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Dashed Hopes. Continuation of the Gaza Blockade

El 20 de junio de 2010, tras gran presión internacional, el gobierno israelí anunció una serie de medidas que pretendían reducir el alcance del bloqueo al que somete a la Franja de Gaza desde que Hamás accedió al poder. Las medidas conllevaban principalmente:

  1. la publicación de una lista de bienes cuya importación se mantenía prohibida, autorizando por lo tanto al resto de bienes a entrar en la Franja;
  2. la expansión y la aceleración de la importación de materiales de construcción para proyectos internacionales;
  3. la expansión de las operaciones en los pasos y la apertura de nuevos pasos de entrada en caso de necesidad de mayor capacidad y si las condiciones de seguridad lo permitían;
  4. la racionalización de las autorizaciones de entrada/salida por razones médicas y humanitarias y para los trabajadores humanitarios
  5. la puesta en marcha de nuevas soluciones para facilitar la libre circulación de las personas si las condiciones de seguridad lo permitían.

Transcurridos cinco meses desde el anuncio de la «flexibilización» del bloqueo, y tras esperanzas de la comunidad internacional puestas en la posibilidad de mejora de la vida de muchos civiles, los signos de mejora en el terreno son insignificantes.

Si bien las importaciones han crecido, pocos pueden acceder a ellas y los los precios de los productos importados son tan competitivos respecto a los productos fabricados en la Franja que no facilitan la producción local. Asimismo, la estricta prohibición de toda exportación desde Gaza, hace que la actividad económica dependa exclusivamente de la demanda local, de pequeño tamaño y reducido poder de compra. Las medidas tomadas siguen por lo tanto impidiendo la potenciación del sector privado del enclave.

Una de las mayores necesidades que conoce la Franja es la entrada de materiales de construcción, para la reconstrucción de aquéllo destruido por Plomo FUndido y para atender a la creciente población del enclave costero. Mientras se sigue manteniendo una prohibición absoluta de importación de materiales de construcción para el sector privado, se prometió el aumento de entradas de estos bienes básicos para proyectos públicos. Sin embargo, desde junio, las autoridades israelíes sólo han aprobado 25 proyectos de la UNRWA (escuelas, centros médicos y viviendas)- lo que equivale al 7% del plan presentado por la UNRWA- y sólo una pequeña parte del material necesario para acabar estos proyectos ha llegado a su destino.

Además, ante las intenciones de facilitación de libre circulación, basta señalar que una media de 2.140 personas al mes han podido abandonar la Franja desde agosto 2010, lo que representa menos del 1% del número de salidas que tenían lugar en septiembre 2000.

Es necesaria una renovada presión internaciconal para garantizar el levantamiento inmediato, duradero y completo del bloqueo, dentro del pleno respeto al Derecho Internacional Público.

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