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Análisis | Otros

La reforma del sistema de seguridad en Kosovo: la experiencia policial de UNMIK

(Para CITpax)

Ponencia presentada por Rafael Moreno Izquierdo en el seminario “Hacia un concepto ampliado de la defensa: La dimensión civil de la seguridad en España y en el marco de las organizaciones internacionales”, organizado por el Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax) en Madrid, el 23 de octubre de 2008.

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1 – ANTECEDENTES
La participación de policías civiles en intervenciones internacionales no es un fenómeno nuevo. Ya en la primera Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas –UNEF-, desplegada en Oriente Medio entre 1956 y 1967, incluyó un componente policial (primero de naturaleza militar que luego fue sustituido por uno  completamente civil) para asistir a las autoridades civiles en la zona de Gaza. Sin embargo, no fue hasta 1960, con la misión en el Congo (ONUC), que se desplegó una unidad policial propiamente dicha –procedente de Ghana en este caso- para operar en la capital Leopoldville (ahora Kinshasa). Meses después, se amplió hasta 400 policías civiles, en este caso nigerianos, y muchos de ellos permanecieron en el país una vez retirada la misión de la ONU a mediados de 1964, asumiendo algunas de las misiones de las tropas militares (protección de edificios, etc.) y la supervisión de la policía local1.

El término CIVPOL –policía civil- fue utilizado por primera vez dentro de la ONU con ocasión de la misión en Chipre (UNFICYP) por recomendación del comandante de la fuerza, el teniente general indio P.S. Gyani, quien propuso el despliegue de un destacamento de 30 policías como apoyo y supervisión de la policía local chipriota. El
contingente fue declarado operativo el 14 de abril de 1964 y llegó a contar con 173 policías de cinco países (Australia, Dinamarca, Suecia, Austria y Nueva Zelanda)2.

Sin embargo, no fue hasta 1989, con el final de la Guerra Fría y coincidiendo con el replanteamiento de las Operaciones de Paz en general, que evoluciona significativamente el uso de los policías civiles en entornos de gestión de crisis internacionales. Hasta entonces, la tendencia era limitar las intervenciones militares a la restauración a corto plazo de “un ambiente estable” bajo el criterio de comprometer el menor número de efectivos y durante el tiempo más corto posible. Pronto se hace evidente que la manera más fácil de asegurar el rápido regreso de las tropas internacionales pasa por la restauración de capacidades locales de mantenimiento del orden y la seguridad pública en el marco de un sistema judicial y penal aceptables: lo que hoy conocemos como Reforma del Sector de la Seguridad (RSS). El primer reconocimiento oficial dentro de las Naciones Unidas de la importancia del imperio de la ley se produce en 1992. El entonces secretario general Butros Gali hace hincapié en “la obvia conexión” entre prácticas democráticas -el mantenimiento de la ley y un sistema de decisión política transparente- y la obtención de una verdadera paz y seguridad.

Los Policías Civiles de la ONU (UNCIVPOL) has sido desplegados hasta el momento en más de 30 operaciones de paz y asumido una gran variedad de misiones relacionadas  con la seguridad pública y la reconstrucción de instituciones. En enero de 1988, solamente existían 35 policías civiles sirviendo en una misión de la ONU –UNFICYP-.

A principios de 2008, este número superaba los 9.500 policías (Gráficos núm.1 y núm.2)3. Proceden de cerca de 80 países de los cinco continentes –desde China a EEUU pasando por Jordania o Malawi- y en la actualidad operan en 13 misiones dirigidas por el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU (DPKO) y otras tres por el Departamento de Asuntos Políticos de la ONU (DPA) 4.. En 1995, los policías civiles representaban escasamente el 3 % de todo el personal uniformado desplegado por la ONU y hoy en día cerca del 10 %. En agosto de 2006, el Consejo de Seguridad autorizó 6.900 policías para la misión de Sudán (Darfur) y Timor Oriental, doblando el número de UNCIVPOL desplegados hasta ese momento, y alcanzando niveles no conocidos hasta entonces. También hay que destacar que la participación de los policías civiles en misiones de la ONU no ha estado exenta de
riesgos. Desde 1994, han fallecido 82.

Paralelamente al incremento del uso de policías civiles, también es importante destacar que la ONU ha ampliado su doctrina de utilización con la incorporación de las llamadas Unidades de Policía Uniformada (Formed Police Units, FPUs), grupos orgánicos de entre 120 y 140 hombres, armados y fácilmente movilizables para ser enviados a zonas de conflicto con poco preaviso. Estas unidades están especialmente entrenadas para operar con más “músculo” que los policías normales y, por tanto, de hacer frente y controlar el agravamiento de situaciones (manifestaciones, motines, etc.) demasiado volátiles para policías individuales5. La primera vez que fueron aprobadas por el Consejo de Seguridad fue con ocasión de la Misión en Kósovo6 (UNMIK) teniendo en cuenta la inestabilidad reinante y desde entonces ha proliferado su activación por los buenos resultados obtenidos. A mediados de 2007, el Consejo de Seguridad había aprobado el despliegue de 35 de estas unidades (unos 4.000 oficiales) a pesar de que su coste económico es bastante superior al de observadores policiales7. Como prueba de esta tendencia basta destacar que en julio de 2007, el Consejo de Seguridad aprobó el récord de 19 unidades FPU (cerca de 2.500 policías) para la misión híbrida ONU-Unión Africana para Darfur (UNAMID) confirmando la tendencia de la organización de reducir en lo posible los contingentes militares, y sustituyéndolos por civiles (“menos color caqui y más azul”)8.

2.- EVOLUCIÓN DE LOS MANDATOS POLICIALES DENTRO DE LA ONU

El reconocimiento de la importancia de los efectivos policiales en las operaciones postconflicto se confirmó a raíz del llamado informe Brahimi. En el año 2000, el Comité para Operaciones de Paz de la ONU hizo público un documento que, entre otras cosas, revisaba las estrategias llevadas a cabo por la organización internacional en el campo de la gestión de crisis y hacía un llamamiento a “un cambio doctrinal” en la manera en que se entendía la utilización de los cuerpos civiles de seguridad de cara a la reconstrucción
de estados fallidos.

El informe Brahimi resaltaba que los componentes de policía civil sobre el terreno estaban participando cada vez más en la reforma y reestructuración de las fuerzas locales de policía y, por tanto, recomendaba “un cambio doctrinal según el cual dichas actividades pasarían a ser uno de los centros primarios de atención de la policía civil en futuras operaciones de paz”. Asimismo, recomendaba la creación de mecanismos para el rápido entrenamiento y despliegue de UNCIVPOL y alentaba a los Estados miembros a crear listas nacionales de oficiales de policía civil que pudieran estar en condiciones para el despliegue rápido (fuerzas de reserva)9.

En respuesta a estas recomendaciones, el entonces secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, implementó de forma inmediata algunas como la creación de la División de Policía de la ONU con los siguientes objetivos: a) prestar apoyo a los componentes policiales de la ONU; b) mejorar su capacidad de planificación; c) asistir, según procediera, en el fortalecimiento de la actuación, eficacia y eficiencia de los sistemas de justicia penales locales, incluyendo la policía y las instituciones correccionales; d) mejorar la capacidad de rápido despliegue de los componente policiales y e) mejorar la calidad de la actuación sobre el terreno10.

En el marco de esta evolución doctrinal, podemos destacar la progresiva ampliación de sus mandatos en tres grandes tipos:

a. Misiones tradicionales;Las misiones tradicionales de policía se caracterizan por la utilización de oficiales policiales desarmados con el único o principal cometido de monitorear de forma pasiva la conducta y actuación de los cuerpos de seguridad locales e informar a sus superiores de las violaciones a los derechos humanos que pudieran cometerse.Esencialmente consistían en una medida de confianza (mantenimiento de la paz) tendente a reforzar el proceso de gestión de crisis y asegurar a la población civil que la policía local no actuará más con brutalidad y respetara los derechos humanos básicos. Estas misiones requieren un número mínimo de efectivos, desplegados de forma no intrusiva y con reglas de enfrentamiento (ROE) conservadoras y no “agresivas” (Capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas). Los cometidos de las Misiones tradicionales de la Policía de la ONU son:

• Supervisión de la policía civil local para comprobar que llevan a cabo su cometido siguiendo los estándares de un cuerpo de seguridad democrático y profesional.

• Controlar que los cuerpos de seguridad locales no están influenciados/dirigidos o actúan como instituciones militares y están siempre bajo las ordenes de las autoridades civiles reconocidas

• Vigilar y asistir en la lucha contra la delincuencia común, el crimen organizado y la proliferación de armas, y

• Comprobar que los líderes policiales cumplen lo acordado en los acuerdos de paz u otros documentos firmados entre las partes.
Ejemplos serían la mayoría de las operaciones con contingentes policiales aprobadas en la década de los 80 y principios de los noventa como Namibia (UNTAG), Sahara Occidental (MINURSO), Angola (UNAVEM II) y Mozambique (ONUMUZ), así como Camboya (UNTAC).

b. Misiones de transformación policial: La realidad sobre el terreno dejo en evidencia las debilidades de los mandatos tradicionales y condujeron a que las Naciones Unidas asumieran la insuficiencia de la función de supervisión asignada hasta entonces a los componentes de UNCIVPOL. El Consejo de Seguridad se convenció de que era prácticamente imposible modificara las conductas de policías y militares locales en un escenario de post-conflicto de no existir al mismo tiempo un sustancial cambio institucional y cultural. En otras palabras, era imperativo que los efectivos de UNCIVPOL fueran capaces de reforma, adiestrar, reestructurar y reconstruir los cuerpos de seguridad
locales, para adecuar su filosofía y modos de actuación a principios democráticos.

Algunos lo han denominado policekeeping, palabra de difícil traducción11. El avance es significativo desde el punto de vista doctrinal porque reconoce que la ONU no debe limitarse a “denunciar” los abusos cometidos a nivel local sino que su responsabilidad es lograr una transformación profunda de las actitudes y métodos de esos policías locales que pronto se demostró era sólo una parte de un todo que requería una reforma del sistema judicial en su conjunto (leyes, códigos, formulación de sentencias, etc.).

En este sentido, el elemento básico de los mandatos de transformación policial radica en obtener una reestructuración del sistema interno de seguridad de un Estado con el espíritu de despolitizarlo y profesionalizarlo y, al mismo tiempo, modificar su forma de actuación alienándolo a partir de entonces al profundo respeto a los derechos humanos. Este proceso, además de requerir una gran formación en derechos humanos, suele implicar una reducción sustancial de las fuerzas existentes, dimensionarlas o modificar su composición interna, en muchos casos equilibrando la distribución étnica y de poder de sus componentes y “familias políticas”. En Bosnia-Herzegovina, por ejemplo, la Internacional Police Task Force (IPTF) –la institución sancionada por la ONU para estos cometidos- supervisó la reducción de la policía local de los 44.000 efectivos que tenía en diciembre de 1995 a 17.000 en 2004, aunque al mismo tiempo readiestró a estos oficiales a nuevas normas de funcionamiento y principios de actuación12.

Otro de los elementos principales de cualquier programa de transformación policial tiene relación con la profesionalización de la policía en su conjunto: mejorar la eficacia de los cuerpos locales de seguridad en su lucha contra el crimen organizado
y el control de desordenes civiles. Desarrollar una policial local que respete las normas democráticas y los derechos de la población y, a la vez, haga bien su trabajo no es fácil ni siquiera en los países democráticos desarrollados y, por tanto, mucho más en naciones en transición, donde la falta de medios, la corrupción, la  desconfianza y la pobreza son impedimentos que hay que superar día a día. Por ello, es particularmente importante reconocer que además del cambio de cultura y actitud es imprescindible que estos nuevos cuerpos de seguridad estén adecuadamente equipados y adiestrados para cumplir las funciones que se les asignen, y algo no menos significativo aún, razonablemente bien remunerados para evitar la corrupción y la infiltración de grupos de presión y bandas criminales.

Hay que resaltar que en la mayoría de las misiones iniciadas por las Naciones Unidas desde 2003, el Consejo de Seguridad ha aprobado mandatos con, entre otras cosas, responsabilidades de “transformación policial” de diversa amplitud y profundidad como reflejo del reconocimiento de la importancia de su contribución a cualquier estrategia de reconstrucción institucional. Es evidente que las funciones y dificultades de los cuerpos de seguridad no son los mismos en una situación de  normalidad democrática que saliendo de un conflicto o guerra interna, y, en este sentido, hay que tener en cuenta –como señala el Gráfico número 3- que los puntos de partida son distintos y, por tanto, el énfasis en determinados hitos u objetivos intermedios está condicionado a muchos factores que el RESG y los mandos policiales internacionales deben valorar en cada caso con detenimiento y sensibilidad. Estas consideraciones deben de ser tenidas en cuenta, asimismo, en la formulación de los programas de adiestramiento y enseñanza de los cuerpos de seguridad locales, así como en las políticas generales de las Administraciones Internacionales, ya que algunos casos –falta de recursos económicos y buenos líderes- sólo pueden ser resueltos por los niveles más altos de decisión, bien dentro de la estructura de administración internacional o del gobierno de transición.

c. Misiones con poder ejecutivo: El tercer y más complejo tipo de mandato de UNCIVPOL aprobado por el Consejo de Seguridad contienen como elemento diferenciador la concesión de poder ejecutivo a los policías internacionales que implica, entre otras cosas, dotarles de capacidad plena (legitimidad) para realizar arrestos y detenciones (law enforce) con el objetivo de mantener el orden, controlar el crimen y contribuir a un ambiente general de seguridad y estabilidad. Este tipo de mandato requiere, por una parte, que los oficiales desplegados vayan normalmente armados y, por otra, un mayor despliegue de efectivos en relación con la población civil que respecto a las otras categorías de mandatos. Con frecuencia, los mandatos que conceden poder ejecutivo a los efectivos de UNCIVPOL desplegados incluyen al mismo tiempo programas de reestructuración de la policía local (transformación policial), así como responsabilidades para gestionar la transferencia de autoridad en materia de seguridad –primero del Estado (o entidad en transformación) al componente militar de una OMP, después de esta a la Administración Interacional y su componente de policía civil internacional y, más tarde, de éstas a las nuevas autoridades locales cuando se encuentren preparadas para ello.

Las Administraciones Internacionales de Kósovo y Timor Oriental son dos casos significativos de estudio ya que en ambos mandatos el Consejo de Seguridad autorizó UNCIVPOL con poder ejecutivo ante la ausencia de cuerpos civiles de seguridad locales válidos para desempeñar sus funciones.

Esta tipología es útil para entender la evolución gradual que ha experimentado UNCIVPOL desde pasivos monitores a un actor decisivo en la definición y establecimiento de modelos de RSS, pasando por la reforma doctrinal de las capacidades locales de seguridad pública a través de la implantación de códigos de conducta, adiestramiento y puesta en práctica de protocolos de actuación siempre
dentro de un marco democrático y de completo respeto a los derechos humanos (consúltese el Gráfico Número 4).

3.- UNMIK:Mando y Estructura del Componente Policial
La Administración Provisional de las Naciones Unidas del territorio de Kósovo (UNMIK) es la primera autorizada por el Consejo de Seguridad que administra directamente, a través de sus distintos componentes e instituciones, todos y cada uno de los aspectos de la gestión pública de un territorio. Privado de su autonomía por el Gobierno de Serbia en 1989, Kósovo pasa a ser administrado en 1999 por la comunidad internacional representadas, en el aspecto de seguridad, por dos organizaciones internacionales: UNMIK de las Naciones Unidas y la Fuerza Internacional de Seguridad de Kósovo (KFOR) de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. La actuación de ambas instituciones está legitimada y enmarcada dentro de la resolución 1244 (1999) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas La población kosovar recibe positivamente la presencia internacional aunque progresivamente ha ido cambiando su actitud con respecto las fuerzas políticas han avanzado hacia una independencia, idea rechazada por la mayoría de la comunidad serbiokosovar y fuertemente protestada por Belgrado y sus aliados, Rusia especialmente13.

A través de la resolución 1244, el Consejo de Seguridad autorizó al Secretario General de la ONU “a establecer (…) una presencia internacional civil en Kósovo a fin de que Kósovo tenga una administración provisional bajo la cual su pueblo pueda gozar de una autonomía sustancial en la República Federal de Yugoslavia y la cual se encargara de administrar la transición” hasta que se llegue a una solución, requiriéndose para que nombre a un Representante Especial (SRSG) que controle la puesta en marcha de dicha presencia civil internacional14. La adopción de esta resolución le siguen los informes de 12 de junio y 12 de julio de 1999 del Secretario General donde se establece la estructura de la misión y las funciones y competencias de sus componentes15.

Como cabeza visible de la misión está el Representante Especial, el SRSG – administrador único del territorio-, apoyado por un staff formado por un jefe de gabinete, asesoría política, asesoría jurídica, asesoría y enlace militar y oficina de prensa. Ya en las primeras regulaciones, se señalan que SRSG queda investido de poderes ejecutivos, legislativos y judiciales, con competencia exclusiva para el nombramiento de todo tipo de funcionarios públicos o con responsabilidades en la administración del territorio. Realiza su trabajo a través de cinco Representantes Especiales Adjuntos (DSRSG), uno de los cuales, el Representante Especial Adjunto Personal (PDRSG) –sin cartera específica- actúa como primus inter pares en su relación con los otros DSRSG y sustituye al SRSG en su ausencia. La misión se estructura en cuatro componentes, conocidos como Pilares, divididos por asuntos, cuyas competencias han variado con el tiempo.

A la cabeza de cada pilar se sitúa un DSESG.

Los pilares al comienzo de la misión son (Gráfico número 5):
– Pilar I, de Asuntos Humanitarios: liderado por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR: asistencia humanitaria,
medidas relativas a las minas, etc.)
– Pilar II, de Administración Civil: liderado por la propia Naciones Unidas (Administración Pública y Asuntos Civiles, Policía y Asuntos Judiciales).
– Pilar III, de Fomento Institucional: lideradazo por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE: Democratización y fomento institucional; Elecciones; Derechos Humanos), y, finalmente,
– Pilar IV, de Reconstrucción: liderado por la Unión Europea (UE: Planificación, Supervisión y Estabilización de la Reconstrucción Económica, Social y Financiera).

Con el final de la fase de emergencia, a finales de junio de 2000, desaparece el Pilar I, aunque UNHCR, en desarrollo de su mandato, permanece en Kósovo. Sólo en mayo de 2001, reaparecerá el uso del nombre del Pilar I, esta vez, ocupando un espacio diferente:

Pilar I, de Policía y Judicial que, bajo el liderazgo de la propia Organización de las Naciones Unidas, reunirá bajo una misma autoridad los servicios relacionados con justicia e interior. A principios de 2008, el Secretario General de la ONU propone una reorganización de la Misión, tomando en consideración el despliegue de una operación de la Unión Europea (EULEX) con la aprobación del Consejo de Seguridad y cuyas implicaciones trataremos al final del artículo.
Redactada con amplio consenso dentro el Consejo de Seguridad y con intenso asesoramiento por parte de técnicos internacionales, lo que facilitó una precisión y clarificación poco corriente sobre el mando y cómo llevarlo a cabo, la resolución 1244 autoriza el despliegue de componentes civiles y “de seguridad” en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas (que legitima el uso de la fuerza para la consecución del mandato) con la responsabilidad, entre otras cosas, de:

a) Mantener la ley y el orden público, incluso mediante el establecimiento de un cuerpo de policía civil, y entre tanto, mediante el despliegue de agentes de policía internacionales, y
b) Proteger y promover los derechos humanos

La interpretación sobre el terreno de estas responsabilidades incluyó numerosos aspectos desde el mantenimiento del orden público hasta la investigación de crímenes, tanto comunes como relacionados con los derechos humanos, pasando por las funciones típicas de la Policía Judicial, el control de la inmigración y los pasos fronterizos –tanto de personas como de mercancías (aduanas), hasta el control del tráfico y la protección de personalidades y edificios.

Los informes posteriores del Secretario General que desarrollan la puesta en práctica de estas responsabilidades señalan que “teniendo en cuenta que la responsabilidad primordial la Misión por el mantenimiento del orden público, será necesario considerar la posibilidad de armas a la policía”16 y contemplan el nombramiento dentro de UNMIK de un Comisionado de Policía integrado por tres elementos:

1) Una unidad de policía civil internacional que se encargará de la supervisión de las actividades de la policía civil y del establecimiento y la supervisión de una fuerza de policía de Kósovo,
2) Una unidad de policía especial encargada de las medidas antidisturbios y otras funciones de la policía especial, y
3) Una unidad de policía fronteriza internacional17

La misión de UNMIK fue tan comprensiva en su componente de seguridad al partir del entendimiento de que su principal problema en este terreno obedecía en gran manera a la falta de instituciones y organismos locales que hicieran cumplir la ley, al abandonar rápidamente el territorio la mayoría de la policía local serbia. Por ello, las Naciones Unidas concedieron a la misión “poder ejecutivo”, es decir capacidad legal de detener y enjuiciar a los responsables de delitos e injusticias y marcó como prioridad la rápida constitución de un nuevo cuerpo policial local18.

El mantenimiento tanto de la seguridad pública como del derecho civil y el orden público fue encomendado en un primer momento a la fuerza militar de la OTAN desplegada al efecto (KFOR) bajo asesoramiento del componente policial de UNMIK en ausencia de una fuera policial legítima, tanto internacional como local. En una segunda fase, se transfirió toda la autoridad al componente policial internacional. Sus principales actividades incluyeron: patrullaje y mantenimiento del orden público, investigación de crímenes, prevención del crimen, recolección de evidencias y denuncias, control de fronteras e inmigración y control del tráfico.

El personal internacional de policía de la UNMIK se desplegó en las cinco regiones de Kósovo, con cuartel general en Pristina. La misión policial estaba estructurada en tres componentes principales y llegó a contar con un máximo de 4.718 efectivos: policía civil (1.800 hombres), unidades especiales (FPU) (10 unidades con 115 oficiales cada una) –una importante novedad por ser la primera vez que se constituía dentro de una administración internacional de la ONU- y policía de fronteras (205 oficiales) (Gráfico número 6). El número de efectivos fue disminuyendo progresivamente hasta que en diciembre de 2008 representaba un total de 1.499 UNCIVPOL pertenecientes a 31 países: 499 efectivos encuadrados en unidades especiales (FSU) procedentes de Pakistán, Rumania, Polonia, Ucrania; 462 policías internacionales y 999 oficiales dentro de la misión de la OSCE dedicada a la formación y supervisión del servicio de policía. El presupuesto para el año 2008 ascendió a 210,6 millones de dólares19.

Uno de los principales retos operativos del ambicioso mandato estuvo relacionado con la ausencia de una legislación aplicable o la controversia sobre la que la AI decidió aplicar. La colaboración entre la ONU y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) en la creación del Servicio de Policía de Kósovo (KPS) permitió el rápido establecimiento de un centro de adiestramiento y el desarrollo de una doctrina policial fundamentales para la reestructuración del cuerpo. A mediados de 2006, UNMIK comenzó la transferencia de responsabilidad de las labores policiales a KPS con respecto consolidó su estructura y amplió su presencia geográfica.

La función de UNMIK se puede dividir en cuatro grandes etapas:
– Primera etapa (Julio-Octubre 1999): la KFOR se encargó de la seguridad y el orden público hasta que la presencia civil internacional pudo asumir esa función. Durante este período, la policía civil de UNMIK prestó asesoramiento a KFOR y sirvió de enlace con las contrapartes local e internacional. Las unidades de policía especial bajo el control de UNMIK también establecieron enlaces con las otras partes y asumieron como cometido especial en esta etapa la protección de las instalaciones de las Naciones Unidas.

– Segunda etapa (Octubre 1999-Abril 2002): Una vez UNMIK recibió la responsabilidad de mantener el orden público de KFOR, la policía civil internacional llevó a cabo sus obligaciones normales de policía con facultades de “poder ejecutivo” para hacer cumplir la ley. Se inicia la creación y establecimiento de la Policía Local – Servicio Policial de Kósovo (KPS, siglas en inglés), así como se ponen en funcionamiento unidades especiales, bien destinadas a funciones antidisturbios o control de la población en situaciones de emergencia.

– Tercera etapa (Abril 2002 – Septiembre 2006): KPS asume responsabilidades policiales transferidas de la Administración Internacional. UNMIK abandona u capacidad poder ejecutivo en la mayoría de las zonas del país para concentrarse en misiones de asesoramiento, adiestramiento y supervisón del cuerpo local.

– Cuarta etapa (Septiembre 2006 – Diciembre 2008): La OSCE transfiere la gestión de la Academia de Policía a las autoridades locales. UNMIK reorganiza la misión y traspasa las responsabilidades en el área de seguridad a la UE, a excepción de en las zonas ocupadas por comunidades no albanesas20.

4.- UNMIK Y KFOR, una relación modélica
Respecto a la relación entre el componente militar y el policial, podemos afirmar que el modelo seguido en Kósovo debería considerarse como referente para futuras misiones por haber funcionado satisfactoriamente al no confundir en ningún momento capacidad con autoridad1. En los primeros momentos y ante la falta de otras estructuras de seguridad, las unidades de policía civil –compuestas por gendarmes franceses, carabineros italianos o guardias civiles españoles- fueron colocadas bajo mando de la OTAN junto a otras fuerzas militares sin que se produjeran problemas significativos por estar bien definidos sus cometidos y estructuras de mando. Estos unidades podían llevar a cabo funciones de orden público

–como patrullas, control de poblaciones, etc.- pero no poseían poder ejecutivo, lo que les impedía realizar investigaciones criminales o arrestos a pesar de estar equipados y entrenados para ello. Una vez se produjo el traspaso de la responsabilidad del orden público de KFOR a UNMIK, cualesquiera unidades de policía especial que hubieran estado anteriormente bajo mando de la OTAN fueron trasladadas a la autoridad de la Administración Internacional de Naciones Unidas para evitar tener dos unidades con mandatos análogos en el mismo teatro de operaciones.

La UNMIK y KFOR establecieron desde un principio una estrecha relación de trabajo y organizaron una compleja estructura de mecanismos de coordinación que incluyeron reuniones diarias del Representante Especial con el Comandante de la KFOR. La UNMIK mantuvo, asimismo, un enlace estrecho con KFOR durante la primera etapa para ayudar a la fuerza de la OTAN en el cumplimiento de su responsabilidad de garantizar la seguridad pública. Esto comprendía ocuparse tanto de delitos ordinarios como de los incidentes que obedecían a motivaciones políticas tales como los intentos de ciertos grupos de albaneses de Kósovo de apoderarse de las oficinas del gobierno local, los hospitales y las instalaciones de los medios de comunicación. La UNMIK emplazó oficiales de enlace militar en el cuartel general y en las cinco brigadas multinacionales de KFOR.

En caso necesario, los representantes de la KFOR participaron en la labor de la UNMIK, mientras que esta, por su parte, participó en la Comisión Mixta de Aplicación (JIC, siglas en inglés) que mantuvo enlaces con las fuerzas armadas de la República Federal de Yugoslavia y con el Ejército de Liberación de Kósovo (ELK). UNMIK y KFOR también colaboraron estrechamente en otras áreas como la remoción y señalación de campos minados y la actividad del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en la investigación de denuncias contra presuntos criminales.

Un ejemplo de la buena coordinación entre ambas estructuras se produjo el 14 de marzo de 2008 con motivo de que un grupo de empleados judiciales serbokosovares tomó por la fuerza el tribunal de la UNMIK en Mitrovica Norte, mientras que protestaban y pedían que se les devolvieran sus puestos. Unos días después, una operación de policía de UNMIK con el apoyo de KFOR recuperó el control del tribunal. Sin embargo, durante la operación, la policía internacional y los soldados de la OTAN fueron atacados por los manifestantes y se produjo un violento enfrentamiento en el que resultó muerto un agente internacional de Ucrania y resultaron heridos otros 64 agentes internacionales de UNMIK y otros 24 efectivos de KFOR. A raíz del incidente, la policía de UNMIK se retiró de Mitrovica Norte durante 36 horas en las que KFOR quedó encargada del mantenimiento del orden y la ley. El 19 de marzo, UNMIK reanudó las tareas normales, una vez restablecido un ambiente de seguridad21. Esto fue posible, en gran manera, por la coordinación establecida de antemano por las estructuras de mando de ambas instituciones que incluso habían llegado a realizar ejercicios de operativos similares. El aprendizaje logrado en esos simulacros permitió una gran coordinación entre policías y militares que evitó un empeoramiento de la situación cuando se produjeron los disturbios.

Hay que tener en cuenta que la Alianza Atlántica también contribuyó desde el primer momento al monitoreo del Cuerpo de Protección de Kósovo que constituyó varios equipos de enlace con la OTAN a fin de ofrecer garantías a todas las comunidades y, en caso de se produjera un empeoramiento de la situación de seguridad, aportar una influencia tranquilizadora.

En junio 2008, tras la creación del nuevo Ministerio de Kósovo para las Fuerzas de Seguridad y el nombramiento un poco después de un Ministro, KFOR, en consulta con las autoridades de Kósovo, puso en marcha un proceso de reclutamiento de personal para una futura Fuerza de Seguridad de Kósovo. En la primera etapa, la selección se efectuó entre miembros del Cuerpo de Protección de Kósovo y se basó en las necesidades de la Fuerza de Seguridad y en haber completado exitosamente el procedimiento de investigación aprobado. Los miembros del Cuerpo de Protección que no sean reclutados para la Fuerza de Seguridad serán reasignados, reintegrados o separados del servicio con dignidad, a través de un programa financiado por un Fondo Fiduciario de la OTAN y ejecutado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)22 (Gráfico Núm. 7).

5.- La OSCE establece la Academia de Policía del KPS

La resolución 1244 estipulaba como prioridad la inmediata creación de una escuela de formación para el Servicio de Policía de Kósovo (SPK) que debía ser independiente y multiétnico y formado por candidatos con arreglo a normas estrictas de selección e investigando y verificando los antecedentes. Este cometido fue adjudicado a la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), que ya había tenido experiencias similares en este terreno en otros países del continente.

La misión de la OSCE quedó resumida en cuatro objetivos bajo el convencimiento de que el imperio de la ley no se podía lograr sin cuerpos de seguridad del Estado que trabajasen y funcionasen de forma democrática y con la plena confianza y credibilidad
de la población:

1. Diseñar un curso básico policial y las materias y conocimientos a impartir

2. Establecer un plan de adiestramiento en cooperación con UNMIK

3. Crear una Academia de Policía con la ayuda de un cuerpo de 150 policías civiles internacionales como administradores y profesores, y

4. Establecer un proceso de selección de candidatos y posterior evaluación y supervisión Los planificadores de la OSCE establecieron que para mantener el orden y la seguridad en Kósovo se requería al menos la formación de 3.500 efectivos policiales en los primeros 16 meses con la dificultad añadida de que al menos un 10 % fueran serbiokosovares y todos los nuevos policías carecieran de historial criminal para garantizar su legitimidad y credibilidad. También se fijó la meta de formar a 700 oficiales para que sirvieran de supervisores y administradores de la Academia y profesores para los cursos de perfeccionamiento.

La Academia abrió sus puertas el seis de septiembre de 1999 en Vushttri/Vucitm, a unos 25 kilómetros de Prístina, donde vivían los alumnos durante nueve semanas para que aprendieran las funciones básicas de la policía civil bajo los principios de respecto a la democracia y los derechos humanos, y a la vez jugarán un papel positivo hacia la reconciliación del territorio. Todos los candidatos fueron entrevistados personalmente, examinados física y psicológicamente e investigado su pasado. El programa de adiestramiento policial incluía 34 horas de clase por semana durante nueve semanas sobre distintas asignaturas como código de conducta policial, legislación, investigación criminal, técnicas de interrogatorio y recogida de pruebas periciales, uso de armas de fuego, primero auxilios y control de tráfico, entre otras materias23.

Además, tenían que superar también 19 semanas de prácticas sobre el terreno bajo supervisión de UNCIVPOL. Una vez licenciados, han sido evaluados trimestralmente por sus superiores y por policías civiles internacionales. La primera promoción de 350 oficiales se graduó en octubre de 1999. Ocho años después, el SPK esta compuesto por 7.242 oficiales – de los cuales 704 son serbokosovares-, 594 oficiales de seguridad y 1.189 funcionarios civiles, desplegados en 34 comisarías y 22 subestaciones en todas las zonas del país24.

Para su propia legitimidad interna, el Comisionado de Policía de UNMIK tiene plenas facultades para despedir o imponer medidas disciplinarias a los oficiales o cadetes del SPK por presuntas violaciones a los derechos humanos o cualquier otro tipo de conducta cuestionable. El proceso de selección fue muy riguroso –se presentaron cerca de 19.000 candidatos para 7.500 plazas- y no estuvo exento de polémica, especialmente por la falta de documentación, ser de dudosa procedencia (principalmente aquellos procedentes de la policía serbia), o la creencia de algunas políticos de que debía facilitarse la integración de todos los miembros del Ejército de Liberación de Kósovo (ELK) que no pudieran formar parte del Cuerpo de Protección de Kósovo.

En conjunto, se puede afirmar que el proyecto ha cumplido sus objetivos a pesar de las dificultades. En enero de 2007, la gestión y dirección de la Academia de Policía fue transferida al KPS que la rebautizó como Centro Educativo para la Seguridad Pública y el Desarrollo (KCPSED), comúnmente conocido como “el Centro”. Desde su creación, ha evolucionado sustancialmente al pasar de impartir cursos de entrenamiento policial básico hasta módulos especializado en investigación y control de poblaciones en situaciones de emergencia, con una mayoría de profesorado ya local y los estándares de calidad comparables con los de Europa25.

6.- UNMIK: Evaluación y futuro

El análisis final de UNMIK está todavía por escribirse pero nueve años es un tiempo suficiente para sacar algunas conclusiones. No es arriesgado, por tanto, afirmar que se trata de una de las misiones policiales desplegadas por Naciones Unidas más exitosas de su historia, con todos los claroscuros que se puedan apuntar. UNMIK ha cumplido satisfactoriamente sus principales objetivos –mantener el orden público y crear un servicio de policía local efectivo y respetuoso con la democracia y los derechos humanos-, a pesar de reconocer que aún existe un difícil ambiente de inseguridad e importantes tensiones étnicas que demuestran que aún esta bastante lejos una reconciliación duradera y perdurable.

Con todo ello, se puede decir que la comunidad internacional ha demostrado su capacidad de desplegar operaciones policiales complejas de transformación y poder ejecutivo, y la eficacia de fórmulas novedosas son las FSU, unidades policiales especializadas en el control y gestión de situaciones violentas o de fuerte confrontación, sin tener que recurrir al componente militar. También es destacable la positiva distribución de responsabilidades entre el componente militar (KFOR) y de seguridad (UNMIK) de la misión, y entre las distintas organizaciones internacionales –ONU, OTAN, UE y OSCE- con un reparto de papeles coherente y una significativa capacidad de coordinación entre todas ellas, algo novedoso hasta ahora en este tipo de operaciones multidisciplinares con tantos actores actuando simultáneamente en un mismo teatro de operaciones. La clave de ello, es necesario resaltar, había que buscarla quizá en la personalidad del primer Representante Especial del Secretario General, Sergio Vieira de Mello, quien entendió perfectamente su papel como máxima autoridad internacional en Kósovo y, por tanto, de todos sus actores e instituciones involucradas.

Entre las áreas aún por mejorar puede mencionarse la relativa tardanza en el despliegue de los efectivos UNCIVPOL aprobados por el Consejo de Seguridad –un mal casi endémico de todas las misiones de Naciones Unidas- y la dificultad de los responsables de la administración internacional por determinar la legislación aplicable en el territorio, un elemento que causó gran confusión y dificultó en gran manera la actuación de UNMIK durante los primeros tiempos.

Desde el punto de vista de efectividad policial, hastaenero de 2008, UNMIK y el SPK habían llevado a cabo 182.893 investigaciones y creado y desplegado un servicio local policial en todo el territorio –incluida la compleja zona norte de mayoría serbokosovar-, así como 13 puestos fronterizos. La Academia de Policía de la OSCE ha formado adecuadamente a más de 8.000 oficiales de los que 7.242 permanecen actualmente en el cuerpo, y transfirió con éxito su gestión y administración a nivel local, encuadrándola dentro del Ministerio del Interior de Kósovo.

En el capítulo de éxitos concretos, se pueden mencionar por ejemplo que en 2006, el SPK desarticuló una importante operación de falsificación de tarjetas de crédito con el arresto de nueve personas y el desmantelar de toda la red, así como han sido reconocidos sus operativos contra redes internacionales de “trata de blancas” y su capacidad de mantenimiento del orden en momentos difíciles (hay que recordar los disturbios de marzo de 2004) y la supervisión de fronteras, tanto en relación con personas como de mercancías.

Las evaluaciones realizadas por instituciones independientes demuestran que en términos generales la población de Kósovo se siente más segura ahora que hace ocho años. Entre diciembre de 2006 y junio de 2007, por ejemplo, un 17 por ciento afirmó que los niveles de seguridad había mejorado y más del 77 por ciento consideraba que permanecían igual. Sólo un 13,6 por ciento de la población estimaba que había empeorado26.

Por otra parte, el Servicio de Policía de Kósovo es la segunda institución con mayor credibilidad y mejor imagen pública por detrás sólo del Cuerpo de Protección de Kósovo. El 77,2 por ciento de los entrevistados respondieron que confiaban “mucho” o “completamente” en el SPK, un porcentaje mucho mayor que en relación con UNMIK (52,3 %) o la Unión Europea (55,5 %) (Gráfico Núm. 8). Varias variables afectan a la hora de determinar cuanto confía la población en el SPK, incluido étnica, localización y niveles de educación. En este sentido, el 91,5 % de los albanokosovares respondieron que confían“completamente” o “mucho” en el SPK frente al 5,1 % de los serbokosovares y el 85,4 % de los que no son de ninguna de estas comunidades. Lo que es evidente es la correlación entre seguridad y confianza en el SPK. El 90,2 por ciento de los que responden sentirse seguros en su zona o vecindario, confían en el Servicio de Policía de Kósovo “completamente” o “mucho”. También destaca la percepción de honradez que tiene el cuerpo. Escasamente el 5 % afirma haber recibido peticiones de soborno o percibir algún tipo de corrupción por parte de los policías, el doble que en caso de UNMIK, pero mucho menor que cuando se habla de la judicatura local (23,1 %)
o de las autoridades municipales (38,5%).

Por último, cuando se pregunta a la población local que puede hacer el SPK para mejorar, las respuestas se parecen mucho a las que se podríamos obtener en cualquier país occidental: que patrullen más (60,7 %), que responda más rápidamente a los incidentes (47,3 %), que sean menos corruptos (28,7 %) y que traten con más respecto a las personas (27,3 %).

Quizá el tema más preocupante a medio plazo es la capacidad que tenga el Servicio de Policía de Kósovo de continuar siendo un cuerpo multiétnico para poder responder a las demandas de integración y convivencia de las dos comunidades que conforman el territorio. En noviembre de 2008, la representación de las minorías dentro del SPK permanecía en un 15,5 % (un 10 % serbokosovares), justo el objetivo marcado a UNMIK por el Consejo de Seguridad27. Sin embargo, estos números pueden llevar a engaño. Tras la declaración de independencia de Kósovo, el 17 de febrero de 2008, los serbios de Kósovo, con el apoyo de las autoridades serbias, ampliaron el boicoteo de las instituciones de Kósovo y lo hicieron extensivo al Servicio de Policía de Kósovo, al Servicio de Aduanas de UNMIK, y al sistema judicial, la administración municipal y los ferrocarriles. En el caso del cuerpo policial local, en las zonas de mayoría serbokosovar al sur del río Ibar, 308 oficiales de policía serbokosovares se negaron a continuar colaborando con el Servicio y fueron suspendidos del servicio. Argumentaron que no trabajarían bajo línea de mando reconocida del Servicio, en virtud de la cual los cuarteles generales responden ante el cuartel general principal en Priscina28. Estos problemas no se produjeron, sin embargo, en otras zonas, como la septentrional, donde las funciones policiales operativas no fueron transferidas de UNMIK al Ministerio del Interior de Kósovo29.

Las perceptivas de futuro de UNMIK no están claras. En especial desde la declaración unilateral de independencia de las autoridades de Kósovo. No por anticipada, la decisión provocó un cisma en la comunidad internacional ya que muchos países –desde Rusia a España, por ejemplo- se han negado a reconocerla frente a otros –Estados Unidos a la cabeza- que la han respaldado con entusiasmo. En esta tesitura, las Naciones Unidas se vieron obligadas a declararse neutrales respecto al estatus político del territorio lo que, en términos prácticos, representó la paralización sobre el terreno de sus efectivos por el boicot iniciado por los albanokosovares en sus zonas de influencia. En este escenario, la Unión Europea decidió asumir un papel de primer plano. El Consejo Europeo del 14 de diciembre de 2007 aprobó avanzar en la puesta en funcionamiento de una misión civil para ese territorio –la más grande en efectivos de su historia- de acuerdo con lo estipulado en la resolución 1244 y escudándose en las directrices de la ONU que propugnan una mayor protagonismo de las organizaciones regionales30. La misión debía asumir lenta y gradualmente a lo largo de 2008 responsabilidades operacionales en materia de policía, justicia y aduanas en todo el territorio de Kósovo, aunque desde un principio se reconoció que, al menos durante un tiempo, UNMIK deberá mantener su presencia en las zona de mayoría serbia donde el personal del Servicio de Policía de Kósovo no podrá actuar si no es bajo la supervisión de UNCIVPOL y no de la representantes de la UE31.

La Acción Común de la Unión Europea del 4 de febrero de 2008 estableció oficialmente el marco de actuación de lo que denominó Misión de Mantenimiento de la Ley en Kósovo (EULEX) cuyo objetivo es asistir a las instituciones, autoridades judiciales y cuerpos de seguridad de Kósovo a continuar sus funciones y consolidar un sistema democrático basado en el respecto a la ley. En el caso policial, EULEX velará por la consolidación de un cuerpo multiétnico, independiente, sin interferencia política y semejante en sus estándares de actuación a las mejores prácticas europeas. La misión contará con cerca de 3.000 efectivos, incluido un importante componente de policía civil (unos 1.000 oficiales) que llevarán a cabo sobre el terreno misiones muy parecidas a las que hasta ahora realizaba UNMIK32. EULEX incluye, asimismo, jueces, fiscales y administradores civiles, más 1.100 contratados locales, bajo la dirección de Yves de Kermabon. En los últimos meses, la UE y la ONU han llegado a acuerdos técnicos para la venta de equipo y vehículos excedentes de la UNMIK, así como la puesta a disposición de la misión europea de oficinas y bases logísticas regionales no necesarias para los UNCIVPOL33.

El inicio de la fase operativa de EULEX el 9 de diciembre de 2008 coincidió con una reconfiguración de UNMIK y la reducción de su componente policial. Sin embargo, aún no esta claro hasta que punto la Unión Europea podrá lograr desplegarse en todo el territorio y sustituir completamente las funciones hasta ahora encomendadas a los policiales internacionales encuadrados en UNMIK. Por el momento, las dos misiones policiales –UNMIK y EULEX- compartirán responsabilidad en el pequeño Kósovo. El tiempo dirá si esta convivencia de organizaciones y funciones es también tan exitosa como la etapa anterior.

Notas:
1.- CHAPPELL, D and EVANS, John, The Role, Preparation and Performance of Civilian Police in United Nations Peacekeeping Operations, Sydney, International Centre for Criminal Law Reform and
Criminal Justice y UN Crime Prevention and Criminal Justice Division. 1997, Pág.19.
2.-SCHMIDL, E.A.: Police in Peace Operations, Vienna: Landesvertigrungsakademie, Militarwissenschaftiliches Buro, 1998.
3.- UNITED NATIONS Department of Peacekeeping, “United Nations Political and Peace building Missions, Background Note”, 30 June 2006, http://www.un.org/Depts&dpko/dpko/ppbm.pdf.
4.- Es necesario destacar que actualmente más del 40 por ciento de los policías desplegados en misiones de las Naciones Unidas lo están en África y, curiosamente, los países africanos se encuentran asimismo entre los principales contribuyentes de UNCIVPOL. En junio de 2007, más de un cuarto de los policías civiles desplegados dentro de misiones de la ONU procedía de países africanos.
5.- Estas unidades, inicialmente denominadas Specialized Police Units (SPUs) fueron desplegadas primero en Kósovo y Timor Oriental como parte de las estructuras de seguridad de sus respectivas Administraciones Internacionales. En el caso de Haití, el Consejo de Seguridad autorizó en 1997 la Misión de Policía Civil de la ONU en Haití (MINOPUH) a incluir 90 policías integrados en “special
police units”. El tamaño, estructura y funciones de estas SPU son diferentes a las actuales FPU pero se puede considerar como precedente de estas. UNITED NATIONS, Report of the Secretary-General on the United Nations Transition Mission in Haiti, S/1997/832/Add.1, 20 November 1997, Para. 2 y 8.
6.- Usaremos las reglas españolas de acentuación para los topónimos y gentilitos, i.e. Kósovo, Kumánovo, etc., pero mantendremos la ortografía original para los nombres propios y patronímicos.
7.- El coste de las FPU, aunque parezca mentira, no son mucho más caras para la ONU que los oficiales policiales por el sistema financiero estipulado para su compensación. El policía individual recibe un
suplemento (MSA) de entre 80 y 150 dólares por día (3.200 y 4.500 por mes) mientras que en el caso de las FPU la ONU restituye al país donante una cantidad fija de 1.400 dólares por hombre y por mes. Esto
quiere decir que un efectivo de FPU cuesta a la ONU menos de la mitad que un policía individual.
8.- Para más información sobre la doctrina de la ONU respecto a la reforma del sector de la seguridad se puede consultar la resolución del Consejo de Seguridad titulada: “Seguridad, paz y desarrollo: el papel de las Naciones Unidas en apoyo de la reforma del sector de la seguridad”. A/62/659-S/2008/39.
9.- Informe del Comité de las Naciones Unidas para las Operaciones de Paz (A/55/305-S/2000/809) de 21 de agosto de 2000. Pág. 64.
10.- Información en www.un.orh/Depts/dpko/civpol/civpol/1.htm consultado el 15/08/07.
11.- SMITH, J.G..HOLT, V.K. and DURCH, W. J.: Enhancing United Nations capacity for post-conflict police operations, Ob. Cit. Pág. 17.
12.- VETSCHERA, Heinz, H. and DAMIAN, M.: “Security Sector Reform in Bosnia and Herzegovina: The Role of the International Community”, International Peacekeeping 14 (1), March 2006, Pág. 41.
13.- GARCÍA ORRICO, D.: La internacionalización de la Administración de Justicia, Misión de ONU de
Administración Provisional de Kósovo, Trabajo inédito presentado en el Curso de Gestión Internacional de Crisis, Instituto Universitario Gutiérrez Mellado, 2007. Pág.11 y ss.
14.- S/RES/1244 (1999), Párrafo 10.
15.- S/1999/672, de 12 de junio, y S/1999/779, de 12 de julio.
16.- S/1999/672 Párrafo 9 c).
17.- Para un resumen de las actividades de la Policía de Fronteras (Aduanas) de UNMIK entre 2000 y 2007 puede verse: UNMIK Customs Service – collecting success!, UNMIK Press Release 1632 (Countdown
No.9), 24 January 2007 consultado en http://www.unmikonline.org/ el 10/11/2208.
18.- S/RES 1244 (1999).
19.- S/2008/692.
20.- El representante especial del Secretario General para Kósovo, Lamberto Zannier, razonó esta decisión de la siguiente manera: “las recientes acciones de las autoridades kosovares (la declaración de independencia) hacen impracticable e imposible que UNMIK siga ejerciendo como administrador (…). Debemos concentrarnos en las áreas donde todavía podemos ser útiles en vez de seguir intentando ejercer funciones para los que no tenemos relevancia o nos necesarias”. UN´s Kosovo mission reorients field presence to non-Albanian ethic communities, 26/11/2008. UN Press Release.
21.- S/2008/458, Capítulo III Seguridad.
22.- S/2008/692, Capítulo III Seguridad.
23.- Además, todos los reclutas debían residir en Kósovo; tener más de 25 años; haber completado
secundaria; estar en excelente condición física y mental; tener una vista 20/25; capacidad de leer; escribir y hablar albanés y serbio; demostrar que eran capaces de entender y defender el imperio de la ley y proteger los derechos humanos de todas las personas independientemente de su étnica; intolerancia a cualquier tipo de violencia étnica; carecer de historial relevante de crímenes de guerra o conducta delictiva (excluyendo faltas leves de tráfico; ofensas juveniles o crímenes políticos); poder conducir vehículos de motor y tener altos valores morales. Asimismo, debían demostrar tolerancia y voluntad de
trabajar con personas de distintas culturas. Kosovo Police Service School consultado en http://www.osce.org/Kósovo/13216.html el 11/12/2208.
24.- KPS –Working for a better Kosovo, UNMIK Press Release 1629 (Countdown No.8), 17 January 2007, consultado en http://www.unmikonline.org/ el 11/12/2008. 49 Kosovo Police Service School- the success store continues!, UNMIK Press Release 1673 (Countdown No. 21), 2 May 2007, consultado enhttp://www.unmikonline.org/ el 11/12/2008.
25.- Policing in Kosovo, The Forum or Civic Initiatives and Safeworld, February 2008. Pág. 8 y ss.
26.- El Cuerpo de Protección de Kósovo, en comparación, cuenta con un 6,1 % de sus 2.865 efectivos
(diciembre 2008) de distintas minorías (0,98 serbokosovares, 28 en números absolutos). La representación femenina es de 3 % (86) en el CPK frente al 13,5 por ciento en el SPK. S/2008/692.
27.- El Gobierno kosovar decidió seguir pagando a los agentes de policía serbokosovares suspendidos en un intento de alentarnos a volver a sus puestos. La respuesta fue escasa, sólo 17 de los 300 habían regresado a sus puestos en noviembre de 2008. En esas fechas, también estaba prohibida la presencia de agentes
albanokosovares del SPK en Mitrovica Norte por motivos de seguridad tras los incidentes ocurridos a raíz de la declaración de independencia. Solamente, los agentes de UNMIK y serbokosovares del SPK
responde a las llamadas de investigación. S/2008/458, Capítulo Estado de Derecho. Núm 20 y 21.
28.- S/2008/211, Capítulo III Seguridad. 54 S/RES/1631/2005).
29.- La posición de la ONU quedó estipulada en una carta enviada por el Secretario General, Ban Ki-moon, al Sr. Boris Tadic que contenía seis puntos, bajo el criterio de que la organización internacional se
mantenía neutral respecto al estatuto político final del territorio. Anexo I al S/2008/354.
30.- EULEX fue establecida por un período de 16 meses y un presupuesto de 250 millones de euros al que contribuyen todos los países de la UE más Noruega, Suiza, Turquía, Estados Unidos y Croacia. Council Joint Action 2008/124/CFSP of 4 February 2008, Official Journal of the EU, L 42/92.
31.- S/2008/354.

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