Advocacy en la acción humanitaria: Una mirada desde cinco instituciones humanitarias en España
A partir de la década de los noventa, las acciones de advocacy han ido ocupando un lugar cada vez más relevante en el ámbito de la acción humanitaria. Con este tipo de acciones numerosas instituciones humanitarias han buscado dar voz a personas que no la tienen, lograr cambios en las decisiones que afectan sus vidas o denunciar la violación de sus derechos.
La acción humanitaria ha sido definida como aquella compuesta por asistencia, protección y acciones de advocacy, todo ello basado en el principio de imparcialidad y realizado como respuesta a las necesidades humanas derivadas de emergencias políticas complejas y catástrofes naturales.
El enfoque de la asistencia o ayuda humanitaria, que satisface las necesidades más inmediatas de las personas afectadas por un conflicto armado o catástrofe natural, ha predominado durante décadas y, por ello, quizás sea el componente más conocido de la acción humanitaria.
Sin embargo, con el final de la Guerra Fría, la acción humanitaria adoptó un enfoque basado en derechos, complementando al de necesidades. La comunidad humanitaria empezó así a formular objetivos guiados por los derechos humanos, de modo que las actividades de advocacy adquirieron un peso importante dentro del quehacer humanitario.
En un sentido más amplio, advocacy en la acción humanitaria se podría definir como los esfuerzos por promover, en el ámbito de la acción humanitaria, el respecto por los principios y el marco jurídico humanitario influyendo en las autoridades políticas relevantes, como Gobiernos, grupos insurgentes o actores no estatales. Advocacy es una mezcla de comunicación persuasiva y acciones que persiguen objetivos que aspiran a «defender una causa», «actuar en nombre de» o «denunciar en nombre o en apoyo de otros». Las acciones de advocacy abarcan un amplio espectro, que oscila entre utilizar mensajes claramente duros a otros más suavizados (hard or soft messages); adoptar posturas de colaboración o de confrontación, así como realizar presiones de forma pública o privada. Estas acciones están diseñadas para cambiar políticas, posturas y acciones sobre un tema o una causa en concreto en nombre de quienes no tienen voz. En resumen, advocacy se compone de tres elementos: proteger a las personas vulnerables, darles una voz más fuerte y promover sus derechos.
El presente documento, elaborado por Sheila Cabir Nunes, pretende describir la experiencia hasta ahora acumulada de instituciones humanitarias internacionales establecidas en Madrid en relación con sus labores de advocacy en la AH. Analiza su conocimiento y experiencia generales, así como su aplicación en un contexto concreto como el del terremoto que azotó Haití el 12 de enero de 2010. La selección de este contexto se basa en la inmensa respuesta humanitaria que ha recibido esta emergencia, lo que permite comparar las diferentes labores de advocacy realizadas por instituciones humanitarias.