) y los grupos armados de la oposición, incluidos los talibanes, sobre todo en las regiones del sur, el sureste y el noroeste de Afganistán.

De esta manera, decenas de miles de afganos viven en campamentos aislados por el país centroasiático y afrontan con miedo y escasos recursos el gélido invierno de Afganistán, que ya se ha cobrado sus primeras víctimas.

El invierno fue excepcionalmente crudo en Afganistán el año pasado: más de un centenar de personas (en su mayoría niños), murieron en campos de desplazados como consecuencia de las terribles condiciones invernales (condiciones meteorológicas de frío extremo, con fuertes nevadas, y falta de protección frente a las inclemencias y de alimentos en cantidad suficiente).

Este año, la situación de nuevo es grave y la necesidad de ayuda a tiempo es acuciante pues en Kabul, la nieve, el frío y el barro son constantes desde los últimos meses de 2012, agravándose en enero, con temperaturas mínimas de 18 grados centígrados bajo cero que han supuesto un buen caldo de cultivo para que se disparen las enfermedades, especialmente entre los colectivos más vulnerables. Esto ha provocado que, en lo que va de invierno, hayan muerto ya al menos 17 personas en los asentamientos de Afganistán, entre las cuales se cuentan a 11 niños que sucumbieron a principios de enero, la mayoría a causa del clima.

Según la información recibida por Amnistía Internacional, dichas personas murieron en campos y asentamientos de las provincias de Kabul y Herat, lo que evidencia la necesidad urgente de mejorar la distribución de la ayuda humanitaria, articulando una coordinación efectiva entre el gobierno y las agencias que permita suministrar a tiempo todas las provisiones necesarias para sobrevivir los meses venideros. Sin embargo, los dirigentes comunitarios locales denunciaron el olvido en que se encuentran y recordaron la responsabilidad del estado impuesta por el Derecho Internacional de velar y proteger la vida de los habitantes de estos asentamientos; sobre todo, porque las familias desplazadas prácticamente no tienen acceso a un empleo u otra fuente de ingresos y suelen carecer de recursos para comprar alimentos así como también combustible en cantidad suficiente.

Según han informado diversos representantes de organizaciones humanitarias, estas muertes eran evitables de haber prevenido y suministrado la atención y la protección necesarias, lo que por otro lado refleja la incapacidad del gobierno de coordinar una respuesta adecuada a la situación humanitaria de los asentamientos de refugiados por todo el país y la escasa atención prestada a niños, ancianos, enfermos y otros colectivos vulnerables.

Dicho esto, Amnistía Internacional y otras ONG han hecho reiterados llamamientos al gobierno afgano y a la comunidad internacional para evitar que se repitan estas trágicas muertes pero la ayuda destinada a los desplazados internos fue, al parecer, bloqueada por presiones de la oficina del gobernador provincial cuya preocupación se centra en que la prestación de ayuda humanitaria a los desplazados internos fomente su permanencia en los campos en vez de alentarlos a regresar a sus provincias de origen.

Por ello, el gobierno afgano ha decidido poner en marcha una política integral sobre desplazados internos que deberá contemplar las necesidades humanitarias y de protección.

El informe completo de Amnistía Internacional publicado en febrero de 2012 lleva por título Fleeing war, finding misery: The plight of the internally displaced in Afghanistan, y puede descargarse en el siguiente enlace:

http://www.amnesty.org/en/library/asset/ASA11/001/2012/en/16509ae3-8407-4f1a-95e8-029f1e08397d/asa110012012en.pdf

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