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Actualidad | IECAH en los medios

Críticas a las caravanas solidarias por la falta de seguridad y profesionalidad

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El imparcial
 
La reciente y deseada liberación de los cooperantes de Barcelona Acció Solidària, Albert Vilalta y Roque Pascual, ha abierto el debate sobre los métodos y las medidas de seguridad que adoptan las caravanas solidarias que cruzan zonas peligrosas o en conflicto para repartir ayuda humanitaria. Lo que está claro es que no todas las ONG siguen los mismos procedimientos. Desde el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria se ha criticado ya la eficacia de estos convoy y su falta de profesionalidad.
 
La puesta en libertad de los cooperantes Albert Vilalta y Roque Pascual, secuestrados hace meses por una rama de Al Qaeda en el Magreb tras, según diversas fuentes, el pago de un rescate de 9 millones de euros y la liberación del único detenido en el caso ha puesto sobre la mesa la validez o no de caravanas como las de la organización Barcelona Acció Solidària.
 
La opinión pública, cooperantes, entidades vinculadas a la acción humanitaria y distintas ONG se han pronunciado ya sobre este caso y, frente a la alegría por la liberación de los cooperantes, se han criticado los riesgos innecesarios y la falta de eficacia de caravanas como la de la organización catalana.
 
En este sentido, el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Francisco Rey Marcos, ha explicado a EL IMPARCIAL que no son partidarios de este tipo de planteamientos teóricamente solidarios: «Defendemos más el papel de las organizaciones humanitarias convencionales, que tienen presencia en el terreno, experiencia, que tienen contrapartes fijas, es decir, organizaciones como Cruz Roja, Media Luna Roja, Intermon Oxfam o Médicos sin Fronteras».
 
El portavoz del IECAH, que se dedica a analizar situaciones de seguridad en organizaciones humanitarias, es bastante crítico con estas caravanas porque «no son muy eficaces y no garantizan un sistema de distribución de ayuda suficientemente vinculada con las necesidades de la población», aunque, recalca, «nadie tiene el monopolio de la solidaridad y cualquiera puede aportar su granito de arena».
 
Falta de profesionalidad
?Por otra parte, Rey Marcos también ha señalado que el voluntariado está bien si va acompañado de profesionalidad y de seriedad en la organización: «No somos partidarios de este tipo de caravanas porque están formadas por voluntarios, gente poco profesional, personas que van en plan vacaciones solidarias y no toman en consideración aspectos más serios como es la seguridad».
 
Sobre este punto, el codirector del IECAH ha querido incidir en que la seguridad es responsabilidad del que monta la caravana y hay que saber que ninguna norma internacional obliga a hacerlo: «Si un aventurero, como hemos visto que hay muchos, monta una caravana por su cuenta y riesgo para llevar material escolar a un colegio de Mali, es responsabilidad suya si tiene medidas de seguridad o no». Añade que «la realidad a día de hoy es así» y ponerle freno a estas caravanas «no es fácil, ya que no hay normas, excepto el sentido común».
 
Cruz Roja y la adecuada gestión de la seguridad?
Al respecto, el experto en Derecho Internacional Humanitario de Cruz Roja Española, Joaquín López, ha explicado a este diario que el trabajo en cooperación y ayuda humanitaria tiene un riesgo intrínseco derivado del contexto en el que se realiza la actividad. Por eso, entiende que «lo importante es aminorar en la medida de lo posible estas situaciones de riesgo de modo que se alcancen unos niveles razonables de seguridad, pues de otro modo, el trabajo se hace inoperante e ineficaz».
 
Para López «se trata de conseguir una adecuada gestión de la seguridad que incluya, entre otros elementos, el conocimiento de los escenarios de trabajo, y unas normas claras de seguridad que el personal deberá respetar».
 
Joaquín López insiste en que «es fundamental que cada entidad humanitaria se dote de una política de seguridad que establezca los criterios y pautas generales de comportamiento en este ámbito», así como que incorpore a sus programas y proyectos planes de seguridad específicos para cada país o territorio en el que se trabaje.
 
Desde Cruz Roja se hace hincapié en que «cada contexto en el que se presta la acción humanitaria es diferente y requiere de una planificación de la seguridad y de una interiorización de lo que ello significa».
 
Médicos sin Fronteras: evaluación de riesgos y profesionalidad?
En la misma línea se ha pronunciado en EL IMPARCIAL el responsable de información de Médicos sin Fronteras, Alois Hug, que ha destacado que en toda misión humanitaria «hay que poner en la balanza las necesidades de la población, el impacto esperado por parte de los equipos médicos y el riesgo para estos equipos».
 
Hug aclara que, aunque ellos no trabajan con caravanas de ayuda solidaria al estilo de la que ha sido noticia, para acudir a un país a prestar su ayuda efectúan una evaluación continua: «Tenemos protocolos de seguridad para cada país, analizamos los riesgos y la forma en que nos perciben». En este sentido, explica que «para prevenir riesgos es esencial asegurarnos de que todas las partes en conflicto nos aceptan y entienden bien cuál es nuestro rol».
 
Por otra parte, este portavoz de Médicos sin Fronteras ha matizado que por las características de su servicio no trabajan con voluntarios: «En el terreno tenemos sólo profesionales, con un sueldo, con un contrato. Sólo son voluntarios en el sentido de que aceptan ir a estos sitios con el riesgo que eso conlleva».
 
Factores de riesgo en las misiones?
El experto en Derecho Internacional Humanitario de Cruz Roja Española ha explicado que en los últimos años se ha producido un considerable aumento de los problemas de seguridad y recuerda que según un estudio de la Federación Internacional de Cruz Roja y Media Luna Roja, «el número de incidentes se ha triplicado en el último decenio, en paralelo también al importante incremento de misiones humanitarias, de organizaciones y del personal interviniente».
 
Para Joaquín López, los principales factores que incrementan el riesgo y provocan estos incidentes de seguridad son:
 
 

– El trabajo en contextos con un alto nivel de inseguridad.?
– La falta de formación y de información del personal desplazado.?
– La no identificación y valoración de riesgos y amenazas.?
– El exceso de confianza.
?- Falta de descanso o estrés.
 

 
 
El modelo de Cruz Roja
?En Cruz Roja tienen claro que el desarrollo y éxito de toda misión depende, en gran medida, de la seguridad del personal humanitario, por ello han elaborado un Plan de Gestión de la Seguridad en Misión, de modo que «todo el personal recibe esta formación y firma, además de un código de conducta, un compromiso de respeto y cumplimiento de las pautas de seguridad establecidas para cada misión».
 
Desde Cruz Roja creen que para garantizar y reforzar la seguridad del personal humanitario resulta fundamental tener en cuenta los siguientes aspectos:
 
 

– Ser consciente de los riesgos existentes atendiendo a cada contexto de actuación.
?- Una buena identificación de los principales riesgos y amenazas.?
– Una correcta valoración de las propias vulnerabilidades.
?- El respeto a las normas y directrices básicas de seguridad.
?- La incorporación de procedimientos y de respuesta ante situaciones de emergencia.
?- Una buena formación en gestión de la seguridad en cooperación internacional.?
– Y, sobretodo, prudencia y sentido común.
 

 
 
Caravanas solidarias y flotillas de la libertad?
Por otra parte, al comparar casos como el de la flotilla de la libertad con dirección a Gaza y el de la caravana de Barcelona Acció Solidaria, el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria apunta que, «en ambos casos, la ayuda que llevaban eran cosas pedidas por la población u organizaciones que trabajan allí».
 
«Aún así, en el caso de la flotilla de Gaza no era sólo material de primera necesidad, también llevaban material de construcción y cosas así, por eso nosotros criticamos que se llame ayuda humanitaria», señala Rey Marcos, que subraya que, por ello, «siempre puede haber alguien que lo interprete como una provocación, pero esto es inevitable».
 
«Es evidente que al Gobierno de Israel, en este caso de la flotilla, o a los fundamentalistas islámicos, en el de la caravana, no le va a gustar que llegue una ayuda humanitaria porque es para otros, no es para ellos», concluye.

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