República Centroafricana: nuevo desafío electoral
La República Centroafricana (RCA) se encuentra en un momento crucial ante las próximas elecciones legislativas y presidenciales que le ofrecen la oportunidad (y la responsabilidad) de asentar la democracia y culminar con éxito el proceso de paz que debe poner fin a tantos años de conflictos armados internos. Recientemente, el presidente centroafricano, el General François Bozizé, ha emitido un decreto convocando las elecciones para el próximo 25 de abril1.
La Comisión Electoral Independiente, creada con el objetivo de preparar y organizar las elecciones, ha confirmado la fecha electoral de la primera vuelta, señalando el 23 de mayo para la segunda. La primera campaña electoral se desarrollará del 12 al 23 de abril.
Entre los candidatos presidenciales destacan Martín Zíguele- líder del grupo mayoritario de la oposición- y Ange-Felix Patassé- ex presidente centroafricano, exiliado en Togo desde el golpe de Estado que le derrocó en 2003-, que se presenta como candidato independiente tras su regreso al país a finales del pasado año. En todo caso, el gran favorito es el propio Bozizé, dispuesto a mantenerse en el poder, y que el pasado15 de marzo confirmó que se presentaba de nuevo a las elecciones en una reunión multitudinaria con militantes de su partido Kwa na Kwa2. Para Bozizé el regreso de Patassé es una buena noticia, dado que considera que su candidatura debilita a la oposición (cabe recordar que Patassé estaba a la cabeza del partido que actualmente lidera Martín Ziguele).
Luces y sombras del proceso electoral
La conformación de la Comisión Electoral ha sido un proceso polémico, ya que algunos de sus miembros fueron acusados de parcialidad por la oposición y los grupos rebeles. Finalmente cinco de sus miembros fueron sustituidos, lo que ha de considerarse como un paso a favor de la transparencia y buen desarrollo de las elecciones, pese a que el presidente de la Comisión sigue sin ser bien aceptado. En esta línea se encuentra también la adopción por parte del Alto Consejo de Comunicación de un código de buena conducta, que busca garantizar la libertad de prensa a la vez que asegurar el acceso a los medios de los distintos partidos políticos. Otro signo positivo es la conformidad del gobierno centroafricano a la asistencia de Naciones Unidas en el proceso electoral.
Sin embargo, pese a estos pasos a favor de unas verdaderas elecciones democráticas, son muchas más las sombras que pesan sobre Bozizé y su forma de encarar la convocatoria. Una de ellas es la desaparición y muerte de Charles Massi, que tras haber sido ministro de Bozizé hasta 2008 pasó a liderar un grupo rebelde en el norte del país3. En diciembre de 2009 Massi fue arrestado por tropas chadianas cuando intentaba entrar en RCA. Tras meses de incertidumbre sobre su paradero, finalmente el presidente Bozizé reconoció, sin dar más detalles, que Massi había fallecido4. Aún hoy son muchas las voces que apuntan a que fue torturado por tropas chadianas y centroafricanas, encontrando finalmente la muerte en manos de militares centroafricanos.
Otro asunto turbio ha sido el anuncio en Radio Centrafrique de una tentativa de golpe de Estado. El Ministro de Seguridad Nacional y de Orden Público, que fue quién comunicó la noticia, no dio pruebas del plan ni nombres, aludiendo únicamente a las iniciales del supuesto cabecilla del plan: AFP. Letras que, curiosamente, corresponden a las iniciales de Ange-Felix Patassé. En todo caso, Patassé se apresuró a desmentir su participación, asegurando que todo era una maniobra para eliminarlo políticamente5.
Por encima de eso, lo que más está cuestionando la realización de unas verdaderas elecciones democráticas es el rechazo de la oposición y los líderes rebeldes a su realización en la fecha señalada. Pese a que estaba previsto que las elecciones tuvieran lugar entre marzo y abril de 2010 (en junio finaliza el plazo de cinco años de mandato presidencial establecido por la Constitución), lo cierto es que la convocatoria ha sido considerada como precipitada y han solicitado posponerla hasta que finalice el proceso de paz y el programa de Desarme, Desmovilización y Reintegración. Actualmente ocho de las dieciséis regiones centroafricanas son todavía escenario de conflictos armados, sin contar con la inseguridad creciente en las dos regiones del sureste, Mboumo y Haut-Mboumo6. Ese clima impide la realización de un censo fiable, así como el establecimiento de centros electorales.
Otro de los argumentos empleados es la ausencia de un verdadero censo electoral. A la gente que no ha sido censada se añaden las cartas electorales que no están aún preparadas y la falta de solución para los desplazados internos (unos 300.000) y los refugiados (más de 138.000). También se critica la forma en que se han determinado los distintos distritos electorales, la falta de tiempo para preparar una buena candidatura presidencial así como los recursos económicos necesarios, el retraso en la presentación oficial de candidaturas…
En esa misma línea, la comunidad internacional se suma a la petición de aplazamiento de las elecciones. Ante todo ello, Bozizé ha delegado en la Comisión Electoral la decisión sobre el retraso, aunque manifiesta su disconformidad en que esas se aplacen a una fecha posterior a junio, cuando finaliza su mandato.
A la espera de una decisión final, los centroafricanos han de demostrar si apuestan de forma firme y sincera por la instauración de la paz y la democracia en su país o si prefieren continuar en la rueda de los golpes de Estado, la inestabilidad política y los conflictos armados. Ahora bien, conjugar la celebración de unas verdaderas elecciones democráticas y un proceso de paz duradero, no es tarea fácil. Si se retrasan las primeras en espera de que se consolide el proceso de paz, la realización de las elecciones puede acabar dependiendo de la voluntad de los grupos rebeldes; lo que crearía a su vez un clima favorable para un nuevo golpe del Estado, sobre todo una vez finalice el mandato presidencial de Bozizé. Por otro lado, si se mantiene la fecha prevista, las elecciones corren el riesgo de ser consideradas fraudulentas, lo que propiciaría un clima de tensión y descontento que habría de ser correctamente canalizado para evitar el resurgimiento de más conflictos armados.
Sólo si cada centroafricano asume su responsabilidad frente a estas elecciones, la República Centroafricana podrá dejar atrás el círculo de inestabilidad política y golpes de Estado que sufre desde su independencia. Confiemos en que así sea.
Notas:
1.- Aunque la revista Jeune Afrique asegura- en un artículo del 24 de marzo «La présidentielle pour les 11 et 24 juin»- que las elecciones han sido aplazadas hasta el 11 y 24 de junio, al cierre de este artículo (1 de abril) no hay confirmación oficial sobre el cambio de fecha.
2.- «El trabajo, sólo el trabajo» en su traducción española.
3.- Fue nombrado coordinador de la Unión de Fuerzas Democráticas por la Unidad (UFDR), del que se separó posteriormente formando la Convención de Patriotas para la Justicia y la Paz (CPJP).
4.- «Centrafrique: Mort confirmée d´un chef rebelle», publicado por Europe1.fr el 31 de enero de 2010.
5.- «Un projet de putsch déjoué d´après le gouvernemen», Jeune Afrique, 14 marzo de 2010.
6.- Recordemos que desde las elecciones presidenciales de 2005 comenzaron a surgir en la zona norte del país grupos rebeldes descontentos con la nueva situación política. Desde entonces el surgimiento de nuevos grupos rebeldes ha sido continuo, aunque ninguno tiene la fuerza suficiente para tomar el poder en Bangui. Paralelamente, desde principios de 2008, el sureste de la RCA recibe los ataques del grupo ugandés el Ejército de Liberación del Señor.