Kirguistán en pleno caos entre centenares de víctimas y miles de refugiados
Los meses de mayo y junio han registrado centenares de víctimas tras los enfrentamientos étnicos en Kirguistán entre kirguizos y la comunidad uzbeka. El conflicto, tal y como declaró el diario ruso Kommersant el pasado 18 de junio, cuenta más de 192 muertos y que ha llevado a un inevitable éxodo de refugiados que huyen de la violencia y el hambre.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el ACNUR -Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados- casi 300.000 personas piden ayuda tras la decisión de Uzbekistán de cerrar sus fronteras con Kirguistán, aunque está previsto que esta cifra aumente. Las tensiones se intensificaron entre el 10 y el 15 de junio, sobretodo en Osh, la segunda ciudad del país. Las autoridades temen que la situación pueda extenderse hacia el norte y hasta la capital Bishkek. Por su parte, la comunidad internacional llama al cese de las hostilidades.
El gobierno, encabezado por la primera ministra Otunbaieva Roza, acusa al ex presidente Kurbanbek Bakiev y a su hijo Maksim de haber financiado y fomentado la matanza y pide su entrega. Desde el pasado mes de abril, Bielorrusia acoge a Bakiev y no pretende su extradición, sin embargo, Maksim ya ha sido detenido por los funcionarios de la Interpol en Gran Bretaña.
Debido a las desfavorables condiciones para recibir y asistir a los refugiados, la zona fronteriza entre Kirguistán y Uzbekistán ha sido cerrada por orden de Tashkent, y agentes de la ONU han confirmado que, por el momento, más de 200 mil personas –con un añadido de 75 mil refugiados- se encuentran en la zona kirguiza.
La comunidad internacional teme que lo sucedido en Kirguistán pueda afectar a toda Asia Central. Mientras Estados Unidos y Rusia -que han comunicado que de momento no desplegarán sus tropas militares en el conflicto- están en contacto con el gobierno del país para ofrecer ayuda humanitaria, la UE y OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) intentan apaciguar las tensiones y sugieren a las autoridades de Bishkek celebrar un referéndum y convocar las elecciones tal y como ya estaban previstas. Las Naciones Unidas está trabajando en el envío de 71 millones de dólares en ayuda humanitaria y, al mismo tiempo, varias organizaciones internacionales instan al Consejo de Seguridad de la organización el despiegue de una Misión con el fin de detener la violencia y establecer un corredor seguro para el suministro de la ayuda.
Con la esperanza de restablecer la paz en el país de la Revolución de los Tulipanes, la ministra Otunbaieva ha confirmado la celebración del Referéndum Constitucional del 27 de junio y de las elecciones presidenciales de 2011.
Fuentes: CICR, El Mundo, CNN.