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Entrevista a Francisco Rey: La importancia de la prevención de riesgos

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Foto: Centro Nacional de Huracanes (Miami)

(Juan Carlos Roque, Radio Nederland)

El huracán Ike barre desde la madrugada del lunes el oriente de Cuba con inundaciones, olas gigantescas, intensas lluvias y vientos, tras dejar 47 muertos en Haití en su peligrosa trayectoria al Golfo de México y las costas de Estados Unidos.

Ike, que obligó a la evacuación de más de un millón de personas en Cuba, arrasaba casas, tendidos eléctricos y cultivos en la oriental provincia de Holguín, por donde entró la noche de domingo, cerca de Punta de Lucrecia, con vientos de 195 km/h, fuerza tres en la escala Saffir-Simpson, de cinco.

Pasada la medianoche, el ojo del ciclón se hallaba cerca de la población de Gibara, 770 km al este de La Habana, y sacudía la zona con rachas de hasta 261 km/h, mientras avanzaba paralelo a la costa nororiental para seguir este lunes por la región central, según los pronósticos.

Ike avanzará por todo el territorio cubano para salir el martes por el noroccidente hacia las costas estadounidenses, donde habrá «grandes marejadas» y «olas peligrosas», según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

El huracán podría afectar los cayos de Florida rumbo al Golfo de México, donde Estados Unidos produce más del 26% de su petróleo, y se espera que siga en dirección de Luisiana, según los pronósticos.

Evacuaciones en el oriente cubano

En Cuba, 11 de las 14 provincias se mantienen en «alarma ciclónica»: Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas y Camagüey, en el oriente; las centrales Ciego de Ávila, Villa Clara, Sancti Spiritus y Cienfuegos, y la occidental Matanzas. La Habana y Ciudad de La Habana (oeste) siguen en «alerta».

Del millón de personas evacuadas hasta el momento, medio millón corresponde a pobladores de Holguín y Camagüey, según los informes locales. Más de 13.000 turistas son evacuados de Varadero, principal polo turístico, en Matanzas, 130 km al este de La Habana.

En Baracoa, provincia de Guantánamo (extremo este), las olas superaban los siete metros, a la altura de edificios de cinco plantas. Cientos de casas estaban destruidas. «Nunca había visto algo igual», dijo un habitante de 57 años a través de una comunicación especial.

Desde Holguín, el vicepresidente José Ramón Machado pidió tomar todas las medidas para «evitar la pérdida de vidas»; en tanto que el gobierno dispuso suspender el ciclo lectivo.

Temores en La Habana

Un corresponsal de la Agencia Francesa de Prensa (AFP) constató las largas filas que se formaron el domingo en tiendas y bodegas de todo el país, incluida en La Habana, pues la población se abasteció de alimentos, agua y velas. <

En Ciudad de La Habana, de 2,2 millones de habitantes, se teme por los cientos de viejos edificios y viviendas del casco histórico -Patrimonio de la Humanidad-. «Tememos el efecto dominó», es decir que se destruyan viviendas por el derrumbe de algún edificio, alertó Juan Contino, el alcalde de La Habana.

Memoria reciente

«Toda la nación ahora está a lo que en guerra se llama alarma de combate», dijo el ex presidente Fidel Castro, alejado del poder por enfermedad, en un artículo de prensa.

Ike azota a Cuba una semana después de que el huracán Gustav la cruzó por el oeste con vientos de 240 km/h (categoría 4) y rachas de hasta 340 km/h, sin dejar muertos pero sí decenas de miles de damnificados y enorme destrucción en Pinar del Río y la Isla de la Juventud, en lo que Castro comparó con un «golpe nuclear».

Gustav, que a su paso por el Caribe y Estados Unidos dejó un centenar de muertos, la mayoría en Haití, dañó en Cuba 140.000 casas, 600 escuelas, arrasó cultivos y derribó torres de energía. Los cubanos apenas tratan de recuperarse con ayuda nacional e internacional.

Ante la emergencia, Cuba urgió a Washington aliviar las restricciones comerciales, pero la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, rechazó la posibilidad de un levantamiento del embargo.

Daños en Haití, Dominicana y Bahamas

Antes de llegar a Cuba, Ike causó lluvias e inundaciones que provocaron la muerte de 47 personas en Haití sólo en la localidad de Cabaret, cerca de Puerto Príncipe, capital del empobrecido país donde más de 600 murieron en total con el reciente paso de los ciclones Hanna, Gustav y Fay.

En las Bahamas, Ike arrasó los techos de muchas viviendas, árboles y postes eléctricos, y en República Dominicana inundó amplias zonas, aunque no se reportan víctimas, tras la evacuación de más de 44.000 personas.

Entrevista a Francisco Rey en RN

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