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La lucha contra el racismo: la Conferencia de revisión de Durban y la participación española en ella

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Carlos Y.

Pocos días antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos había tenido lugar en Durban, Sudáfrica, la Conferencia Mundial de Naciones Unidas contra el Racismo (WCAR). Entre fuertes polémicas y la retirada final de Israel y Estados Unidos, se aprobó un Plan de Acción que será revisado en Ginebra a partir del próximo 20 de abril en una Conferencia ya conocida como Durban II. El proceso de revisión de Durban aparece envuelto, una vez más, en la polémica respecto a Israel y los estados que han decidido no sentarse a revisar la situación mundial del racismo y la discriminación, si existe la más mínima posibilidad de que las prácticas israelíes en los territorios palestinos ocupados sean cuestionadas. Por el momento Israel, Canadá, Italia, Australia, Alemania y los Estados Unidos ya han anunciado su boicot a la Conferencia.

 La conferencia de Durban 2001 y su Plan de Acción se enquistaron en torno a la propuesta, defendida por la sociedad civil palestina y sus aliados, que pretendía tomar como punto de partida la Resolución 3379 aprobada en 1975 por la Asamblea General de Naciones Unidas, equiparando “sionismo con una forma de racismo”. Así mismo, la posibilidad de definir como racistas las políticas israelíes respecto a la población palestina, especialmente en lo que se refiere a la negativa a reconocer el derecho al retorno de los refugiados, o la ocupación de la ciudad de Jerusalén, provocó el bloqueo de la Conferencia por parte de Estados Unidos e Israel. La llamada “estrategia de Durban”, seguida en el Foro de ONG y que tenía lugar paralelamente a las sesiones oficiales, buscaba, en el contexto sudafricano, equiparar a Israel con un régimen de apartheid contra su población indígena con el objetivo de lanzar una campaña de boicot, desinversiones y sanciones, similar a la que se desarrolló contra el régimen supremacista blanco sudafricano.

Los puntos de fricción de cara a la Conferencia de Revisión de Durban.

Casi ocho años más tarde, la situación se repite. Cualquier referencia al comportamiento de Israel, tanto en los territorios que militarmente ocupa, como respecto a la población palestina con ciudadanía israelí, o a los millones de refugiados privados del derecho al retorno, es inmediatamente tachada de antisemita y provoca la no asistencia a la Conferencia de revisión de Durban de algunas de las grandes potencias.

En el borrador aprobado para el debate en las sesiones de preparación regional1, se han presentado las diferentes propuestas respecto a la situación de la población palestina, lo que ha provocado la retirada y boicot respecto a la conferencia de algunos países relevantes. En su sección 1, apartado Oriente Medio aparecen las propuestas de la discordia (30-34).

– Señala su profunda preocupación en torno a las prácticas de discriminación racial contra la población palestina y otros habitantes de territorios árabes ocupados, que afectan a su existencia diaria e impiden el disfrute de derechos fundamentales, reiterando la petición de fin de dichas prácticas.

– Reitera que el pueblo palestino tiene el derecho inalienable a la autodeterminación y que para consolidar la ocupación israelí, ha sido sometido a un castigo colectivo ilegal, tortura, bloqueo económico, fuerte restricción de movimiento y cierre arbitrario de su territorio. También señala que continúan construyéndose asentamientos ilegales en su territorio.

– Reafirma que una ocupación extranjera basada en asentamientos, leyes de discriminación racial y bloqueo militar que aísla ciudades entre sí, contradice los principios de la Carta de Naciones Unidas y constituye una violación de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, una forma contemporánea de apartheid, y una amenaza a la paz y seguridad mundiales.

– Expresa honda preocupación respecto a la petición de los refugiados palestinos que fueron expulsados de sus hogares en función de una ley de retorno de base racial. Reconoce el derecho al retorno de los refugiados como establece la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución 194.

– Se refiere al Muro de segregación.

– Enfatiza la responsabilidad de la comunidad internacional a la hora de proveer protección adecuada respecto al racismo, la discriminación y la intolerancia para la población palestina que vive bajo ocupación de modo acorde con el derecho internacional humanitario y los derechos humanos.

A partir de estas propuestas, el 5 de marzo de 2009, El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, consideró que el lenguaje de la Conferencia sería “agresivo y antisemita”. Del mismo modo, el 12 de marzo, Stephen Smith, ministro australiano de Asuntos Exteriores, expresó que “el texto del borrador no es más que un ejercicio de propaganda anti judía y antisemita”, y el 14 de marzo, Alemania aseguró que no participaría “en una conferencia que trata de incriminar unilateralmente a Israel”. Por último, el 16 de marzo, la Unión Europea declaró que no asistiría “a menos que se cambiase bruscamente su contenido”.

La participación española en la Conferencia de revisión de Durban.

Por el momento, el gobierno español no se ha sumado al boicot a la Conferencia impulsado por Israel, pese a la presión ejercida por el embajador de Israel en España, Raphael Schutz que, en una entrevista concedida el 26 de marzo de 20092, aseguraba “Mire, tal y como están las cosas, no hay que participar. Para nosotros el ‘diez’ es la no participación y ‘cero’ es la participación… Por ejemplo, si España toma la decisión de participar en un nivel bajo, con un funcionario de bajo nivel, y además va a trabajar para cambiar los textos, esto no podría calificarse de algo negativo, aunque para nosotros sería mejor que no participara” Para terminar reconociendo abiertamente que en el gobierno español “hay un muy buen entendimiento de nuestra preocupación, sobre todo teniendo en cuenta la primera conferencia” y anunciar que trabaja para que España no participe.

Las posiciones de la delegación de la sociedad civil española en Ginebra serán defendidas por la Federación de Asociaciones de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos3, organización con Estatus consultivo ante el Comité Económico y Social de las Naciones Unidas desde 1996, y fueron definidas en octubre de 2008 en “La Iniciativa de Bilbao: hacia una paz justa en Palestina”4. En dicho documento, titulado “Unidos contra el Apartheid, el colonialismo y la ocupación”5 puede encontrarse una descripción del régimen de Israel sobre el pueblo palestino, que combina de una manera única apartheid, ocupación militar y colonización, y se reitera que el régimen de apartheid de Israel no se limita a Cisjordania y Gaza. De hecho, el corazón del régimen de apartheid de Israel se guía por la legislación discriminatoria en los ámbitos de la nacionalidad, la ciudadanía y la propiedad de la tierra, y se empleó fundamentalmente para oprimir y desposeer también a aquellos palestinos que fueron desplazados por la fuerza en la Nakba de 1948.

Notas:
1.- http://www.un.org/durbanreview2009/pdf/intersession_open_ended19109.pdf
2.- http://www.nuevodigital.com/2009/03/26/raphael_schutz_embajador_israel_espana_d
3.- http://fddhh.eurosur.org/
4.- www.thebilbaoinitiative.org
5.- http://www.nodo50.org/csca/agenda08/palestina/pdf/BNC-PAPERforDurbanReview-SPANISH.pdf

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